Por:Maximiliano Pérez Gallardo

El macronismo asesta un duro golpe al Nuevo Frente Popular. Después de tres rondas de votación en el hemiciclo francés, la diputada oficialista Yaël Braun-Pivet fue elegida de nueva cuenta para ser presidenta de la Asamblea Nacional, tras superar a su competidor más cercano, el elegido del NFP, André Chassaigne, con un apoyo de 220 diputados, 13 más que el diputado del Partido Comunista (207).

Nacida al norte de Francia, Braun-Pivet es la primera mujer que, hace dos años, se convirtió en presidenta de la Asamblea Nacional francesa, beneficiándose de la mayoría relativa que gozaba la coalición macronista tras la reelección del presidente francés en 2022.

“No tenemos elección: tenemos que llevarnos bien, tenemos que cooperar, tenemos que buscar el compromiso, tenemos que ser capaces de hablar entre nosotros y avanzar”, sentenció la reelecta presidenta de la cámara baja del Poder Legislativo francés, solo minutos después de haber conseguido el triunfo.

Braun-Pivet, abogada de 53 años criada en una familia judía, es la apuesta del macronismo por asegurar la continuidad de su movimiento en la presidencia de la Asamblea francesa, que representa uno de los puestos gubernamentales más prestigiosos del país, debajo del presidente y el primer ministro.

Antes de convertirse en presidenta del hemiciclo francés por primera vez en 2022, Braun-Pivet sirvió como presidenta de la Comisión de Leyes de la Asamblea desde el 2017, representando al partido presidencial Renacimiento, en ese momento llamado República en Marcha. Braun-Pivet se unió en 2016 a la representación macronista tras salir del Partido Socialista.

Con experiencia en el manejo de un hemiciclo fragmentado, al haber presidido la legislatura pasada donde ninguna agrupación había alcanzado la mayoría absoluta en el Legislativo francés, aunque la coalición macronista tenía 250 escaños y tenía un margen de maniobra más amplio que el del grupo mayoritario actual, NFP, con solo 182.

La presidencia de la Asamblea Nacional es un cargo que usualmente asume la coalición que obtuvo el primer lugar en las elecciones legislativas, en un ejercicio de mero protocolo. Sin embargo, este año los cerrados resultados de los comicios del pasado 7 de julio han creado un ambiente de inestabilidad en la cámara, mismo que ha otorgado más relevancia a la presidencia de la Asamblea.

El o la presidenta tiene funciones importantes dentro de la cámara baja, siendo esta figura quien define la agenda de discusión de cada sesión legislativa, aquella que comanda a los distintos comités parlamentarios y quien se encarga de organizar y regular el funcionamiento del organismo.

La izquierda lamenta su primera derrota legislativa y critica la alianza entre Juntos y Los Republicanos

Aunque la victoria de Braun-Pivet fue celebrada por el presidente y su cúpula más cercana, la reelección de la presidenta macronista fue criticada desde las distintas representaciones del bloque izquierdista, que señalan a Macron de haber “robado” la convicción democrática de la ciudadanía francesa, que deposito su confianza en el NFP.

“Los franceses han expresado una voluntad de ruptura. No es lo que ha ocurrido hoy, pedimos a Macron volver a la democracia”, expresó Mathilde Panot, diputada de La Francia Insumisa (LFI), tras conocerse la victoria de Braun-Pivet.

Fueron apenas 13 votos los que distanciaron a Braun-Pivet de Chassaigne, siendo que la coalición presidencial tiene apenas 168 escaños en el hemiciclo compuesto por 577 asientos, por lo que la elección de la macronista solo puede explicarse por la extraña alianza entre Juntos y Los Republicanos (LR), la representación de la derecha tradicional francesa.

Chassaignte señaló duramente este extraño híbrido, que había sido descartado por LR tras conocerse los resultados de las últimas legislativas, aunque confirmó que el bloque izquierdista seguiría unido en la búsqueda de que Macron nombre a un primer ministro de su coalición.

“Somos los defensores del poder legislativo, que no es [una] correa de transmisión del ejecutivo. El voto francés fue robado por una alianza contra natura. Seguiremos unidos en esto”, afirmó Chassaignte a medios locales cuando salió del hemiciclo tras la votación.

Polarmente opuesto en el espectro ideológico, pero no en la crítica al oficialismo, Sébastien Chenu, candidato de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que quedó en tercer lugar en la contienda, también criticó la visible alianza entre Juntos y LR, subrayando que el discurso que utilizó LR para contender en los comicios legislativos fue justamente la oposición al macronismo.

En vísperas de las elecciones del 7 de julio, el presidente de LR, Eric Ciotti, confirmaba que existiría una alianza entre su partido y RN, desmarcándose totalmente del oficialismo. Después, miembros de su partido comandaron una división interna en el partido, entre los que estaban a favor de la coalición con los ultras, y los que no.

¿Cómo quedan las fuerzas en la Asamblea Nacional tras el impulso de la “responsabilidad republicana”?

El resultado de este 18 de julio materializa la compleja gobernabilidad dentro de la Asamblea Nacional francesa que se vaticinaba después de las elecciones legislativas adelantadas por Emmanuel Macron el pasado 9 de junio.

Aunque su coalición quedó en segundo lugar por debajo de la izquierda, el presidente centro-derechista salió bien parado de su arriesgada apuesta, a pesar de los pronósticos que ponían a su partido sobre la lona y al borde de desaparecer, por lo que ha aprovechado la presencia de su coalición en el hemiciclo para comenzar a negociar alianzas, aunque sean momentáneas, con representaciones menores.

Empuñando el discurso de la “responsabilidad republicana”, que se refiere a la conjunción de fuerzas centristas para evitar la intromisión tanto de los ultras de RN como de los izquierdistas más radicales, LFI, en puestos de poder dentro de su Gobierno, Macron ha logrado convencer al ala disidente de LR para apoyar a su candidata para la presidencia de la Asamblea Nacional.

Con el bloqueo de la derecha y la centro-derecha a la primera victoria izquierdista dentro del hemiciclo galo, se puede vislumbrar el posible futuro del NFP ante la extrema división de representaciones, poniendo en duda el nombramiento de un primer ministro proveniente del bloque progresista, algo que todos los partidos que lo forman han pedido al oficialismo encarecidamente. 

Sin que ninguna coalición parlamentaria este cerca de los 289 escaños necesarios para formar cómodamente un Gobierno, la amenaza del bloqueo legislativo y el Gobierno técnico cada vez se hacen más grandes. 

La izquierda experimenta un duro golpe en su poder negociador, la derecha sale fortalecida como la posible llave de salida al bloqueo legislativo, el macronismo regresa a ser protagonista y la extrema derecha cae en la irrelevancia momentánea. La elección para la presidencia del hemiciclo es solo una prueba del complicado futuro legislativo francés.

Con EFE, Reuters y medios locales-Francepress