Levantó su perfil en las últimas semanas y, mientras sostiene que en la AFIP “relegaron” al personal de carrera que trabajó durante su gestión, y él trabaja como guardia operario en una oficina de la Aduana en el partido de Tigre, Ricardo Echegaray admite sus intenciones de competir en las elecciones de medio término y posicionarse como candidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires.
Poco tiempo después de la asunción de Alberto Fernández, la actual titular de la AFIP Mercedes Marcó del la suspensión preventiva que le había sido impuesta a Echegaray por el extitular Leandro Cuccioli cuando el juez Sebastián Casanello lo procesó por haberle otorgado protección impositiva al empresario Lázaro Báez.
Así Echegaray logró uno de sus primeros objetivos: insertarse nuevamente en la estructura de la AFIP, pero sin la reivindicación que esperaba -volver a ser titular-, en una pequeña oficina aduanera que funciona dentro de la planta de Ford en General Pacheco, cerca de donde reside, el barrio privado Talar del Lago 1. “Ya va a pasar”, reconoce Echegaray sobre ese cargo, según cuentan en su entorno.
Su vínculo con Marcó Del Pont no es el mejor; tampoco está en buena sintonía con Virginia García -titular de la Dirección General Impositiva (DGI)- ni con Silvia Traverso -titular de la Aduana-. Durante casi un año en la AFIP, solo se reunió una vez con Marcó del Pont y con Traverso.
Consultado por este medio, Echegaray desmintió tener injerencia sobre la actual gestión de la AFIP y manifestó que los funcionarios que participaron en su gestión en la Aduana y en la Afip han sido “relegados” y “marginados” en la carrera administrativa. Ante la consulta de La Nación, en el entorno de Marcó del Pont optaron por no hacer declaraciones y por bajar el tono de las tensiones con Echegaray.
Sus frentes judiciales
Ante la Justicia había dicho, durante su indagatoria en un juicio oral, que el “lawfare” y el gobierno de Mauricio Macri lo habían convertido en “muerto civil”. Pero de las 22 causas penales que avanzaron en su contra durante el gobierno de Mauricio Macri, Echegaray fue absuelto y sobrseído en varias de ellas.
Si bien acumuló varias denuncias penales por su gestión al frente de la AFIP, la mayoría de las decisiones adoptadas en los tribunales federales de Comodoro Py durante el año pasado fueron favorables para él. En la mayoría de los expedientes judiciales que lo involucran su defensor es el penalista León Arslanián, que integró durante el año pasado la Comisión de Expertos convocada por Alberto Fernández para analizar el funcionamiento del Poder Judicial y del Ministerio Público Fiscal.
Fue absuelto en dos causas que llegaron a juicio oral (una iniciada por una denuncia del exministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay por violación de secreto y falso testimonio y otra por irregularidades en la importación de un auto) y sobreseído en la causa por enriquecimiento ilícito, una decisión tomada por el exjuez Rodolfo Canicoba Corral antes de renunciar a su cargo.
También fue revocado su procesamiento por el caso Ciccone II, tras una decisión de la Cámara Federal de Casación Penal. En ese expediente había sido procesado por abuso de autoridad, por “haber cambiado su posición respecto del otorgamiento de la conformidad de la AFIP para el levantamiento de la quiebra de Ciccone Calcográfica, en un lapso de dos días sin justificación”, según había considerado el juez Ariel Lijo. Ese procesamiento fue revocado por la Casación, pero no por el análisis de su responsabilidad sobre los hechos, sino porque la defensa de Echegaray adujo que no pudo presenciar la audiencia virtual en la que se abordó el incidente por un virus informático.
Sí sigue en pie el juicio en el que está acusado junto a los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa, por presuntas irregularidades en la adjudicación de planes de pago particulares para la firma Oil Combustibles, del Grupo Indalo. Las fuentes judiciales que intervienen en ese proceso esperan que la sentencia por ese caso sea dictada durante este año.
La AFIP no dejó de querellar en ese expediente -se investiga una presunta defraudación al Estado de miles de millones de pesos-, aunque sí cambió a los abogados que representan la querella. Y la permanencia de la AFIP como querellante en causas penales contra Echegaray es otro de los motivos por los que, según supo este medio, él cuestiona a la actual titular.
Pero mientras su situación judicial se ve cada vez más despejada, el extitular de la AFIP levantó su perfil. Durante las últimas semanas, dio entrevistas televisivas en el canal C5N y publicó columnas de opinión en Infobae y en El Cronista, sobre las políticas estratégicas en materia de tecnología para la transparencia fiscal de la AFIP, con fuertes reivindicaciones a sus ocho años de gestión como titular del ente recaudador.
Si el retorno del kirchnerismo con el gobierno del Frente de Todos le había producido a Echegaray las expectativas de regresar a la conducción de la AFIP, esa posibilidad quedó anulada el pasado 11 de diciembre, cuando Alberto Fernández renovó el mandato de Mercedes Marco del Pont al frente del organismo.
Echegaray, más ligado a los ocho años de gobierno de Cristina Kirchner y con una línea dura y muy cuestionada, resalta los números de la recaudación de la AFIP mientras él estuvo al frente. Marcó del Pont, que había sido echada del Banco Central por la entonces presidenta en 2013, fue considerada un cuadro de Fernández cuando presentó el Gabinete.
En el entorno de Echegaray sostienen que “habla con todos” y que está haciendo política. Uno de sus hombres más cercanos es el exsubdirector de la AFIP Guillermo Michel, quien también trabajó con Miguel Ángel Pichetto durante el año pasado y que ahora es asesor de Sergio Massa en la Cámara de Diputados.
Aunque Echegaray sostiene que su referente política es la vicepresidenta Cristina Kirchner y que con Alberto Fernández tiene buen vínculo, en el Gobierno, según reconstruyó La Nación para esta nota, dicen que no tiene respaldo para llevar adelante su carrera política en las elecciones legislativas.