Más de una vez el derrotero judicial de los hermanos Rubén (60) y Angel Ale (65) -conocidos como “la Chancha y “El Mono”- se calificó de “escandaloso” debido a los beneficios que fueron logrando a través de los años por parte de algunos funcionarios de la Justicia.
Ambos resultaron condenados en diciembre de 2017 a 10 años de prisión por ser jefes de una asociación ilícita que lavó millones de pesos obtenidos de la usura, la extorsión, la explotación económica del ejercicio de la prostitución ajena y el comercio de estupefacientes.
Sin embargo, “la Chancha” no pasó un sólo día en una cárcel (alegando problemas de salud) y su hermano Angel- que sí cumplió algo más de dos años preso- logró que el Tribunal Federal de Tucumán le otorgara la semilibertad.
Y el TOF tucumano no lo hizo una, sino dos veces. Incluso insistió en esa postura luego de que la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal interviniera para decirles que se habían equivocado.
La secuencia fue así:
El 13 de diciembre de 2019 Ricardo Fanlo (abogado de Ángel Ale) consiguió que el Tribunal le otorgara la semilibertad y le permitiera hacer salidas laborales. Los fiscales tucumanos apelaron y finalmente Casación revocó el régimen de semilibertad en un fallo fechado el 11 de septiembre pasado. Pero ahí no terminó la cosa.
El 30 de septiembre, apenas unos dias después de esa resolución de Casación, el Tribunal tucumano citó a una audiencia con las partes para -se suponía- quitarle el beneficio al “Mono”. En lugar de hacer eso escuchó “nuevos” argumentos de la defensa y ratificó las salidas.
Esto dio pie a una nueva apelación fiscal presentada el pasado 9 de octubre y es sobre este nuevo reclamo que ahora los jueces de Casación volvieron a intervenir.
Recorriendo Tucumán
Este beneficio, “la semilibertad” le permitió a Angel Ale a partir del 13 de diciembre de 2019 recorrer toda la provincia de Tucuman, sin supervisión, para “trabajar” en las distintas fincas de su propiedad.
Los fiscales Pablo Camuña y Agustin Chit debieron apelar esa medidas dos veces a Casación con argumentos varios, entre ellos uno muy importante: que sin supervisión “El Mono” podía ir a amedrentar a los testigos que declararon contra él en el juicio.
En palabra de los fiscales: “Las salidas en las condiciones otorgadas incrementan el riesgo de que el condenado, a través de personas a él vinculadas y que se encuentran bajo su responsabilidad de jefe, intenten poner en peligro la vida e integridad de los testigos de cargo que en muchos casos denunciaron haber sido amenazados por alguno de los imputados”.
Los integrantes de la sala II de Casación les dieron la razón una vez más el pasado miércoles 16 de diciembre.
En su resolución los jueces Guillermo Yacobucci, Alejandro Slokar y Carlos Mahiques no solo revocaron la semilibertad de Angel Ale. Además dieron cuenta de que habían sido desobedecidos por los integrantes del Tribunal Federal de Tucumán, los jueces Gabriel Casas y Domingo Batule, y por eso los apartaron.
Un escándalo: por orden de sus superiores, ninguno de los dos jueces tucumanos podrán volver a tratar la cuestion de la semilibertad de Angel Ale. Serán otros magistrados, a designar, los encargados de resolver la cuestion siguiendo los lineamientos más estrictos que fijó Casación.
“Que en estas condiciones advertida la arbitrariedad de la resolución puesta en crisis, postulo hacer lugar al recurso interpuesto, anular la resolución recurrida , apartar a los magistrados” y en consecuencia nombrar a “otros jueces para que procedan a dictar un nuevo pronunciamiento conforme los lineamientos establecidos”, dijo en su voto Alejandro Slokar.
Por ahora lo que eso implica es que Angel “El Mono” Ale, deberá permanecer en su casa. Recién el 14 de agosto del 2021 esta en condiciones de solicitar su libertad condicional.
PS
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