Como llegamos a esta situación; ¿estas medidas tomadas después de 3 años, son la salida para la resolución del problema? Analizaremos que pasa a partir de la firma del nuevo acuerdo con el FMI. Situación grave porque se produce antes de la primera evaluación del acuerdo anterior. Por Guillermo H.B. Castaño- Exclusivo para Total News.
Cuando el Presidente Macri asume, el déficit fiscal que la administración Kirchner dejó, estaba formado por un déficit fiscal consolidado (Nación, Provincias y Cuasi fiscal BCRA) de aproximadamente 10% del PBI, se trata de un déficit muy alto para cualquier país, acompañado a su vez por el déficit de balanza de pagos (divisas que entran versus divisas que salen) colocando al país al borde de un colapso económico.
Recordemos que la administración Kirchner no tenía acceso a los mercados de capitales, financió el déficit mayoritariamente con emisión monetaria, a tal punto, que en diciembre 2015 el ritmo de emisión era del 64% anual y sumado la utilización de las pocas reservas internacionales del BCRA.
El nuevo gobierno debía reducir el gasto público y normalizar todas las variables económicas lo antes posible, evitó la frontalidad de realizar las reformas y ajustes en forma urgente, apeló al gradualísmo: cambió la modalidad pero no resolvió bajar déficit ¿que hizo?
Ordenó el tema de la deuda impaga con los holdsout y de ese modo accedió al mercado de capitales, cambiando la forma de financiar el déficit, utilizando deuda externa y emisión reducida al 25% anual aproximadamente.
Sólo redujo el gasto público en lo referente a subsidios incrementando todas las tarifas, ajuste realizado por todos nosotros y en 2016 logró un “ahorro” de $60.000 millones en ese rubro, ese mismo año incrementó el gasto social en $66.000 millones, neutralizando lo ahorrado y aún incrementando el gasto público el 10% en ese ítem, también lo incrementó la política, en los distintos poderes ejecutivos y legislativos (nación, provincias y municipios).
EL gobierno continuó el pseudoahorro con suba de tarifas sin bajar ningún otro gasto, terminando el 2017 con un déficit fiscal similar al de 2015 (10% del PBI), pero con una deuda externa incrementada en alrededor de u$120.000 millones. Que la gestión utilizó para gasto corriente y obra pública.
Convirtió en pesos todo dólar conseguido y para neutralizar la avalancha de pesos generada, el BCRA por medio del instrumento llamado Lebac, pagando buenas tasas, lograba restringir y mantener el circulante en niveles más o menos razonables.
Debemos destacar 2 puntos:
1- se aprobó una reforma tributaria donde se creó un nuevo impuesto llamado a la renta financiera aplicable a partir del 25/04/18, de escasa recaudación, alto rédito político y nefastos resultados como lo adelantamos en Economía Sencilla XXXIII. http://www.totalnewsagency.com/index.php/nacionales/20-economia/7276-economia-sencilla-xxxiii-baja-de-impuestos-drastica-deberia-ser-la-base-de-la-reforma
2- El 28/12/17, en conferencia de prensa brindada por el Jefe de Gabinete de Ministros Sr. Peña en compañía de los Ministros Dujovne y Caputo con el Presidente del BCRA Sturzenger presente (y relegado a un papel secundario y obediente), anunciaron una importante baja de tasas que se efectivizó en enero siguiente.
A partir de la baja sin razón de la tasa, comenzó a generarse una profunda caída en la demanda de pesos agravada por la aplicación del Impuesto a la Renta Financiera por la que muchos fondos de inversión salieron de sus bonos Lebacs y esa baja demanda persiste hasta hoy, la gente no quiere los pesos y los cambia lo antes posible por bienes, dentro de los cuales se encuentra la moneda extranjera.
El estado de situación actual
Contexto y Medidas:
En el contexto internacional, los sucesos de Turquía (por el alto déficit fiscal que atraviesa generó desconfianza en los mercados internacionales con ese país, con los emergentes en general y en particular con Argentina) y en lo doméstico, la aplicación del Impuesto a la Renta antes mencionado, terminaron cerrando los mercados para la República Argentina y el gobierno decidió acudir al que era el único prestamista que le quedaba, el FMI.
Acordó con el organismo préstamos por u$50.000 millones con un primer desembolso de u$15.000MM y sucesivos tramos de u$3000MM hasta 2021.
