Todos los sistemas, hasta los más infalibles, tienen un punto crítico en su estructura. El de los teléfonos inteligentes está en su batería. Para extender su duración, preservarla y conocer sus limitaciones, expertos enumeran los diez mitos más extendidos. Desde si conviene dejarlo cargando de noche ¿hay posibilidad de que exploten? hasta los peligros de la carga rápida.
La conservación. Cada batería de iones de litio viene con una cantidad fija de ciclos de carga, es decir, la cantidad de veces que puede ir de cero a cien. En promedio, un teléfono tiene una vida útil de entre 500 y 700 ciclos de carga. Pero eso no significa que se pueda enchufar 500 veces.
La clave está en no dejar que se vacié por completo sino repartirlo en varios tramos cortos. Si se va manteniendo entre el 40% y el 80% a lo largo del día, se extenderá el tiempo que durarán esas 500 cargas.
La clave está en evitar que el teléfono se vacié por completo. Foto: Shutterstock
“Cada vez que se conecta el teléfono, se activa la profundidad de descarga, que representa la cantidad de energía que puede extraerse en cada ciclo. Lo recomendable es distribuir la carga en varios ciclos de profundidad en lugar de apostar por un único ciclo XL”, advierte Miguel Aguirre, director del departamento de Ingeniería electrónica del ITBA.
No exprimirla. Muchos esperan hasta que la batería toque fondo para echarle un cable. “Usar la batería hasta que alcance niveles sustancialmente por debajo del 5% o menos y luego recargarla puede afectar su rendimiento. Para maximizar la vida útil lo conveniente es cargarlo con más frecuencia antes de que alcance niveles bajos y se encuentre demasiado agotado”, señala Sergio Jung, gerente de producto de LG Mobile.
Efecto goteo. Las baterías son como un balde pinchando, desde el momento en que se las desconecta del tomacorriente, comienzan a drenar carga progresivamente. Pero hay algunos componentes que tienen una mayor demanda energética e inciden en el desempeño general.
Desde que se desconecta de la carga, el teléfono comienza a perder energía. Foto: Shutterstock
“El principal factor de consumo en un smartphone es la pantalla, seguido por las redes móviles. En este sentido, siempre se recomienda ajustar el tiempo de apagado para que no queden encendidas cuando no se lo utiliza y también, desconectarlo de la red cuando se active el Wi-Fi”, recuerda Eliseo Outes, head de producto y BI en Samsung.
A toda máquina. De la gama media hacia en adelante, los teléfonos incluyen lo que se conoce como carga rápida. Esto significa que pueden pasar de rojo a verde pleno en menos de una hora. ¿Esta velocidad, puede dañar las celdas?
“La carga rápida tiene todo un sistema de protección: hay una gestión de energía y temperatura para lograr una carga limpia. Además, hay reguladores con manejo de voltaje para que el teléfono, así como la batería, no sufra ningún daño”, indica Helio Akira Oyama, director de gestión de producto de Qualcomm.
De la gama media en adelante, los teléfonos incluyen lo que se conoce como carga rápida.
Esta carga tampoco es lineal, sino que utiliza su máxima potencia cuando la batería está en niveles muy bajos para restablecer la autonomía en el menor tiempo posible, para luego ir reduciendo esa potencia a medida que se aproxima al cien.
Bomba portátil. Las baterías se componen de paquetes formados de diminutas celdas. En cada una de ellas se produce una reacción química que genera energía o que la almacena durante el proceso de carga.
¿Hay posibilidad de que una de estas celdas se sobrecalienta y expanda e inicie una reacción en cadena que produce una explosión?
Un iPhone 5c que utilizó un cargador genérico y terminó explotando.
“En los teléfonos de mala calidad, que no incluyen medidas de control interna, el hardware no se entera que la vida de la batería se agotó y cuando está enchufada, la sigue exigiendo como si fuera nueva. Si esto se repite, la batería va acumulando gas y de a poco se va hinchando. Esto es fácil percibirlo en los teléfonos modernos, ya que son tan finitos que enseguida les crece panza. Si esto sucede, habrá que reemplazar la batería de inmediato”, aclara Aguirre.
