Un polémico escrito y el análisis de qué pasó realmente con el hijo del jardinero Barreiro. Por Luis Gasulla
En un enorme escrito de 1130 carillas el juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla confirmó procesamientos a los imputados por la causa D´alessio y sumó delitos a varios de los integrantes de la llamada “asociación ilícita”.
Días atrás, en una entrevista telefónica con la abogada de Pedro Etchebest, Natalia Salvo me dijo que la extorsión hacia su cliente no existió en el caso del fiscal Carlos Stornelli. Sin embargo, el juez de Dolores ahora procesó al fiscal de la causa Cuadernos por “tentativa de extorsión” pero en el caso del hijo del jardinero Barreiro.
En “Érase una vez en Argentina” repaso los hechos ocurridos con el hijo del ex jardinero de los Kirchner. El juez da por probado que existió un intento de extorsionar a Pablo Barreiro por parte del fiscal Stornelli. Se basa en sus dichos.
¿Qué pasó realmente? La semana en la que detuvieron a Marcelo D´alessio, Pablo Barreiro se presentó espontáneamente en Dolores. La causa estaba en secreto de sumario. El denunciante aseguraba ser otra víctima de las extorsiones del falso abogado e involucraba al fiscal Carlos Stornelli. Los medios kirchneristas convalidaron a la nueva víctima del “espionaje de Mauricio Macri con la cloaca de Comodoro Py y el periodismo cómplice”. La familia del denunciante no podía explicar su fortuna. Su padre, Ricardo Barreiro había conocido a la familia Kirchner en la intimidad de El Calafate, 20 años atrás. El “jardinero” Barreiro de 63 años había sido embajador cultural en Formosa, coordinador en el ministerio de Cultura de Entre Ríos, empresario en Tucumán, cuidador de parques en Santa Cruz y nombrado en el Estado Nacional a pesar de que había sido exonerado en el año 1991. En el año 2015 tenía negocios dedicados a la aviación, el transporte, el turismo, gastronomía, la construcción y la hotelería. Años atrás, lo habían investigado por su relación con la banda narco de Rosario “Los Monos”. Su hijo, el denunciante de Dolores, era secretario personal de Cristina Fernández de Kirchner.
Ante Ramos Padilla, Pablo Barreiro presentó audios conversando con sus ex abogados defensores, Luis Vila y Fernando Archimbal que él interpretaba como un apriete para que declarase como imputado colaborador. Su padre estaba preso por la causa de los Cuadernos desde el 28 de septiembre de 2018. Eduardo Feinmann, en televisión, había dicho que la justicia estaba tras sus pasos. Mientras detenían al “jardinero” en El Calafate por su aparición estelar en los Cuadernos de Oscar Centeno, Sebastián y Pablo Barreiro, convocaron por teléfono a Vila para que gestionase la liberación del confidente de la familia Kirchner. A Franco Bindi, habitual letrado de los querellantes de Dolores, le habían denegado la excarcelación y decidió dar un paso al costado de su defensa. “Franco es de extrema confianza pero me dijo que no tiene conocimientos sobre el tema” le dijo el jardinero a Vila en la cárcel de Marcos Paz el 30 de septiembre. Llamativo. Era el abogado de Lázaro Báez pero no era experto en la materia. El jardinero Barreiro dudaba entre quedarse con la defensa técnica de Vila o la “política” de Alejandro Rúa y Graciana Peñafort a quienes había recibido en el penal. 48 horas después, Vila se reunió con los hermanos Barreiro para delinear la estrategia de defensa. Finalmente, el padre de los Barreiro optó por la defensa “política”. Vila convenció a Pablo Barreiro de realizar una presentación espontánea en la fiscalía de Carlos Stornelli. El 8 de octubre se realizó la audiencia en la que las partes se llevaron una copia. El resultado fue negativo. “No aportó nada relevante y no lo tomamos como imputado colaborador” recuerda el fiscal. “Al no haber acuerdo, el contenido de lo conversado queda en la terreno de la confidencialidad” explica un experto en la materia. “Lo que se rompe son los apuntes que se va tomando de forma manual antes de firmarse el acuerdo” explica un fiscal de Comodoro Py. “El resultado que se arribó fue magro” confirma el letrado Vila que ejerció la defensa hasta el 22 de ese mes. La charla no habrá durado más de 15 minutos explican los testigos. Barreiro confunde una declaración con una reunión previa a declarar como imputado colaborador.
