Durante décadas el monumento al ex Presidente Roca fue centro de actos mientras Néstor Kirchner gobernó Santa Cruz, decía admirarlo, y no era para menos, luego al asumir la presidencia y disfrazarse de progre, comenzó el destrato. Con Jorge Luis Borges, la cosa fue diferente, nunca hablo de el dado que jamás lo leyó, pero como en la izquierda y el peronismo lo maltratan, el gobierno manejado por CFK, ordeno quitar una frase que en su momento buscaron apropiarse: “Nadie es la patria, pero todos lo somos”.
En su momento el kirchnerismo plagio y utilizó Néstor Kirchner con el apocope “La patria somos todos”. 25 de mayo de 2007, Mendoza: a cuatro años de su asunción, el ex presidente de la Nación, Néstor Kirchner, encabezó los festejos centrales en conmemoración de la Revolución de Mayo de 1810, llamados “La Patria somos todos-
El imponente CCK, uno de los patrimonios arquitectónicos mas admirados de la ciudad de Buenos Aires, está otra vez inmerso en una polémica. Una mas, política, con tufillo ideológico, a pesar de las explicaciones de las autoridades. Lo cierto es que sin avisos previos, de la nada, desapareció el cartel colocado durante la gestión de Cambiemos con un destacado verso de Jorge Luis Borges: “Nadie es la patria, pero todos lo somos”.
En los últimos meses, esta marquesina lumínica de neón estuvo apagada en las noches. La oficina de prensa del Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK) comunicó lacónicamente que fue quitada del frente del expalacio de Correos para “llevar a cabo tareas de restauración y mantenimiento del edificio que es patrimonio histórico”.
El diario Clarín informó que las autoridades del CCK desligaron cualquier intencionalidad política en esta decisión: “No existió ninguna intencionalidad ideológica, ni política; sino todo lo contrario. La voluntad es preservar la fachada del edificio del Centro Cultural Kirchner y no incorporar elementos invasivos en la misma. En cuanto a los homenajes que se han realizado durante este año se ha elegido el recurso audiovisual del mapping sobre la fachada, de modo de proteger el edificio”, precisaron.
Por cierto que este bello edificio ubicado en el bajo porteño está inmerso en la discusión pública desde su puesta en valor y recuperación como centro cultural durante los últimos gobiernos kirchneristas. Polémica por rebautizarlo con el nombre del expresidente Néstor Kirchner, por cierto un dirigente político y no un hombre de la cultura nacional. Es más, con la llegada del gobierno de Cambiemos en 2015 y la gestión del ministro Hernán Lombardi, se llegó a manejar la posibilidad de darle otro nombre. Astor Piazzola, el mismo Jorge Luis Borges, Joaquín Lavado “Quino” u otro referente cultural estaban en danza.
Este verso de Borges, elegido para figurar en el frente del edificio, en su momento también despertó suspicacias. Vinculadas a una de las apuestas culturales e ideológicas presentadas durante las gestiones de Cristina Kirchner: “La Patria es el otro”. El tema del “otro” fue un abordaje del pensamiento de Emmanuel Levinas, una ética filosófica de la alteridad. Por eso, con la asunción del macrismo en la Argentina, llamó la atención la elección de esta frase borgiana: “Nadie es la patria, pero todos lo somos”.
La frase de Borges es un verso del poema “Oda escrita en 1966″, publicada por el diario La Nación el 9 de julio de ese año. Luego se la incluyó en el libro “El otro, el mismo”. Los cambios, ahora en la actual gestión, se notaron el 17 de octubre pasado cuando la fachada del CCK se iluminó con un mapping de la iconografía justicialista. Por cierto, que nada relacionado con Jorge Luis Borges, encajaba en esa apuesta conmemorativa del Día de la Lealtad
Retiraron un monumento a Julio Argentino Roca de la principal avenida de Río Gallegos
La estatua fue removida por decisión del municipio encabezado por el intendente kirchnerista Pablo Grasso. Críticas de la oposición
En el centro de la ciudad de Río Gallegos, sobre el cruce de las avenidas Néstor Kirchner y San Martín, se levantaba un monumento al ex presidente Julio Argentino Roca. Desde esta semana, su destino es incierto. Un grupo de trabajadores municipales lo arrancaron del sitio desde la base y lo trasladaron en un camión en un remolque.