Tanque lleno. Muchos creen que se debe mantener el teléfono con la carga siempre a tope, para que este listo para cualquier maratón.
“Lo indicado es cargarlo cuando se esté quedando sin batería, para lograr un consumo homogéneo. Tampoco es necesario cargar la batería siempre al 100. Además, recomendamos desenchufarlo una vez que esté cargado para evitar su consumo de la red eléctrica”, precisa Pablo Bancone, gerente de producto de Motorola.
Toda la noche. Muchos alargan la carga durante el día y antes de irse a dormir, aprovechan para dejar el teléfono cargando. Esto puede ser peligroso o no hay nada de qué preocuparse.
La mayoría de los teléfonos pueden quedar toda la noche cargando. Foto: Martin Bonetto.
“Un buen sistema corta la energía cuando alcanza el total de la carga y la mantiene para que esté siempre completa, en lo que se conoce como carga a flote. Una buena forma de comprobar si el móvil está en condiciones es, a la mañana, tocarlo. Si está frío, es que responde perfectamente. En cambio, si tiene algo de temperatura, es señal de que no está andando bien o está a punto de romperse”, previene Aguirre.
Qué cargador usar “Siempre recomendamos que el usuario utilice el cargador original, proporcionado con ese equipo. Esto se debe a que varían según la cantidad de voltaje y amperaje que entrega. Si se emplea uno que no es el indicado para ese equipo, puede generar cargas más lentas o inclusive un aumento de temperatura”, observa Outes.
De prisa. Sin tener muy en claro si el circuito de carga rápida está en el cargador con 55W de potencia o en la batería de 4.000 mAh. muchos intentan aprovechar este sistema en equipos que no lo traen de fábrica. ¿Cuál es el resultado?
La recomendación es siempre utilizar el cargador original que viene con el móvil.AP Photo/Bebeto Matthews)
“La carga rápida es una combinación de hardware y software. Así, hay un administrador (Power Management) que recibe la energía del cargador y hace una carga rápida de la batería insertada en el teléfono inteligente. El software, por otro lado, analiza la cantidad, la necesidad de energía y el nivel de carga. También administra la potencia y toda la protección en términos de corriente, voltaje y temperatura”, apunta Oyama.
Por lo tanto, si el cargador detecta que el dispositivo que tiene conectado no es compatible, utilizará un valor de 5V, el mínimo para no dañar la batería.
En pausa. Basta que uno conecte el teléfono al toma para que se abra la puerta de los mensajes, llamados y demás obligaciones. Es prudente responder en estas circunstancias o no hay de qué preocuparse.
“Claro que es posible, pero dependiendo del uso que se esté haciendo del teléfono, el tiempo de recarga puede verse afectado. A lo que me refiero es si el consumo de la aplicación es igual o mayor a la velocidad de la recarga, puede producirse un embudo”, anuncia Jung.
Consejos y recomendaciones
-Poner el teléfono en Modo Avión acelera la carga, ya que no utiliza recursos de hardware para buscar redes y notificaciones.
-El responsable de cuidar la batería es el propio celular, ya que a través de un software propietario se ocupa de llevar la cuenta del porcentaje de carga que puede soportar. Cuando percibe que la batería se agota, antes de que se vacíe, avisa que se quedó sin energía.
-Cargar el teléfono sin la funda. Cuanto más calor se disipa dentro de la batería, más posibilidades hay de que se produzcan daños a largo plazo.
-Lo indicado es mantener la batería entre el 40 y el 80% la mayor parte del tiempo, ya que es el punto óptimo para promover su longevidad.
-El consumo está relacionado con el tamaño de la pantalla y la potencia del procesador. Así, un equipo económico, precisa una de 3.000 miliamperios-hora (mAh), un gama media alta 4.000 mAh y un tope de gama 4.500mAh.
-Las baterías poseen una capacidad de carga determinada por la naturaleza de su composición que se mide en amperios-hora (Ah), lo que significa que la pila puede dar un amperio de corriente a lo largo de una hora continua de tiempo.
-Un teléfono maltratado, puede durar entre 400 y 500 ciclos, lo que equivale a unos 2 años. En cambio, si se lo mantiene bien, puede alcanzar entre 750 y 1.000 ciclos, que son 3 o 4 años.
LC
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