“Soy una persona de actividad confusa”, dice Pablo Bernasconi y se ríe de su propia definición. “De chico no tenía ningún talento especial”, le cuenta a NOTICIAS desde su estudio en la Patagonia. Sin embargo, las huellas de su talento sobran. Diseñador gráfico, ilustrador, escritor, comunicador, Bernasconi es un prestigioso artista y un hombre que le gusta andar por los márgenes y asumir desafíos.
Publicó veinte libros infantiles como autor del texto y de las ilustraciones; cuatro libros de imágenes para adultos (a fin de año salen tres más) e ilustró más de veinte títulos de autores de diferentes nacionalidades. Sus ilustraciones se publican en The New York Times, Bergens Tidende (Noruega) y The Times, entre otros medios nacionales e internacionales. Recibió numerosos reconocimientos por su trabajo. Diez premios a la excelencia en la SND (Society of Newspaper Design) y el Gran Premio de IBBY Argentina por El Infinito, entre muchos otros. Además, ha colaborado con diferentes organizaciones sociales: UNICEF, ACNUR, Greenpeace, ONU, Hospital Garrahan y Abuelas de Plaza de Mayo y otras.
Vive en Bariloche desde hace años, es papá de Nina (9) y de Franco (13) y está en pareja con Tania Gatti, que maneja el espacio cultural Estación Araucania. Y— un detalle no menor, que lo define en su hacer artístico— le gusta meterse en problemas que lo alejen de cualquier tipo de aburrimiento. “Me meto en cosas que no sé cómo van a salir”.
Noticias: Alguna vez dijo que el diseño había venido con usted.
Pablo Bernasconi: Louise Glück dice: “Miramos el mundo una sola vez en la infancia, el resto es memoria”. Es una frase que me gusta mucho. El acercarme al universo narrativo de las imágenes me viene de muy chiquito. La historieta, el cine, la imagen estática y en movimiento, siempre me fascinó todo eso. Yo no tenía ningún talento especial, pero dibujaba mucho y dedicaba mucho tiempo a la observación y a la exploración de la imagen. Siempre me interesó cómo la imagen narra y se expande en un montón de sentidos.
Noticias: ¿Cuándo decidió que esta fascinación por la imagen se convertiría en su camino profesional?
Bernasconi: Primero decidí estudiar diseño gráfico y en otro momento decidí renunciar a ciertos trabajos que se abocaban puramente al diseño. Lo hice durante años y dejó de interesarme. No quería que fuera mi actividad principal.
Noticias: ¿Cómo se considera hoy? ¿Qué diría si tuviera que presentarse?
Bernasconi: Soy una persona de actividad confusa. La palabra artista es la que más se acerca a lo que hago hoy: escribir, ilustrar, hacer teatro, trabajar desde la comunicación. También la palabra autor. Me gusta expandir la curiosidad. Me abre una ventana y me da un montón de energía para no aburrirme y no perder el riesgo que mueve a un artista. Me gusta meterme en problemas, en cosas que no sé cómo van a salir.
Noticias: ¿Cómo es su proceso creativo?
Bernasconi:Confío mucho en la intuición y soy permeable a los estímulos que me indican el camino. En una segunda etapa, más fría y calculada, le doy forma al proyecto y lo desarrollo.
Noticias: ¿Cuáles son esos estímulos?
Bernasconi: La música es importantísima, motiva emociones, me apoyo mucho en ella. También la literatura, es un ejercicio de imaginación formidable, y el cine.
Noticias: ¿Qué música lo motiva?
Bernasconi: Radiohead, Pink Floyd. Me gustan mucho las letras, la poesía en la música, Bob Dylan, Leonard Cohen.
Noticias: ¿Cuánto influye en su trabajo el entorno de la Patagonia?
Bernaconi: Viví un tiempo en Buenos Aires y me embarullaba estar en medio del ojo del huracán, demasiado ruido. En cambio, acá hay una quietud, un espacio para esa sintonía de la que hablaba antes, una cierta armonía que hace que no se meta el entorno.
Noticias: ¿Cuánto hace que vive en Bariloche?
Bernasconi: Nací en Buenos Aires y a mis cuatro años nos mudamos a Bariloche. Después, a los 18, me fui a estudiar a Buenos Aires y estuve doce años allí. En 2001 volví a Bariloche y decidí generar mi historia aquí. Estoy contento. Vivo a catorce kilómetros de la ciudad, cerca de una laguna y del Nahuel Huapi.
