El discurso de Cristina Kirchner tiene referencias locales y se escucha bien fuerte desde los parlantes instalados en la plaza del centro de Moreno.
La grabación se repite de modo incesante y hace que una de las tantas carpas que promocionan al intendente local, Walter Festa, se destaque por sobre el resto de las que se ven en la plaza. En ese lugar estratégico del distrito, frente a la estación de trenes, los precandidatos a la intendencia por el Frente de Todos se juegan una parte grande de su presencia callejera a fuerza de volanteadas, banderas y persuasión cara a cara. Ni siquiera el monumento a San Martín queda libre de la liturgia y las rejas que lo rodean aparecen decoradas con pasacalles de Festa. Una camioneta publicitaria de otro precandidato justicialista se suma a la escena, desde sus altoparlantes retumba una versión cumbiera de la marcha peronista. En la plaza del centro de Moreno por estos días no hay lugar para otra cosa que no sea la tumultuosa interna local del PJ.
La situación de Festa es una excepción dentro del peronismo, que apostó porque sus intendentes no tengan internas en la provincia de Buenos Aires. En Moreno se da una situación opuesta a esa premisa: siete listas se disputarán la candidatura a intendente del Frente de Todos. Los desafiantes internos de Festa no le reconocen liderazgo dentro del peronismo de Moreno; el jefe comunal, sin poder ser candidato único, afirma que alienta la interna multitudinaria para que jueguen todos y no queden dudas sobre su respaldo. Las calles del distrito son un terreno caliente en el que todos buscan presencia, aunque en términos de pintadas y afiches callejeros, Festa deja atrás por varios cuerpos a sus competidores.
“Obviamente, queríamos evitar la interna. Pero al ver que había más de 300 candidatos a concejal y consejero escolar, 12 candidatos a intendente [quedaron siete tras la intervención de la junta electoral partidaria], a mí me parecía lo más sano tener interna. Yo vengo de ganar una interna, sé lo que se siente ganarla y sé lo que se siente cuando te cierran las puertas, a mí me pasó en 2013”, argumenta Festa a La Nacion en el centro de monitoreo local.
“Fue una decisión personal. Tuve la posibilidad en el tramo final, ya en la junta, de poder decirles a todos ‘No hay interna’. Yo fui el que dije que, si hay interna, tienen que participar todos”, subraya el intendente. Según cuenta a La Nacion una calificada fuente del PJ bonaerense, los intendentes bonaerenses apostaban por una lista única en Moreno, con Festa a la cabeza, pero La Cámpora argumentó que, como gesto, se podía habilitar una interna en un distrito propio, teniendo en cuenta que “Cristina tuvo el gesto de bajar a vicepresidenta y Máximo Kirchner a quinto diputado”. Festa llegó al poder en 2015 como un intendente de La Cámpora, aunque se fue alejando de esa estructura comandada por el hijo de Cristina.
La parafernalia electoral de Festa en la plaza del centro es abrumadora. Los volantes que entregan sus militantes lo presentan como “Walter Festa, el de Cristina, el que enfrentó a Vidal y encontró a Moreno destruido y endeudado” y subrayan: “Con él, estamos logrando mejorarlo”. En las distintas localidades abundan sus pintadas y los afiches con su foto con Cristina, acompañados por la leyenda “Todo lo que se da con el corazón, vuelve”.
En una plaza de Paso del Rey donde se organiza una feria de artículos usados y trueque, Mariel Fernández recorre y charla con vecinos. Identificada con el Movimiento Evita, encabeza una de las listas que desafían a Festa, a quien le atribuye “falta de conducción del peronismo local y un municipio totalmente abandonado”. Dice que hubo aprietes de militantes del intendente y que él alienta la proliferación de listas para dividir el voto.
“Como Festa no pudo evitar la interna, lo que hizo fue armar otras listas. La lista que enfrenta a Festa es la nuestra”, dice Fernández a la nacion en un alto de su recorrida por la Plaza de Los Franciscanos. “Festa contrató patotas para hacer campaña, hay gente que anda armada, a un compañero mío le quebraron el brazo. De todo lo que pasa, hago la denuncia. Estos días, se calmó un poco. Él tiene como siete grupos de pegatinas y pintadas, para eso sí hay plata en el municipio”, resume la precandidata, que también tiene su gazebo en la plaza, desde el que se convoca a votar por Fernández-Fernández-Fernández.