El 18 de febrero, Vila denunció en Comodoro Py, ante el juez Sebastián Casanello, la falsa denuncia de Pablo Barreiro en Dolores que mansillaba su buen nombre al asociarlo a supuestos aprietes para arrepentirlo ante Stornelli. “Me grabaron de forma clandestina violando la confidencialidad entre abogado y cliente”. Ese audio fue tuiteado por Alejandro Rúa, el abogado que se había quedado con su anterior cliente, horas antes de la presentación en Dolores. Pablo Barreiro relató otra historia ante Ramos Padilla. Dijo que mientras su padre estaba detenido en Marcos Paz, un tal “Charly” los contactó a través de Pablo Grillo. Charly era Carlos Liñani, el hombre que tenía agendado en su celular a Etchebest como “Pedro De Vido”. Liñani frecuentaba el bar irlandés, Down Town Matías, en San Martín 979, del microcentro porteño. Allí tomaba cervezas al caer la noche con amigos que conocía en el bar. Grillo atendía allí tras regresar de El Calafate en el que había buscado suerte en el negocio gastronómico. En el sur había conocido al menor de los Barreiro. El mesero fue el enlace entre los Barreiro y Charly que se presentaba como despachante de aduana. Al conocer la noticia por televisión, Liñani le hizo saber a Grillo que debía contarle algo urgente a Pablo Barreiro. Se encontraron un 4 de octubre a las 19 horas en el Hotel Hilton de Puerto Madero. De entrada, los hermanos grabaron las conversaciones. Liñani les aseguró que la defensa “política” mantendría al jardinero en la cárcel y que Rúa y Peñafort estaban para defender “a la jefa”. Les dijo que a ellos “no les cerraba el blanco” y les recomendó hablar con un tal D´alessio y Rodrigo González para “negociar” con Stornelli. De allí, los hermanos Barreiro, fueron a juntarse con su abogado oficial, Luis Vila, en el café Tabac, a quien también grabaron. El abogado quedó en averiguar qué había de cierto entre la supuesta relación de esos letrados con Stornelli. Sin embargo, a los pocos minutos, Vila les dio su parecer: “Mostraron la hilacha, Calcaterra no necesita que nadie lo lleve de esa forma”. Se refería al empresario Ángelo Calcaterra a quien D´alessio y Liñani se jactaban de haber llevado a Comodoro Py y evitado su detención: “Un disparate” les dijo Vila. Más allá de los honestos consejos de Vila, los Barreiro lo grabaron también. Para Pablo Barreiro, es “evidente que Stornelli estaba al tanto de la extorsión de D´alessio”. El lunes 8 de octubre se presentaron ante el citado fiscal. Según Barreiro le contaron todo lo sucedido. Según Vila y Stornelli nada de eso pasó. “Vila nos dijo que salía 250 mil dólares” (…) “Pagamos 40 mil dólares por haber salido de esa audiencia sin problemas”.
Las llamadas entre Barreiro y D´alessio existieron. Según las fuentes consultadas, el diálogo fue así: “Mira gordo, mañana te salen a buscar, así que, si querés yo te pudo llevar a ver a Stornelli, porque yo soy el tipo que llevó al primo del presidente a Comodoro Py, que entró por una puerta y salió por la otra», sugirió el falso abogado. Pero Vila les decía a los Barreiro que era todo verso, que Stornelli no era así. “Si yo hago algo así me denuncian hasta mis secretarias” explicó el fiscal a este periodista. En febrero de 2019, en medio de una feroz campaña mediática, Barreiro declaró: “Stornelli me increpó si era testaferro de mi padre, me preguntó por los empresarios Báez, López, Ferreyra y Paolo Rocca”. El fiscal asegura que eso jamás ocurrió. En la causa Cuadernos jamás fue mencionado Pablo Barreiro. Al igual que Etchebest, los hermanos Barreiro grabaron a sus interlocutores. Lo hacían desde el primer momento con la suposición de que la justicia los estaba investigando. Al igual que el “chacarero”, el hijo del jardinero se presentó en Dolores, juzgado que no tenía competencia con los hechos supuestamente producidos.
