La falsificación provocó furor cuando Stern Magazine, el Sunday Times del Reino Unido, la publicó como auténtica, antes de que la verdad saliera a la luz. La editorial encarga una nueva investigación sobre cómo se produjo el fiasco.
Los diarios falsificados de Hitler, cuya publicación generó controversia en la década de 1980, se usarán como archivos nacionales alemanes. La falsificación fue hecha por el delincuente Konrad Kujau y se vendió en 9.3 millones de marcos alemanes a la revista local Stern.
Por otro lado, también fue serializada por el Sunday Times británico, a pesar de las dudas sobre su autenticidad. Más tarde se descubrió que los diarios eran falsos tras las pruebas forenses de la tinta usada y su contenido. Esto llevó a una vergonzosa retractación por parte de la publicación y del historiador inglés Hugh Trevor-Roper.
La editorial Bertelsmann dijo ayer que había encargado al Instituto Leibniz de Historia Contemporánea que lanzara una nueva investigación para arrojar luz sobre “cómo y por qué fue posible que se publicaran las falsificaciones” hace 40 años. “Los diarios falsificados de Hitler están en buenas manos en los Archivos Federales como testimonios peculiares de la historia alemana contemporánea”, afirmó el presidente del archivo nacional Michael Hollmann.
El contenido del diario incluía la falta de conocimiento de Hitler sobre el Holocausto, expresiones de frustración con “los ingleses” y el entonces primer ministro británico Winston Churchill. Además, elogios al dictador soviético Joseph Stalin por sus purgas, descripciones de la halitosis y comentarios casuales sobre su novia Eva Braun.
El negador del Holocausto David Irving señaló en su momento que Hitler no pudo haber escrito los diarios porque su brazo resultó herido en su intento de asesinato en julio de 1944. Otro dudaba de que hubiera escrito con tinta de pluma, ya que el dictador nazi escribía con lápiz.
Fuente Aurora