Se comprometió con el FMI a bajar el déficit primario 1% más de lo presupuestado, esto no alcanzó y el billete estadounidense se disparó hasta $42,50, lo que obligó al gobierno a pedir un waiver, es decir, perdón antes de la primer revisión pactada para 09/2018 y le solicitó el adelanto de los tramos de desembolso correspondientes a 2020 para el 2019 ofreciendo a cambio bajar a cero el déficit fiscal primario.
Que propone esta administración para lograr ese déficit cero:
Suspender las mínimas bajas tributarias aprobadas en la última reforma, aumentar impuestos como Bienes personales, y otros, continuar sin ajuste por inflación para liquidación de ganancias, seguir subiendo tarifas y contando con un impuesto inflacionario de 23% para 2019. También encaró desarmar Lebacs de deuda en pesos que se viene canjeando por bono de deuda en dólares (que no podemos emitir), y de los que quedan aún cientos de miles de pesos vigentes en estos bonos del BCRA.
Nuevamente el gobierno hace pagar a la gente los excesos de gasto público con devaluación, tarifazos e impuestos.
Los últimos datos muestran caída de 7% de la actividad industrial y de 2,7% de la actividad económica general a julio del corriente, la desocupación en aumento con 180.000 puestos menos en 2018, esto muestra claramente el ajuste feroz al sector privado con presión tributaria al máximo sin bajar casi un sólo gasto público, y dejando de herencia al próximo gobierno una deuda externa equivalente al 80% del PBI, cabe recordar que en 2001 la deuda alcanzaba el 54%.
Puede observarse el incremento de al menos 25% de deuda sobre PBI sin haber realizado ninguna reforma de las estrictamente necesarias para solidificar una economía en crecimiento, como por ejemplo: reforma laboral, tributaria fuerte a la baja y tamaño del Estado y sus gastos.
Hablando del PBI, en 2018 será menor al de 2015, teniendo en cuenta el crecimiento poblacional de 1.15% anual será al menos 4,20% menor a aquel anterior, explicación de los altos niveles de pobreza e indigencia que muestra el país.
Y aún falta considerar el déficit consolidado con servicios financieros, y para solventar ese déficit total: el gobierno debería lograr por lo menos 3% de superávit fiscal.
Ya sabemos lo que el FMI nos presta: en total u$57.100 millones, disponibles, antes eran garantía de respaldo, u$ 51.000MM los recibirá esta administración para pagar déficit corriente y deuda, alejando el riesgo latente de default hasta 2019, al próximo gobierno le quedaran u$6.100 mm (cifra que no cubre vencimientos 2020) y la necesidad de hacer un súper ajuste para alcanzar el superávit fiscal de 3% antes mencionado y así lograr que los mercados le vuelvan a prestar a la Argentina.
Lo determinante será lo que pase en los próximos 6 meses pues serán muy duros por la inflación esperada por inercia, sumado a los ajustes a cargo sólo de la población.
Pronto sabremos también con que consenso contará para la aprobación del presupuesto 2019.
Los inversores externos miran por la gobernabilidad y evalúan que la remoción del Presidente del BCRA a 3 meses de su nombramiento socaba la credibilidad y se preguntaban si el país volvería a tener política monetaria, pues con el Sr. Caputo no la tuvo.
El nuevo Presidente del BCRA en Comisión Sr. G. Sandleris aclaró que la emisión de moneda se reduce a cero, eso es muy bueno y acorde con lo que venimos sugiriendo en estas notas, pero los efectos inflacionarios de la emisión monetaria hasta hoy, sumada a la devaluación alcanzarán hasta abril de 2019. Proyectando la inflación inter anual al 31/03/19 en una cifra superior al 50%.
Por último sólo resta esperar que en los próximos tiempos no se produzca otro shock internacional, pues Argentina ya demostró su vulnerabilidad ante estos eventos.
Con estas medidas que mantienen el tamaño del estado casi intacto resulta difícil que nos conduzcan a una salida pronta y tampoco sostenible en el tiempo.
Aportándole al próximo gobierno la necesidad probable de reestructurar la deuda externa ya que se renueva el riesgo de default en 2020.
A la vez, lo que se observa es que el gobierno tiene apoyo externo real pero no de todos los países que integran el Directorio del FMI, esto implica que si Argentina no cumple puntillosamente lo acordado puede haber inconvenientes en los próximos desenbolsos.
Lo que realmente viene se hará visible en los próximos meses….
27/09/2018
Guillermo H.B. Castaño. Semper Fidelis Consultora
Foros Contemporáneos Economía
Twitter: @guillermo1500 http://gcastano9.wix.com/guillermohbcastano