Hasta junio se habían construido en China más de 250 centros de datos. El problema está en que la demanda de uso es de 5 % cuando la capacidad de procesamiento construida es para el 26 % mundial
Oriana Rivas por Oriana Rivas
En su urgencia por consolidarse como la principal potencia tecnológica, China está provocando un exceso de centros de datos que podría terminar jugándole en contra. Esos lugares, destinados a procesar sistemas informáticos y de inteligencia artificial, superan la demanda que ahora hay en el gigante asiático.
En números eso quiere decir que China alcanzó los 246 eflops (unidad de medida de rendimiento para supercomputadoras) en junio de este año. Es el 26 % del total mundial, solo detrás de Estados Unidos, según datos publicados en septiembre por la Academia China de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (CAICT), adscrita al régimen comunista. El problema está en que la demanda de uso solo llega a 5 %.
Entonces, ¿está el comunismo chino dirigido por Xi Jinping exagerando el sistema que debe soportar su desarrollo tecnológico? Puede que sí. Entre los expertos ya hay preocupaciones por centros de datos inactivos debido a la escasa demanda. Eso significa pérdidas y la consecuente reducción de precios del bien o servicio ofrecido. De hecho, datos de CCID Consulting, grupo de expertos respaldado por el Partido Comunista Chino (PCCh), muestran que hasta junio se han construido o están en construcción en China más de 250 centros de datos, según cifras que reseña el South China Morning Post.
El futuro de los centros de datos chinos
Construir centros de datos también es visto por autoridades provinciales de China como un estímulo a la economía. No importa cómo podría funcionar el centro de datos una vez construido, según una fuente anónima relacionada con el sector. Lo importante es crearlo.
Shan Zhiguang, director del Centro de Información Estatal, lo explica: “La demanda de potencia informática en China sigue siendo limitada debido a la falta de aplicaciones revolucionarias basadas en grandes modelos”. Advierte además que “si se construyen demasiado pronto y en exceso, pueden crear un exceso de oferta”.
No se puede subestimar lo que ocurre en China con este exceso de centros para procesar sistemas informáticos y de inteligencia artificial. En la prensa estatal obediente al PCCh y los objetivos anuales que plantea el régimen es poco lo que trasciende sobre las deficiencias del gigante asiático en materia tecnológica. Exigir al sector de la inteligencia artificial que el contenido generado por la IA refleje “valores socialistas” es una de las metas planteadas por Pekín para superar los sistemas creados por EE. UU.
Por ahora, también se sabe que la mayoría de los centros de datos están ubicados en zonas alejadas de los núcleos tecnológicos del país, posiblemente por la oportunidad económica que ven gobiernos locales. Pero falta ver si estos lugares finalmente serán utilizados o quedarán en el abandono. No se puede ignorar que procesar la inteligencia artificial es algo que requiere grandes recursos.
Por ejemplo, un centro de datos promedio utiliza 300.000 galones de agua al día, lo que equivale al consumo de agua de 100.000 hogares, de acuerdo con la respuesta que arroja Gemini, la inteligencia artificial de Google, en una consulta de PanAm Post. Estos son otros datos relevantes:
Los centros de datos utilizan torres de refrigeración y mecanismos de aire para disipar el calor, lo que provoca que se evaporen hasta nueve litros de agua por cada kWh de energía utilizada.
ChatGPT consume un litro de agua por cada 100 preguntas.
Una serie de indicaciones de IA utiliza aproximadamente 16 onzas de agua en los centros de datos.
La IA usa 500 mililitros de agua por un diálogo de 20 a 50 palabras.
La demanda mundial de la IA va a llegar a requerir la extracción de entre 4.200 y 6.600 millones de metros cúbicos de agua en 2027.
Fuente Panampost