La detención correspondía a una investigación en la que Solá Torino fue encontrado culpable de recibir una coima de un narcotraficante, y por ese motivo recibió condena de seis años de prisión el 8 de marzo de 2016 en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal. Por Belisario Sangiorgio
El exjuez federal José Antonio Solá Torino se suicidó en esta ciudad entre las últimas horas del viernes y la madrugada del sábado, cuando iba a ser detenido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), según confirmaron fuentes del Ministerio Público Fiscal (MPF) a LA NACIÓN.
Pocas horas antes, el fiscal federal Carlos Amad libró una orden de detención en su contra, en el marco de una investigación en la que Solá Torino fue encontrado culpable de recibir una coima de un peligroso narcotraficante, y por ese motivo cayó sobre él una condena de seis años de prisión el 8 de marzo de 2016 en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal.
Solá Torino fue un hombre que durante sus buenos años organizaba asados de abundancia en una casa colonial de la época de la conquista española -ubicada cerca del estadio del club Gimnasia y Tiro- donde vivió junto a su familia. Por esas mismas calles, caminaba aún desganado durante los últimos meses. El exjuez estaba en libertad, a la espera de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación definiera su situación, por un recurso que presentó contra la condena de 2016. Finalmente, la resolución fue desfavorable para él.
Según se desprende de los informes del MPF, en aquella investigación que lo condenó, “la acusación central giró en torno a las pruebas obtenidas. Daban cuenta de la intervención del excamarista en maniobras que permitieron a Miguel Farfán, un hombre condenado en 1999 por el transporte de 400 kilos de cocaína, fugarse a partir de un escrito por el cual pagó 15 mil pesos a Solá Torino, que cumplía en ese entonces la función de juez de Ejecución y Sentencia”.
Tal como confirmó este diario, antes de matarse llamó por teléfono a distintos allegados que lo conocieron al menos durante las últimas dos décadas. La vida de Solá Torino, en apariencia tradicionalista, se dividió en dos grandes momentos: cuando era una persona cercana al peronismo y cuando el sistema viró en su contra.https://7fcda9802300727d93601ffd8f2de985.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html
“Desde que comenzó la investigación, nunca más volvió a sonreír y seguramente hace tiempo pensaba en el suicidio. Tenía antigüedades, armas y muebles que abandonó en depósitos cuando lo echaron del Poder Judicial, e intentó trabajar como abogado independiente”, dijo una fuente a este diario.
Durante los últimos años, coinciden las fuentes, el ex juez -quien solía frecuentar reuniones, picadas y cenas con cerdos asados a la cruz- desapareció de la vida pública de los círculos conservadores de esta ciudad.
Los informes del MPF destacan que el archivo de expedientes incluye “las conversaciones, grabaciones y transcripciones” en las que un grupo de narcotraficantes dialoga sobre el pago de coimas al exjuez, que también fue profesor universitario. “No fue una mala persona y tampoco poseía un gran patrimonio. ¿Pero, cuán ambicioso tenés que ser para meterte con narcotraficantes… si ya viajás de vacaciones, tenés una buena casa, un sueldo alto y una familia?”, reflexionó un vecino que lo conoció en un vínculo de amistad.
En tanto, según informaron fuentes judiciales, el narco Farfán -quien sobornó a Solá Torino- aún se encuentra detenido por tráfico de cocaína luego de escapar por un largo tiempo con respaldo del exjuez corrupto que se quitó la vida. Paradójicamente, este narco -investigado desde 1999- también sobornó en 2014 al exjuez federal de la ciudad salteña de Orán, Raúl Reynoso, que se encuentra actualmente preso por montar en la frontera norte una red de cobro de coimas para liberar criminales acusados de delitos federales.
Fuente La Nacion