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No fueron pocas las emociones que se agitaron con el regreso de determinadas actividades a la nueva normalidad. Sea con barbijos, tapabocas, alcoholes y demás menesteres, el poder caminar sobre césped, visitar el bar favorito o comer la minuta de siempre, son algunas pequeñas (grandes) libertadesrecuperadas que provocó más de una lágrima entre los porteños.
En este cierre de semana se anunciaron muchas nuevas flexibilizaciones de la cuarentena, pero en esta fotogalería nos centramos en capturar las emociones, los rostros, los sentimientos generados por la vuelta a los bares y restaurantes.
Pocas sociedades como la rioplatense tan adepta a la charla de café, al encuentro con amigos, al almuerzo en familia.
Las cámaras y el ojo experto de los fotógrafos de PERFIL Pablo Cuarterolo, Néstor Grassi, Juan Obregón, Ernesto Pagés y Marcelo Silvestro lograron algunas de las mejores imágenes con espíritu urbano.
Gastón Alejandro, dijo a PERFIL que estaba “muy contento” de poder volver a salir a comer con su pareja luego de varios meses. Similar alegría expresaba la dominicana Claribel quien soñaba con volver a visitar su local de comidas rápidas preferido.
Patricia, por su parte, comentó que “finalmente” pudo salir a “festejar con sus amigas”, con las cuales no se encontraban desde hace 6 meses.
Gloriana y Anthony, ambos de Venezuela, también contaron a PERFIL de su entusiasmo por la reapertura de las confiterías porteñas.
Desde el ruido del choque de las cervezas, hasta el chin chin de los tragos, pasando por el ruido de la cuchara en el pocillo de café, volvieron para cortar el silencio de las sillas bocabajo.
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