El concejal Damián Contreras, referente local de Sergio Massa, es otro de los contendientes. “En estos cuatro años, ha habido una falta de liderazgo fuerte dentro del peronismo. El intendente, y además presidente del Partido Justicialista de Moreno, generó rispideces y confrontaciones con muchos de los sectores que hoy se presentan a esta interna. Muchos de ellos han sido funcionarios del intendente y hoy lo enfrentan”, señala.
Contreras, que va por su séptimo mandato como edil (actualmente está de licencia) y fue candidato a intendente por el massismo en 2015, también tiene su carpa en la plaza del centro. Además, encabeza operativos de salud y venta de garrafas a 300 pesos, como el último vienes en un club de la localidad de Francisco Álvarez.
En barrios como Villa Anita se pueden ver algunos afiches que no son de Festa. Por la calle Güemes, sobre los palos de luz hay propaganda de Walter Correa, líder del gremio de curtidores y diputado nacional. “La hora de los trabajadores” y “Siempre con Cristina” son las leyendas de esos afiches. “No hay una conducción política que contenga a nuestro sector, que es el de los compañeros que entienden que hay que luchar y que somos la verdadera oposición. La política del intendente se fue cerrando hacia adentro”, opina, en diálogo con la nacion en su búnker morenense, el Ateneo Néstor Kirchner.
Correa fue elegido concejal en el año 2013 y cuenta que lo suyo es el recorrido puerta a puerta: “Nos estamos enfocando en el casa por casa. Hay 123 mil casas en nuestro distrito y ya hicimos más del 70%”. Dice que su lista no tiene “sapos, sapitos ni escuerzos”.
Cerca de Festa tienen sus cuestionamientos para los adversarios internos. Apuntan preferentemente contra Fernández, a quien le critican su paso por el Instituto Municipal de Desarrollo Económico Local y haber pretendido una interna mano a mano, y contra Correa, al que le cuestionan que sus ambiciones políticas locales están fogoneadas por una cercanía que le atribuyen con Máximo Kirchner.
Al referirse a la proliferación de listas, Festa responde: “Yo aliento a todos [a participar], me parece sana la interna”. Y sobre su supuesta injerencia en la presentación de listas sin chances reales, dice que “son argumentos básicos de aquellos que saben que es complicado ganarle a un intendente”.
A pocos metros de la plaza del centro, en el Concejo Deliberante, hay más precandidatos. Son Cintia González y José Luis Barreiro. “Festa no se hizo cargo, no conduce el peronismo de Moreno. Nunca llamó a la unidad. Lo ayudé a ser intendente, pero él agarró otro camino y en el distrito hay falta de gestión”, señala la concejala González, en diálogo telefónico con LA NACION mientras camina Cuartel V.
También señala que Festa alienta la presentación de otras listas para dividir el voto peronista local. “Eso es verdad y es una estrategia válida. Las listas que juegan en serio son las de Fernández, Correa, Festa y la nuestra”, resume.
Barreiro, que lleva ocho años como concejal, se lanzó hace pocos días. “Milité la unidad hasta siete días antes del cierre de listas. Estábamos en las mismas condiciones que todos los demás y decidimos participar”, dice a este diario vía telefónica, en medio de una reunión con comerciantes. “En Moreno no hay liderazgo político, el intendente no tiene esa voluntad”, define y señala que “los que se creen que son los elegidos, como La Cámpora, se van a llevar una sorpresa electoral”.
La lista de postulantes no termina ahí: también está oficializada la lista de Ramón “Nene” Vera, del Encuentro Vecinal en Acción. En Moreno, según calculan en las distintas listas peronistas, la intención de voto de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner se ubica entre el 50 y el 60%. En el tramo más bajo de la boleta se abre un desafío de convivencia: la lista definitiva que surja de las PASO en el distrito puede terminar integrada por concejales de las minorías, siempre y cuando alcancen un piso de 25% votos en la interna.
Por: Javier Fuego Simondet
fuente lanacion