El asesinato hace 20 años del notorio jefe paramilitar Zeljko Raznatovic, alias Arkan, significó que nunca fue juzgado por crímenes de guerra, y dos décadas después, solo un miembro de su muy temida unidad Tigres ha sido procesado.

El 15 de enero de 2000, Zeljko Raznatovic estaba tomando una copa con amigos en el lujoso Hotel InterContinental de Belgrado cuando un hombre se acercó a ellos y abrió fuego a quemarropa con una pistola semiautomática.

Raznatovic, más conocido en todo el mundo como el líder paramilitar serbio Arkan, recibió un disparo en el ojo y murió camino del hospital. Tenía 47 años.

Un joven oficial de policía llamado Dobrosav Gavric fue condenado por el asesinato, pero huyó de Serbia y terminó en Sudáfrica , donde actualmente está luchando contra la extradición a Belgrado.

Los miembros de la unidad paramilitar de Arkan durante la guerra, la Guardia Voluntaria Serbia, más conocida como los Tigres, cometieron delitos que supuestamente incluían asesinatos, violaciones y torturas durante los conflictos en Bosnia y Croacia. Pero hasta ahora, sólo uno de sus combatientes, Boban Arsic, ha sido condenado en ausencia en Croacia.

Arkan fue acusado por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) antes de su muerte, pero después de su asesinato, el caso fue cerrado.

Ladrón en la paz, ladrón en la guerra.

La policía serbia vigila la entrada del Hotel InterContinental en Belgrado tras el tiroteo de Arkan el 15 de enero de 2000. Foto: EPA/SASA STANKOVIC.

En los años previos a la guerra, Arkan era un ladrón que operaba tanto en el extranjero como dentro de Yugoslavia y estaba en la lista de criminales más buscados por Interpol.

A principios de los conflictos yugoslavos, se convirtió en el líder conocido de los fanáticos incondicionales del club de fútbol Estrella Roja de Belgrado y fundó la Guardia Voluntaria Serbia en 1990.

La unidad paramilitar, conocida como los Tigres de Arkan, era una fuerza relativamente pequeña formada por seguidores del grupo ultra Delije del Estrella Roja, así como por delincuentes y voluntarios comunes que admiraban a Raznatovic. Pronto se haría famosa por sus asesinatos, violaciones y torturas, pero también por sus robos y su contrabando de mercancías en zonas de guerra.

Los hechos sobre algunos de los crímenes que Arkan cometió o en los que participó fueron establecidos en los juicios de acusados ​​serbios y serbios de Bosnia en el TPIY en La Haya.

Durante estos procesos también hubo testigos que testificaron sobre Arkan, su unidad o sus crímenes, y algunos incluso dieron los nombres de los combatientes y los lugares de los incidentes. Pero todavía no hay ningún escrito de acusación que incluya a alguno de ellos o que nombre a Arkan como comandante que dio órdenes para que se cometieran los crímenes.

Su supuesta conexión con el Servicio de Seguridad del Estado de Serbia , que establecería que Serbia estuvo directamente involucrada en las guerras de Bosnia y Croacia, es una de las cuestiones en el nuevo juicio a dos de los oficiales más importantes de ese servicio, Jovica Stanisic y Franko Simatovic, que todavía está en curso en el TPIY.

Ivana Zanic, directora de la ONG Centro de Derecho Humanitario con sede en Belgrado, dijo que la opinión mayoritaria en la sociedad serbia es que las unidades paramilitares de tiempos de guerra como la de Arkan no estaban bajo el control del ejército o la policía serbia.

“Eso no es cierto, todas esas unidades estaban bajo el mando exclusivo del ejército o de la policía”, insistió Zanic.

“Si se llevara a cabo una investigación, en la cima de esa cadena de mando en la mayoría de los casos estarían los generales del Ejército Popular Yugoslavo, a quienes las autoridades serbias y la Fiscalía de Crímenes de Guerra han estado protegiendo durante todos estos años desde que hay juicios por crímenes de guerra en Serbia”, dijo.

Las acusaciones describen los crímenes de los Tigres

El político ruso Vladimir Zhirinovsky (derecha) y Arkan (izquierda) inspeccionan la unidad de Arkan en Erdut, Croacia, febrero de 1994. Foto: EPA/VLADA DIMITRIJEVIC.

