Allanaron la casa de un funcionario de la Intendente de Quilmes Mayra Mendoza, en la investigación por el brutal crimen de Micaela Romero. Es, Juan Carlos Fernández, referente del barrio Iapi y colaborador del concejal oficialista Ariel “Lula” Gómez.
En la propiedad del Delegado de la IAPI hallaron drogas, armas, explosivos, y el teléfono robado en el asalto a la joven policía asesinada a quemarropa. El hijo del funcionario, cuya casa fue allanada, con antecedentes por secuestros extorsivos, responde a un concejal de “La Cámpora” de Quilmes y está detenido.
La DDI de Avellaneda – Lanús, en conjunto con la Policía Federal, allanó su casa. De los seis jóvenes involucrados, dos son parientes del delegado: el hijo y el hermano.
La agente Micaela Romero, que era custodio de la Quinta de Olivos, fue asesinada el pasado domingo durante un asalto perpetuado por seis delincuentes que estaban en tres motos y la interceptaron para robarle.
La víctima había salido para comprar cigarrillos, junto a un amigo, cuando fue cruzada por los motochorros, quienes le sustrajeron el celular y le efectuaron un disparo en el pecho que, horas más tarde, terminó con su vida en el hospital El Cruce de Florencio Varela.
Hasta el momento, una de las versiones sobre el episodio –según la tía de la oficial asesinada– sostiene que los delincuentes identificaron a la policía como tal y ese fue el motivo del disparo. Lo cierto es que por el crimen detuvieron a los seis hombres, dos de ellos menores de edad que ya están libres, mientras que otros dos son el hijo y el hermano de Juan Carlos Fernández, delegado de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, en el barrio Iapi.
El funcionario municipal quedó involucrado tras el allanamiento que realizaron en su casa tanto la DDI de Avellaneda-Lanús como la Policía Federal. Allí, los investigadores acudieron luego del seguimiento al celular del hijo de Fernández, quien fue detenido junto a su tío, ambos sindicados como participes del asesinato de Micaela Romero.
Finalmente, según fuentes locales, el hermano de la agente fallecida “se encuentra en prisión” y habría mandado esquelas diciendo que “nadie los toque” (a los responsables de la muerte de su hermana), ya que él “va a solucionar las cosas adentro”.