La diplomacia marroquí y los países amigos del Reino de Marruecos frustraron, en la IV Comisión de la Asamblea General de la ONU, una declaración de la Comunidad de Desarrollo de África Austral hostil a su integridad territorial. Por Adalberto Agozino
El lunes 2 de noviembre, la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC por sus siglas en inglés) se preparaba para realizar una declaración ante la IV Comisión de la Asamblea General de la ONU sobre una supuesta descolonización y evocar así la cuestión del Sahara marroquí.
Pero, tan pronto como esta declaración sobre el Sahara se incluyó en el orden del día de la IV Comisión, varios Estados miembros de la SADC, en particular la República Democrática del Congo, Comoras, Malawi, Eswatini y Zambia, expresaron su rechazo al contenido falaz de dicho texto.
También destacaron que los términos de la declaración no reflejan en modo alguno sus posiciones sobre este tema, denunciando al mismo tiempo la forma unilateral e inconsulta como se redactó dicho texto.
Así, ante la fuerte oposición de los países miembros de la SADC, el Representante Permanente de Mozambique desistió de hacer su declaración ante la IV Comisión. Por tanto, la SADC se retiró de la lista de oradores registrados para hacer uso de la palabra.
Detrás de esta maniobra estaba Sudáfrica que redactó unilateralmente y en nombre de la SADC la declaración sobre la descolonización en África que contenía un párrafo que perjudicaba la integridad territorial de Marruecos.
Desde hace años Sudáfrica no se detiene empleando todos sus recursos diplomáticos para dar un nuevo impulso a las tesis separatistas del Polisario, particularmente dentro de la SADC y de las Naciones Unidas.
De hecho, Pretoria, desde la adopción de la decisión “693” de la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana en 2018, afirmando la exclusividad de las Naciones Unidas en el tratamiento de la cuestión del Sahara y limitando el papel de ésta organización continental a un simple acompañamiento de los esfuerzos de la ONU para resolver este conflicto, ha dirigido sus acciones hacia la SADC. Organismo donde ejerce un liderazgo político y económico, para alentar a esta comunidad económica regional a adoptar una posición común favorable a las tesis separatistas.
El objetivo de esta maniobra es crear un bloque de apoyo africano que pueda defender los intereses de la inexistente “rasd” en los foros regionales e internacionales.
La retirada de la SADC de la lista de oradores confirma la exclusividad de las Naciones Unidas al abordar la cuestión del Sahara y demuestra claramente la división dentro de esta comunidad regional africana sobre este diferendo artificial. De hecho, un gran número de países de la región, a saber: Malawi, Unión de las Comoras, Zambia, Madagascar, Eswatini, República Democrática del Congo, Tanzania, Seychelles y Angola, no comparten la posición hostil de Sudáfrica.