Con frecuencia escuchamos que la deuda pública externa ha subido mucho, que su nivel es preocupante ya no sólo para la sostenibilidad económica sino para la propia existencia del país. Por Guillermo H.B. Castaño. Exclusivo para Total News.
Analizaremos en donde estamos parados al respecto, para que cado uno evalúe cuanto de razón tienen esos comentarios que periódicamente zumban en nuestros oídos.
La Argentina emitió deuda por 187.706 millones de dólares en lo que va de la gestión del Pte. Macri, de los cuales el 85,8% fueron colocaciones propias del Tesoro Nacional (aproximadamente USD 161.030 millones).
Para mayor claridad las emisiones de deuda del Tesoro Nacional en moneda extranjera, más los desembolsos por el préstamo con el FMI suscripto en junio de 2018 (y renegociado en septiembre), y las emisiones de las Provincias y el Sector Corporativo en moneda extranjera suman desde inicios de la gestión de Cambiemos unos USD 194.706 millones. El 82,4% de la deuda, son colocaciones en moneda extranjera, y de ellas como dijimos el 85,8% son emisiones del Tesoro Nacional por aproximadamente USD 161.000 millones.
A la próxima administración le esperan vencimientos de deuda en moneda extranjera por casi 150 mil millones de dólares en 2020-2023; específicamente en 2020 serán aproximadamente u$s20.000 millones.
La Administración Macri ha generado en este tema un escollo importante para la economía por venir, sobre todo considerando el estancamiento que transita nuestro país, más el nivel de condicionamientos sociales, sumando las reformas estructurales sin hacer, así como los cambios normativos laborales/tributario y de previsión social que quedarán como tarea urgente al futuro gobierno.
Por el momento no hay un sólo indicador económico y social positivo durante esta gestión.
Como citamos, la deuda externa es el mayor obstáculo estructural para el futuro argentino. Los indicadores de sustentabilidad presentan cifras exorbitantes; en el año 2018, según datos de la Secretaría de Finanzas, el stock de deuda pública alcanzó los 332.192 millones de dólares alcanzando el 86,2 % del PBI, los próximos dos años serán un período en el que faltarán dólares para cubrir la demanda de todos los sectores de la economía, principalmente para el pago de deuda y para el atesoramiento protectivo antes o durante las presentes elecciones.
Probablemente una renegociación o reestructuración de la deuda externa pública sea inevitable con el FMI y con resto de acreedores.
En lo que respecta a la fuga de capitales, según las cifras publicadas mes a mes por Ente Rector suma aproximadamente 94.300 millones de dólares durante en este período y el Riesgo País que en forma directa se trata un seguro contra un default argentino subió más de 450 puntos básico en los últimos doce meses, superando hace poco tiempo los 1000 puntos. (al 03/07/19 ha bajado a 808 puntos)
Esto implica que el mercado le otorga al “default” una probabilidad cercana al 50 por ciento dentro de los próximos años. La desconfianza se debe principalmente a la abultada agenda de vencimientos que debe afrontar el próximo gobierno, pero sobre todo temores sobre quien sea el sucesor a partir de diciembre de este año.
Por lo dicho, a la próxima administración le esperan vencimientos de deuda en moneda extranjera por 20.376 millones de dólares en 2020, 31.608 millones en 2021, 51.953 millones en 2022 (el monto más alto de los próximos 20 años) y 46.594 millones en 2023, mientras que los desembolsos que se esperan del FMI son de 3.875 millones y 1.937 millones de dólares para los años 2020 y 2021, respectivamente”
Surge con claridad que al gobierno nacional (debido a las emisiones del Tesoro Nacional, primer emisor de deuda) se le está tornando muy complicado accesar al rollover (renovación) del 100 por ciento de los vencimientos en un contexto de incertidumbre y dolarización crecientes: en la última licitación del 29 de marzo el Tesoro logró renovar, con vencimiento dentro del presente mandato, el 79 por ciento de los vencimientos.
En la comparación con los demás países de América Latina, Argentina superó a El Salvador y Brasil y quedó primero en el ranking de los países con mayor ratio deuda pública sobre PBI. Con un aumento de más del 30% respecto a diciembre de 2015, la deuda pública ahora representa el 77,4% del total del PBI 3er trimestre 2018, según CEPAL.
La deuda externa argentina creció 56% en el periodo antes citado, siendo el país que mayor incrementó su deuda pública y privada con no residentes.
Deuda Externa Pública sobre PBI en porcentaje por país
Fuente: CEPAL 3er. trimestre 2018
Asimismo, la deuda presiona con respecto a su relación con el PBI, las exportaciones y los recursos públicos. La deuda pública bruta alcanzó el 82,6% en su relación con el PBI en el cuarto trimestre de 2018, subiendo 32,8 puntos porcentuales con relación al 2015, cuando alcanzó el 53,5% del PBI. Respecto a las exportaciones, la deuda pública pero nominada en moneda extranjera en cambio alcanza los 331,2%, subiendo 118,6% comparada con el 2015. (Destacamos que en 2015 no se computaba lo adeudado a los holdsout y otros pasivos ocultos)
Este crecimiento recién citado menoscaba la capacidad de Argentina para hacer frente a sus obligaciones mediante los dólares obtenidos de su balanza comercial.
