El estrés y su síntoma más común, que es la ansiedad generan trastornos por atracón (comer compulsivamente). Especialistas del Hospital Central de San Isidro enseñan cómo cambiar hábitos y comportamientos para superar esta dificultad (Ver sugerencias).
El atracón ocurre cuando se consume una cantidad de comida superior a lo que comería una persona normal en un período de tiempo similar.
Para el médico Daniel López Rosetti, al frente del Servicio de Medicina del Estrés del Hospital Central, el tema es más complejo; ya que en el fondo de la cuestión habría desajustes a la hora de manejar emociones intensas y se optaría por comer desmedidamente antes que sentir la situación.
“Cuando la persona padece estrés intenta controlar la ansiedad a través de diferentes conductas compulsivas como incrementar el consumo de cigarrillos, en el caso de los fumadores. Esto lógicamente también está presente a la hora de comer”, contextualizó Rosetti.
Desde los consultorios externos municipales de nutrición, María Victoria Azpiazu agregó que hay un comportamiento que se repite en pacientes con obesidad o sobrepeso: si después de tres meses de tratamiento no logran el descenso esperado de peso surgen atracones nocturnos.
“Nuestra tarea es saber cuál es el alimento elegido para ese atracón y en algunos casos los derivamos a una psicóloga del equipo terapéutico de trastornos de conducta alimentaria del Hospital Central”, explicó Azpiazu.
¿Cómo dejar de comer compulsivamente? Sugerencias:
– Hacer una sola actividad a la vez (por ejemplo, comer) con plena atención en ello, sin estar pendiente del celular, la televisión y conversaciones.
– Para regular la saciedad y dejar de comer de forma compulsiva elegir alimentos “de verdad”: no están refinados, no son procesados ni vienen en envoltorios de colores, cajas o latas. Las harinas y azúcares simples que contienen esos productos son los que menos nutren. Mejor incluir proteínas de buena calidad, cereales integrales, grasas saludables muy necesarias con un poder saciante mucho más significativo que el de los hidratos de carbono simples.
– Seguir una alimentación simple: 1) Más frutas y verduras; pescado y marisco; frutos secos y semillas, y ejercicio; 2) Cereales integrales; grasas “saludables” y lácteos bajos en grasas; 3) Menos carnes rojas y procesadas; así como sal, azúcar y alcohol.
– Elegír alimentos “enteros” que sabes que provocan más saciedad: cereales, que sean enteros, integrales. Frutas, mejor comerlas enteras, en vez de jugo de frutas, despreciando la fibra.
– Cuidado con los alimentos adictivos: comprendamos que el sabor de algunos alimentos buscan manipularnos. A los fabricantes de productos alimenticios sólo les interesa vender sus productos; por eso modifican la química de los alimentos, les quitan compuestos, los combinan, les añaden, y todo lo envuelven en paquetes atractivos.
– Aprender a gestionar nuestra salud emocional para el autocuidado: determinar el origen de los hábitos y las reacciones impulsivas más comunes con la comida; analizar las propias creencias y pensamientos automáticos; reconocer qué sentimos, en cada momento.
“Dejar de comer de manera compulsiva es una tarea que requiere compromiso e intención de trabajar en el propio cambio, en beneficio de la
propia salud”, remató Rosetti.