Noticias: ¿Cómo es su vida allí?
Bernasconi: Hay un encuentro continuo con la naturaleza que es inevitable, incluso con un volcán que te explota en la cara, con nieve que te tapa hasta las orejas, con frío o con el turismo que desborda en verano. Yo tengo mucha relación con el agua, la nieve, salgo a correr, ando en bici, disfruto mucho el entorno. Tengo mi estudio en mi casa, estoy super conforme con la vida acá. Uno tiene menos necesidades de consumo y aprecia las cosas de manera diferente.
Noticias: Usted dijo que estaba haciendo los libros que no encontró cuando era niño y que se los está regalando en diferido.
Bernasconi: Es así. Cuando genero un libro infantil me pregunto si eso me hubiese gustado a mí cuando era chico, si lo hubiese disfrutado. Ese es mi filtro. Es lo más legítimo y genuino que puedo hacer. Tengo proyectos cajoneados porque no sobrevivieron a esa pregunta.
Noticias: También dijo que es imposible escribir para todo el mundo.
Bernasconi: Sí, o por lo menos es una ambición que a mí no me interesa sostener. Eso es Disney. Hay recursos para expandirse hacia la mayor cantidad de lectores posibles. Pero ese diálogo tan masivo implica descartar ciertas elecciones y hacer concesiones que tienen que ver con la redundancia, con hacerlo más básico para que todo el mundo lo entienda y con subvalorar la inteligencia del otro. Eso para mí es un crimen horrible.
Noticias: A pesar de no ser masivo usted es un artista trascendente. ¿Cuál es su concepto del éxito?
Bernasconi: Tiene que ver con la gratitud propia y de los otros hacia manifestaciones que se sostengan en el tiempo. En esta cualidad tan efímera que tiene una manifestación cultural hoy en día, cualquiera que perdure en el tiempo para mí es un caso de éxito rotundo. Que la gente siga volviendo a eso, que se convierta en un clásico.
Noticias: Usted va a contracorriente de estos tiempos efímeros y vacíos.
Bernasconi: Es un hilo más finito de la misma corriente. Yo voy por un arroyito que da muchas más vueltas, pero al final al mar llego. Hay menos cosas que me pueden interrumpir. Hay como una modestia buscada. “No me molesten, voy por este río finito con mi barquito, van a ver que voy a llegar igual”.
Noticias: Tiene su ego domado
Bernasconi: Más o menos, cuando publico algo no miro nunca los comentarios en las redes sociales. No quiero dejarme influenciar por los comentarios a favor y es muy fácil caer en eso.
Noticias: ¿Y cómo canaliza los numerosos premios y reconocimientos que ha tenido?
Bernasconi: Los premios son como un capital. Cada premio hace que crezca mi espalda y eso me permite jugarme en mis elecciones y sentirme más libre. Por otro lado, los premios son vidrieras muy grandes y uno se va valorando más económicamente, visualmente, en los medios donde trabaja.
Noticias: ¿Cómo impactó en usted este año tan excepcional?
Bernasconi: Hace veinte años que vivo en cuarentena, trabajo en mi casa, esto no me modificó mucho la rutina. Sí no poder ver a mi familia o a mis amigos, eso se extraña. En lo profesional se resiente mucho la estructura económica, si la gente no compra libros yo no vivo. Pero a nivel proyectos me ayudó a desempolvar cosas que tenía guardadas hace tiempo, trabajarlas y terminarlas. Supongo que van a salir a fin de año. Le agradezco eso a la pandemia.
Noticias: ¿Cuál es su próximo proyecto importante?
Bernasconi: En febrero inauguré la muestra “Al infinito” en Bariloche e iba a exponerla en el Centro Cultural de la Ciencia en Buenos Aires en octubre, pero no pudo ser por la cuarentena. Ahora no sé cuándo se hará, también está la idea de llevarla al interior del país. La muestra consiste en un montón de artefactos que explican de forma artística y metafórica conceptos de la ciencia compleja, la filosofía, la religión y el arte. Los agujeros negros, el puente Einstein Rosen, los multiuniversos, la física cuántica, la materia oscura, las manifestaciones del infinito en el arte, en la historia, todo eso con la solución visual artística que yo generé. Estuve dos años trabajando en este proyecto, de hecho tomé clases en el Balseiro con científicos y armé un equipo que me ayudó a construirlo. También tuve la asesoría del Invap, el Conicet y la Universidad del Comahue. Estoy muy contento.