Con respecto a los intereses de la deuda pública, destacamos que erosionan fuertemente día a día los recursos públicos. Esto lleva a situaciones problemáticas para la política fiscal que se encuentra ante la disyuntiva de achicar el gasto generando una recesión que permita la reducción de la inflación que culmine algún día en crecimiento (¿?) para entre otros objetivos pagar a los acreedores. El ratio de intereses sobre la recaudación tributaria pasó de 7,9% en 2015 al 15,2% en diciembre de 2018, lo cual implica notable un retroceso en materia de financiamiento del Estado.
INDICADORES DE INCREMENTO DE LA DEDUDA PÚBLICA
INDICADOR | Al 31/12/2015 | Al 31/12/18 | |
Como porcentaje del PBI |
Total de Intereses pagados Total de Servicios Pagados |
2.1% 10.2% |
3.5% 17.3% |
Como porcentaje de las Exportaciones |
Deuda en Moneda Extranjera Deuda Externa |
212.6% 90.8% |
331.2% 212.7% |
Como porcentaje de los Recursos Tributarios |
Total de Interese Pagados Total de Servicios Pagados |
7.9% 38.9% |
15.2% 74.4% |
1-Fuente: Ministerio de Hacienda 2- En 2015 IMPORTANTE: sobre el stock de deuda en manos de holdsout no se pagaba intereses ni servicios
En términos de PBI, la proporción de la suma de la deuda del Gobierno en general más la contraída por el Banco Central se incrementó en 21 %, pasó de 22,7% a 43,7% entre el último trimestre de 2017 e igual tramo del año siguiente, por la conjunción de la brutal licuación del PBI en su conversión en dólares, que por efecto de la devaluación del peso, pasó en esos períodos de USD 666.278 millones a USD 451.967 millones, y el aumento nominal del endeudamiento nominado en moneda extranjera.
Sólo para no dejarlo como olvidado, las obligaciones financieras con el resto del mundo por parte del Banco Central (sobre su delicada situación sería necesario otra nota analizando su patrimonio neto negativo) están dentro del sector público, obligaciones tomadas como estrategia para reforzar su cobertura frente a eventuales corridas cambiarias o shocks de carácter externo.
Siempre dependiendo de que el nivel de rollover de la deuda sea bueno, el 2019 y el 2020 estarían cubiertos en la liquidez necesaria para afrontar los vencimientos. Pero el 2021 y el 2022 ya son muy complejos. El tema es que para los mercados el indicador deuda/ PBI es importante y cuando muestra un deterioro de tal magnitud los mercados se adelantan y reducen tenencia de deuda argentina.
Analizando ahora contra las exportaciones, en 2021 sumando intereses y vencimientos se deberán pagar u$s31.608 millones, el 48% de las exportaciones y en 2022 serán u$s51.953 millones, el 73% de las exportaciones y eso ya sin contar con desembolsos del FMI.
Se visualiza con preocupación que los vencimientos de la deuda en dólares para los próximos años son muy altos, implica que difícilmente puedan afrontarse aún contando con un poco probable boom exportador, por ello no se vislumbra de donde saldrán los dólares para efectuar esos pagos.
En este contexto, la actual configuración de política económica, que prioriza con exclusividad la estabilidad nominal (tipo de cambio e inflación), genera más dudas que certezas respecto a la evolución de la deuda Argentina tornando los saltos en el tipo cambio muy probables, que pueden convertirse en la primera fase de un proceso de espiralización inflacionaria.
En la medida en que el gobierno pueda cumplir con el objetivo de un déficit antes de intereses cercano a cero a partir de 2019, juntamente con una restructuración total de la deuda y si la economía vuelve a crecer en los próximos trimestres, la situación podría ser manejable.
Los países emergentes pagan intereses que les implica un costo financiero por su deuda de aproximadamente 5 a 6 % del su PIB, el costo para Argentina es aproximadamente de 3 puntos, esto luce ventajoso a primera vista, sin embargo sin crecimiento, no hay sostenibilidad en el pago de la deuda.
Resumiendo,
Argentina cuenta con los fondos suficientes para hacer frente a los compromisos de deuda, tanto de capital como de intereses, para 2019 y en parte para el 2020.En este sentido la situación puede cambiar en 2020 según quien gane las elecciones y sobre todo que plan económico integral proponga pues la economía argentina no resiste mas parches.
Observamos que los años venideros, 2021 y en especial 2022-23 serán años extremadamente complicados para el manejo de la deuda por sus abultados vencimientos.
Las elecciones presidenciales de este año y las legislativas en 2021, sumado a los grandes vencimientos con el FMI en 2022-23 impondrían la necesidad de una urgente renegociación del acuerdo con el FMI para transformarlo en un plan de facilidades extendidas a 10 años de plazo, sin dejar de reestructurar aproximadamente el 80% adeudado con el resto de los acreedores.
Dentro de un necesario entorno de consenso político (Indispensable) que supere egoísmos partidarios y personales, si se logra la refinanciación con el FMI más la renegociación con el resto de los acreedores, acompañado de un plan económico integral dirigido por un Ministro de Economía con un equipo para ejecutarlo, que involucre las reformas estructurales y normativas que la actual administración prometió pero no hizo, la deuda externa dejaría de ser un problema mayúsculo que nos tiene cerca del default para convertirse, aunque importante, un ítem más de nuestra economía.
03/07/2019
Guillermo H.B. Castaño. Semper Fidelis Consultora
Foros Contemporáneos Economía
Twitter: @guillermo1500 http://gcastano9.wix.com/guillermohbcastano