La líder de la Coalición Cívica pidió apoyar a Daniel Rafecas. Pero el kirchnerismo directamente quiere reformar la ley de Ministerio Público Fiscal. Este lunes sigue el debate en el Senado. Por Carlos Galván
¿Fue un intento de Elisa Carrió de “salvar a la República” o directamente apuntó a poner en aprietos al oficialismo? Su sorpresivo pedido para que Juntos por el Cambio (JxC) apoye la designación de Daniel Rafecas como procurador General de la Nación encontró más o menos eco en sectores opositores, pero ninguno en el más importante: el bloque K en el Senado, el más numeroso y el que tiene la llave para definir si se trata, o no, el pliego del jefe de los fiscales.
En la bancada oficialista dijeron este domingo a Clarín que más alla de la movida opositora, no está en sus planes, al menos en el corto plazo, tratar el pliego de Rafecas.
“Primero vamos a discutir la ley de Ministerio Público Fiscal y recién ahí veremos la designación del procurador”, detallaron en el ala del bloque oficialista más alineada con Cristina Kirchner. Y completaron: “Es una cuestión de orden”.
Daniel Rafecas. En el Gobierno dicen que aún es el candidato del Presidente.
Es más: para este lunes está convocada la comisión de Justicia del Senado para seguir con la discusión de dos proyectos de reforma en la ley del Ministerio Público Fiscal que fueron presentados por legisladores de JxC, Lucila Crexell y Martín Lousteau.
Ambos trataron de retirar la semana pasada sus iniciativas, pero el oficialismo no se los permitió bajo el argumento de que una vez presentados pertenecen al pleno del cuerpo. La discusión se zanjó, el jueves pasado, en una votación en la que el kirchnerismo impuso su mayoría. La intención del oficialismo es avanzar con el tratamiento de los proyectos en la comisión de Justicia.
Las iniciativas de Crexell y Lousteau le vinieron como anillo al dedo al kirchnerismo: proponen limitar el mandato del procurador -6 años Lousteau; 5 años Lucila Crexell- a diferencia del mandato vitalicio que fija la legislación vigente.
Con el tratamiento de los proyectos que no le permitió retirar a la oposición, el bloque kirchnerista busca, por un lado, dejar en claro que el que puso en la agenda parlamentaria la discusión de la ley de Ministerio Público Fiscal fue Juntos por el Cambio.”Los que presentaron proyectos sobre este tema fueron ellos, no nosotros”, subrayan en el oficialismo.
Por el otro lado, buscan generar incomodidad en la bancada opositora. Si se trata de un juego de espejos, quizá es lo mismo que trató Carrió al llamar a apoyar a Rafecas.
En el oficialismo sostienen que si se acorta el mandato del jefe de los fiscales “carece de sentido mantener una mayoría agravada para su designación”.
Actualmente, la ley fija que el procurador es nombrado con dos tercios de los votos del Senado (48 votos). El cambio que quiere hacer el kirchnerismo es rebajar esa mayoría agravada a una absoluta, es decir a 37 votos.
La bancada del Frente de Todos suma 41 senadores propios; con aliados llega a 43. De retocar la ley, podría de nombrar al procurador que quiera por si solo y sin negociar con nadie.
Este lunes a la reunión de la comisión de Justicia y Asuntos Penales -la preside el neuquino Oscar Parrilli- fueron convocados a exponer el penalista Alberto Binder, el ministro de la Corte santafesina Daniel Erbetta y Maximiliano Rusconi, de larga trayectoria en la Procuración y defensor el ex ministro Julio De Vido.
Juntos por el Cambio recién definirá en la mañana de este lunes si participa, o no, de la reunión de la comisión.
En el oficialismo indican que no tienen apuro en dar dictamen a una nueva ley de Ministerio Público. “Vamos a esperar a que se expida el consejo consultivo que asesora al Presidente” sobre posibles reformas en el Poder Judicial, informaron en la bancada. “Ahí se verá si el Ejecutivo envía un proyecto o si es algo que queda en manos del Senado”, agregaron.
Además de acortar el mandato y reducir los votos para la designación del procurador, la otra idea en el cristinismo es darle con la nueva ley mayor poder de monitoreo y control sobre la Procuración a la bicameral del Congreso “tal como pidió Lousteau”.
En la oposición desconfían que el oficialismo hará algo más: fijará que la remoción del procurador también se haga con 37 votos. Así, podrá quitar al interino Eduardo Casal.
“Y en caso de que el Poder Ejecutivo no envíe un nuevo pliego en reemplazo del de Rafecas, al frente de la procuración podría quedar otro interino pero del paladar de Cristina”, analizan en la bancada de Juntos por el Cambio. El que suena para ese caso es Víctor Abramovich, actual procurador ante la Corte y ex director del CELS.
En la bancada kirchnerista sostienen que la situación actual en la Procuración “demuestra que se debe modificar la ley. Es inviable tener que buscar dos tercios cada cuatro años”.
En una columna de opinión publicada en el el sitio Infobae, el senador de La Cámpora Martín Doñate hizo pública la posición del cristinismo.
En ese texto, Doñate reclamó “una urgente e impostergable discusión en el Congreso de la Nación” de un “nuevo texto normativo” del Ministerio Público Fiscal. Y subrayó que esa ley debe discutirse “antes que cualquier otra decisión sobre ese órgano”, es decir de la designación del procurador.
Hace tiempo que en la oposición se especula con que Daniel Rafecas, propuesto por Alberto Fernández, “no le cierra” a Cristina Kirchner. El pliego de Rafecas fue enviado por el Presidente en marzo, pero desde ahí está cajoneado. Cerca de Alberto F. dijeron anoche: “Sí, seguimos con la idea de que sea Rafecas
Cristina Kirchner, en una sesión del Senado, el mes pasado. Foto Lucía Merle.
Corren versiones de que la vicepresidenta quiere en ese puesto a la santiagueña Indiana Garzón o a su asesora Graciana Peñafort. Pero en el kirchnerismo dicen que se “trata de operaciones”.
Con el sistema acusatorio, el poder del procurador será muy grande.
Acerca de la movida de Carrió, en el oficialismo ironizaron: “No vamos a caer en la trampa de votar contra nosotros mismos. Ella dijo que había que nombrarlo para salvar al país del kirchnerismo. Bueno, la mayoría en el Senado la tenemos nosotros”, señaló un senador cristinista de paladar negro. Según ese legislador, Carrió jugó a generar tensiones en el oficialismo.
La apuesta del bloque K en el Senado es tener una nueva ley en febrero o marzo de 2021. Se verá si llegan.
Fuente Clarín