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Por Jean-Pierre Cecillon
Director Regional para Sudamérica de Kingston
En un año trazado por la pandemia, la computadora fue indispensable para el día a día laboral. En algunos casos, las empresas decidieron actualizarlas con unidades de estado sólido (SSD) para que los empleados tuvieran una mejor máquina, y en otros, los que hicieron lo mismo pero de forma individual. Los SSD son equivalentes al disco rígido, sirven para almacenar información con una ventaja primordial: su velocidad de procesamiento mejora el rendimiento de una laptop.
Este 2020 quedará marcado por el cambio abrupto y prácticamente simultáneo a nivel global de la forma de trabajo. Sin embargo, la readaptación fue muy veloz, y tanto empresas como usuarios independientes salieron a equiparse con SSD y memorias RAM, la alternativa ideal para lograr una PC actualizada para las exigencias actuales.
La modalidad de hacer un upgrade en las computadoras de los argentinos impactó en los números de Kingston, que tuvo en la Argentina ventas de SSD con un crecimiento de un 67% y también de memorias RAM, con un alza de 89% en la comparación con el año pasado.
Además del fenómeno de la explosión de los upgrades que impulsó fuertemente las ventas de RAM y SSD, fuimos también favorecidos por situaciones locales como la percepción de un tipo de cambio competitivo para los importadores: en cuestión de ventas, este año es el mejor desde 2011.
Remontándonos al principio de la pandemia, las estadísticas revelaban que las ventas de notebooks se dispararon, los equipos veloces se terminaron rápidamente y muchos trabajadores se llevaron lo que había en stock. Esto había dejado cantidad de parque informático “viejo” y equipos “nuevos” que tampoco estaban en óptimas condiciones para el trabajo. Para estos tipos de equipos la fórmula es incorporar memoria RAM que ayuda a mejorar tiempos de productividad. Mínimo 8GB de memoria, y 16GB, si se trata de un usuario que mantiene muchas de aplicaciones abiertas.
Es indispensable tener la cantidad de RAM suficiente para cargar todas las aplicaciones y el otro punto es reemplazar el anticuado disco rígido mecánico por una unidad SSD, un producto resistente, veloz y más que apto para el estilo de vida y trabajo de hoy. El impacto es muy notorio, porque reduce al menos a la mitad el tiempo de booteo de Windows u otro sistema operativo y la carga de los programas, especialmente cuando se combina, además, con el upgrade de memoria RAM.
Además, esta actualización tiene un costo de entre el 5 y 10% del valor total de una máquina, por tanto, hacer un upgrade sigue siendo el aliado ideal a la hora de mejorar una PC.
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