La denuncia parecía calcada a la de Etchebest. Otra vez, el fantasma de Bindi y de los abogados cercanos al Instituto Patria y a Cristina Kirchner, se asomaba. Horas antes de ser detenido, D´alessio le escribió a Liñani: “Llámame ya por favor… Mañana no puede ir el auto. El hijo del jardinero te va a dejar pegado como que le pediste dinero en nombre mío y de Rodrigo (González). Es una locura. Nunca lo vimos a ese hombre!!!!” Rodrigo González explicó en Dolores que jamás había visto a los hermanos Barreiro. No hay llamadas entre ellos. Vila denunció lo sucedido en Comodoro Py para salvar su buen nombre. Esa denuncia generó que el juez Ramos Padilla le dictase falta de mérito a Stornelli por este caso en particular. Hasta hoy.
Los hechos que sólo ocurrieron en el despacho de Dolores
Sin datos nuevos, el juez cambió su parecer. De dictarle la falta de mérito a Stornelli por ese caso, lo procesó por tentativa de extorsión.
Nunca citó a declarar al abogado Vila.
El propio Vila le consultó telefónicamente al fiscal Stornelli si era factible la detención de su cliente. Los Barreiro sabían que no irían presos pero siguieron con la victimización.
En la asociación ilícita lo incluye al periodista Daniel Santoro que no tuvo relación con este caso.
Asegura que Stornelli recibió a D´alessio presentando por Santoro como un “agente de inteligencia” o “integrante de la DEA”. Eso no se desprende de las declaraciones judiciales. Santoro lo presentó como una fuente personal. Nunca se habló de que D´alessio fuese un agente de la DEA.
Está probado que D´alessio no era un agente de la DEA. Tampoco pertenecía a los servicios de inteligencia.
Carlos Liñani, el otro abogado que “giraba” a fiscales y jueces, admitió en sede judicial que faltó a la verdad en los chats con Barreiro. Pero su palabra no importó.
No hay chats entre D´alessio y el fiscal Stornelli sobre el mencionado hijo del jardinero. Tampoco con Santoro.
Ramos Padilla insistió, una y otra vez, que la causa Dolores no se metería en la Causa Cuadernos. En sus más de 1000 carillas lo hace insistentemente y también se introduce en el PUF para desacreditarlo.
No es un delito que un periodista entreviste a un arrepentido o posible arrepentido previo a su declaración judicial. ¿Acaso cometieron un delito los periodistas de C5N que entrevistaron a agentes de inteligencia vinculados a la Causa Espionaje M previo a sus declaraciones en Lomas de Zamora?
El juez asegura que D´alessio y sus integrantes pertenecían a una banda paraestatal y vincula a Jaime Stiuso. Se basa en un fragmento de mi declaración en la que relato cómo conocí personalmente a D´alessio en agosto del 2017 tras ser contacto por Rolando Barreiro a quien había agendado como Roli Stiuso. Insólito.
Tanto Stornelli como Santoro fueron indagados por otros supuestos delitos. Ahora fueron procesados por otros hechos que el juez decidió sumar a posteriori.
El modus operandi del armado de la Operación Hijo del Jardinero es similar al que hicieron para ensuciar mediáticamente al abogado de Víctor Manzanares, Roberto Herrera. Plantar a un infiltrado en la fiscalía de Stornelli, sacar fotos y después denunciar una extorsión.
Ramos Padilla basó su escrito en pruebas que no existen en la causa Dolores y cerró su investigación sin citar a testigos presenciales de los hechos que sólo ocurrieron en los escritos redactados, en su despacho.
Fuente Periodisoypunto