Las acusaciones emitidas por el TPIY han dicho que Arkan y sus combatientes estuvieron activos en varios lugares de Croacia y Bosnia durante las guerras de 1991 a 1995. Según la acusación en el caso contra Stanisic y Simatovic, en el período de septiembre a diciembre de 1991, las fuerzas serbias en Croacia, incluida la Guardia Voluntaria Serbia de Arkan, mataron a 61 personas, principalmente en el pueblo de Dalj.

La acusación afirma que Arkan formaba parte de una empresa criminal conjunta, junto con los líderes serbios más destacados de Croacia, Bosnia y Serbia, cuyo objetivo era “la eliminación forzosa y permanente de la mayoría de los no serbios, principalmente croatas, musulmanes bosnios y croatas de Bosnia, de amplias zonas de Croacia y Bosnia y Herzegovina”.

La acusación también sitúa a Arkan en Zvornik, Bosnia, en abril de 1992, cuando durante el ataque a la ciudad, “las fuerzas serbias, en particular Zeljko Raznatovic, y miembros de la SDG [Guardia Voluntaria Serbia] de Arkan” mataron a aproximadamente 20 civiles no serbios.

Los crímenes por los que se le imputaba al propio Arkan ocurrieron en Sanski Most, en Bosnia. En el escrito de acusación contra Arkan, emitido en 1997, se señalaba que en un par de días de septiembre de 1995, sus Tigres mataron a unas 65 personas.

En el veredicto del TPIY que condenó a los ex funcionarios serbios de Bosnia Mico Stanisic y Stojan Zupljanin, la sala de primera instancia del TPIY estableció algunos hechos sobre probablemente el crimen más conocido que cometieron los Tigres, en Bijeljina en la primavera de 1992.

El conflicto en la ciudad entre serbios y bosnios comenzó el 31 de marzo de 1992, cuando llegaron los hombres de Arkan.

“El 3 de abril de 1992, aproximadamente, se recogieron de las calles y casas de la ciudad un total de 48 cadáveres, incluidos los de mujeres y niños; 45 de estas víctimas no eran serbios y ninguna llevaba uniforme. La mayoría de los muertos habían recibido disparos en el pecho, la boca, la sien o la nuca, algunos a corta distancia”, afirma el veredicto de Stanisic y Zupljanin.

Una de las víctimas que sobrevivió a su encuentro con Arkan fue Jusuf Trbic, un periodista local de Bijeljina. Los hombres de Arkan lo capturaron a principios de abril de 1992 y durante las horas siguientes, durante toda la noche hasta el amanecer, fue golpeado y torturado, a veces en presencia del propio Arkan.

“Sabían lo que hacían”, dijo Trbic a BIRN en 2014. “No tenía ni un milímetro de piel blanca; toda mi piel era negra y azul”.

Los detalles más importantes sobre Arkan y sus Tigres salieron a la luz durante el juicio a Slobodan Milosevic, cuando testificó un ex empleado administrativo de la Guardia Voluntaria Serbia.

El testigo protegido, cuyo nombre en código es B-129, habló sobre la relación entre la Guardia Voluntaria Serbia y la Seguridad del Estado de Serbia.

“En el cuartel general existía la norma de que cuando llegaba una persona de la DB [Seguridad del Estado] no debía esperar fuera, sino que se le permitía entrar inmediatamente al cuartel general y era escoltada hasta la oficina del comandante”, dijo el testigo B-129.

El testigo explicó que los Tigres participaron en combates en Treskavica, Bosnia, en 1994 y también en Velika Kladusa, donde ayudaron al líder bosnio local Fikret Abdic.

“Sé con certeza que en Treskavica y Velika Kladusa no tenían las insignias de la SDG, la Guardia Voluntaria Serbia, porque antes de partir les dijeron que no podían usarlas. Eso significa que en Velika Kladusa lo que tenían eran insignias utilizadas por el ejército de Fikret Abdic”, dijo B-129 al TPIY.

B-129 también explicó que los Tigres participaron en una operación en Banja Luka, Bosnia, en 1995, cuando cometieron crímenes en el cercano Sanski Most.

