Cristina Kirchner, con tremenda falta de ubicuidad, dejo entrever en Naciones Unidas su velada intención de ser la secretario general del organismo a partir de 2016, al remarcar sin pudor un error del Primer Ministro danés. Por Darío Rosatti
El Primer ministro de Dinamarca Lars Loekken hablaba en la ONU en el marco de la igualdad de género cuando cometió un pequeño error semántico al saludar a Ban Ki Moon se refirió a él como “her excelence” cuando debería haber dicho “his excelence”
En ese momento se transformó en el blanco de Cristina Kirchner. La presidente, originaria de Tolosa (localidad cercana a La Plata) no tuvo mejor idea que recordar el error del danés, y decirle: “Le digo al Primer Ministro de Dinamarca, no se sienta mortificado por el error que tuvo al dirigirse al titular de Naciones Unidas, tal vez haya sido una premonición de quien debe ser Secretario General de Naciones Unidas para la próxima temporada y dar muestra aquí en Naciones Unidas de que también la discriminación ha terminado”
El gobierno argentino propicia un proyecto para que en la próxima votación, donde se elegirá al secretario general de las Naciones unidas, sea un mujer quien logre el sitial.
No hay muchas mujeres a la vista para el cargo y con este comentario CFK parecería haber anticipado la jugada de ser ella quien lo ocupe, por atrevido que parezca.
Líderes políticos del mundo como Michele Bachelet, Ángela Merkel o Dilma Rouseff ya están ocupadas dirigiendo sus países y seguirán estándolo por los próximos años, solo la argentina quedara desocupada, siempre que no tenga que recorrer tribunales o realice algún tratamiento.