Según se indicó desde la comuna que encabeza el intendente Pablo Grasso, alineado con el Frente de Todos, la remoción tiene que ver con una obra pública para ensanchar los carriles de las avenidas, colocar un nuevo cantero y facilitar la circulación del tránsito. No se descarta que la estatua sea emplazada en un nuevo lugar.
“Estamos analizando con la comisión de Patrimonio, hay que ver si se puede modificar y a donde se llevaría el caso de ser positivo”, apuntó Lucas Otín, secretario de Obras públicas y Urbanismo del municipio de Río Gallegos en una entrevista con una radio local en noviembre.
La estatua de bronce que homenajea al general Roca disparó la controversia en la Patagonia. Desde hace años, sectores académicos revisionistas y políticos -entre ellos el kirchnerismo- cuestionan la figura del ex presidente por ser el símbolo y artífice de la “Conquista del Desierto”, a partir de la cual el Ejército incorporó a fines del siglo XIX nuevos territorios para el Estado argentino moderno y extendió la soberanía nacional a la provincia de La Pampa y la Patagonia.
Aquella intervención militar avanzó también sobre las posesiones y dominios donde estaban asentados los pueblos originarios, como los pampas, ranqueles, mapuches y tehuelches, comunidades que hoy son reconocidas en sus derechos preexistentes por la Constitución desde la reforma de 1994.
En Río Gallegos, el retiro del monumento al general Roca volvió a atizar el debate y diferencias sobre su figura en la historiografía argentina. En esa línea, el ex ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro cuestionó con dureza la decisión, a la que calificó de un “gesto autoritario” y una “maniobra que encierra el gen de uno de los males más serios que padecemos”.
“Aunque podríamos suponer que los actuales funcionarios de la postrada provincia del sur de la Argentina no comulgan con la (anacrónica lectura) de las políticas impulsadas por el dos veces presidente constitucional, eso no constituye una razón suficiente para intentar borrarlo del paisaje. Nada bueno puede surgir del olvido forzado o la manipulación del pasado”, sostuvo el dirigente de Cambiemos.
Además, Finocchiaro destacó al ex presidente como “uno de los mandatarios más progresistas” del país, ya que “no dudó al perder más de la mitad de su base electoral para sostener una iniciativa que creó uno de los atributos que más nos enorgullecen”. “Muchas veces afirmé que la Ley 1420 -educación pública, gratuita y obligatoria- que soñó Sarmiento y sostuvo Roca, no solo plasmó la movilidad social ascendente sino que creó, a partir de símbolos también, los valores comunes de la argentinidad”, agregó.
Por último, el dirigente de Juntos por el Cambio apuntó que el gesto de retirar el monumento implica una filosofía que representa una “pérdida de libertad”, ya que se trata de la conducción del Estado de un espacio en el que se arroga “la posesión de la verdad absoluta, aquella que no puede ser discutida”.
“Aquellos que disienten son extraños, diferentes y, por lo tanto, no merecen ser parte ni tener monumentos. No pueden, siquiera, ser parte de la memoria”, expuso Finocchiaro en su cuenta personal de Instagram. Y concluyó: “No es casual que este monumento sea quitado de una avenida llamada Kirchner”.
La decisión de mudar de la icónica estatua ya se había firmado a través de la Ordenanza Municipal N° 6.790 de Río Gallegos, sancionada el 7 de diciembre de 2012. El texto establecía “la cesión de dicho monumento a las instituciones públicas que así lo requieran” y que “la estatua no puede volver al mismo lugar”.