“Esta operación comenzó en septiembre, a principios de septiembre [de 1995]. Cuando digo ‘la operación de Banja Luka’, me refiero a Sanski Most, Mrkonjic Grad, Kljuc y Prijedor. En esa operación participaron unos 200 Tigres y el propio Arkan también estaba allí”, explicó el testigo.

“Nadie será procesado jamás”

Arkan observando a sus combatientes en Sanski Most, Bosnia, en septiembre de 1995. Foto: EPA PHOTO/ARCHIVOS.

En enero de 2016, después de que terminara su mandato como fiscal jefe de crímenes de guerra de Serbia, Vladimir Vukcevic dijo que había una investigación previa en curso sobre los Tigres, según informaron los medios serbios.

La Fiscalía de Crímenes de Guerra de Serbia informó a BIRN que el caso se inició a partir de una denuncia penal presentada por una parte perjudicada y que el 24 de diciembre de 2015 comenzó a investigar a un autor desconocido.

“El caso se encuentra en la fase de instrucción, en la fase de recolección de pruebas. La Fiscalía de Crímenes de Guerra está trabajando para esclarecer los hechos que tuvieron lugar en Bijeljina [Bosnia] en 1992”, afirmó la Fiscalía de Crímenes de Guerra en una respuesta escrita a la consulta de BIRN sobre el caso.

Agregó que los fiscales están “trabajando para determinar la identidad de los perpetradores y tomando todas las acciones necesarias, como interrogar a testigos con conocimiento de los hechos en cuestión”.

Filip Svarm, periodista del semanario serbio de noticias Vreme , que ha seguido de cerca a Arkan, dijo que abrir un caso relacionado con el jefe paramilitar en Serbia significaría lidiar con temas altamente sensibles como el papel del Servicio de Seguridad del Estado serbio en tiempos de guerra y el régimen de Slobodan Milosevic.

“De hecho, una buena parte de las personas que formaban parte de la Guardia [Voluntaria Serbia] ya no están vivas, muchas están en prisión. Pero Arkan, por lo que éramos y lo que hacía, siempre fue una patata caliente que nadie quería tener en sus manos”, dijo Svarm a BIRN.

En octubre de 2011, el Centro de Derecho Humanitario presentó una denuncia penal ante las autoridades serbias acusando a más de 30 personas –miembros de la fuerza de Defensa Territorial y oficiales de policía de la aldea croata de Tenja, miembros del Cuerpo de Novi Sad del Ejército Popular Yugoslavo, miembros de servicios secretos militares y civiles y grupos bajo el mando de Arkan– de cometer crímenes en Tenja durante la guerra.

El HLC afirmó que eran responsables de ejecuciones masivas de civiles desarmados, croatas y otros no serbios, y que entre julio y noviembre de 1991 mataron al menos a 29 personas.

En junio de 2012 la Fiscalía de Crímenes de Guerra de Serbia emitió una acusación formal por el asesinato de 19 de esas 29 personas.

En el escrito de acusación se acusaba a Bozo Vidakovic y a Zarko Cubrilo, ambos miembros de la fuerza de defensa territorial de Tenja, pero no se mencionaba a ninguna otra unidad. Cubrilo fue absuelto posteriormente de los cargos, mientras que el caso de Vidakovic se separó del de Cubrilo porque tenía problemas de salud y todavía está en curso.

Dragan Pjevac es un refugiado serbio de Croacia que ahora es abogado. En 1995 fue detenido en Belgrado y la policía lo envió al campo de entrenamiento de Arkan en Erdut (Croacia), donde fue destinado como combatiente hasta el final de la guerra.

Él es una de los cientos de personas de Croacia y Bosnia y Herzegovina que fueron arrestadas en Serbia y enviadas de regreso a zonas de guerra en la década de 1990. Pjevac dijo que vio a gente siendo golpeada y humillada en el campamento de Arkan.

En Serbia nunca recibió ningún reconocimiento ni compensación por lo que tuvo que pasar.

“En aquel entonces era una política estatal. Todo el mundo lo sabe. Éramos su pelota para patear”, dijo Pjevac a BIRN.

“Nadie ha sido procesado ni lo será jamás”.

Fuente Balkaninshigt