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Tras renunciar el premier Conte sale a buscar apoyo en un clima de incertidumbre para formar su tercer gobierno “de salvación nacional” El primer ministro Giuseppe Conte renunció este martes ante el presidente de la República Sergio Mattarella y tiene solo dos o tres días para volver al Palacio del Quirinal y decirle si consiguió o no la imprescindible mayoría absoluta en el Senado para formar otro, el llamado Conte 3.
Las consultas con Mattarella comenzarán este miércoles.
Conte y su gobierno, del que se despidió antes de dimitir, luchan para contener la devastadora pandemia de coronavirus que causó 85.881 muertos en casi un año y los retardos de los laboratorios en consignar cientos de miles de vacunas que perjudican el plan para inmunizar a la población.
Además enfrenta los descalabros en la economía causados por el Covid 19, que hicieron caer la riqueza nacional en un 8,3%, las inversiones en el 12,5% y la pérdida de empleos en 2,2 millones de puestos de trabajo,en 2020.
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Fuente: Johns Hopkins Chart: Flourish | Infografía: Clarín
Este trágico entorno hace totalmente inoportuna la crisis, desatada la semana pasada por decisión del expremier Matteo Renzi, que retiró del gobierno dos ministros y anunció la abstención de sus 18 senadores en el voto de confianza que debió pedir Conte al Parlamento. El gobierno quedó en minoría y se salvó gracias a un grupo de “constructores europeístas” de partidos de centro y a disidentes políticos. Pero logró solo juntar 156 de los 161 de la mayoría absoluta que necesitaba y que lo obligaba a gobernar con una precaria mayoría relativa.
Conte debió renunciar para evitar que este miércoles y jueves fracasara en el voto del Senado (en Diputados el gobierno tiene una cómoda mayoría absoluta), el ministro de Justicia Alfonso Bonafede, pues Renzi anunció el voto negativo de sus senadores y otros legisladores que lo califican de “justicialista”, se unieran a los “garantistas” de la oposición.
El premier no tuvo otro remedio que ir a lo que en la jerga diplomática italiana se llama “crisis al oscuro”. Ahora tiene que rápidamente mostrar las cartas, informar quienes son los “constructores europeístas” que saldrían a la luz apoyándolo en un grupo en el Senado.
Giuseppe Conte. Foto: Reuters
Conte dijo que habló personalmente con doce senadores disidentes de sus partidos, pero no dió ningún nombre porque todos le respondieron que harían público su apoyo después que renunciara, no antes.
También es probable que Matteo Renzi y su partido Italia Viva, todos ex miembros del partido Democrático de centroizquierda del gobierno hagan votar los 18 senadores por la supervivencia del gobierno. Conte tendría que tragarse esos sapos por los que demostró un gran rencor.
Los “constructores” y los senadores de Renzi asegurarían una amplia mayoría absoluta al nuevo gobierno “de Salvación Nacional” de Conte, quién deberá incorporar ministros, subsecretarios y otros operadores entre los “constructores”.
Un tema central es el manejo del Plan de Recuperación financiado por la Unión Europea con una montaña de dinero: 209 mil millones de euros, que comprenden subsidios gratuitos por 80 mil millones. Renzi y los suyos quieren tener que ver con esas operaciones, que serán controladas por un media docena de personajes nombrados por el gobierno.
Si Conte no logra obtener una mayoría en las dos ramas del Parlamento y se retira, al presidente Mattarella le quedarían dos opciones. O un gobierno de unidad nacional, también llamado “gobierno del presidente”, o disolver el Parlamento y llamar a elecciones generales anticipadas, dos años antes del final normal de la Legislatura, que dura cinco años.
Esto es lo que reclama en todos los tonos la oposición de centroderecha: la Liga del soberanista Matteo Salvini, Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, y Forza Italia del tres veces ex primer ministro Silvio Berlusconi.
En el actual Parlamento la centroderecha no tiene números para gobernar, pero si hubiera elecciones anticipadas todos los sondeos de opinión señalan que ganaría la oposición y Matteo Salvini sería el nuevo primer ministro. Se produciría un cambio traumático para Italia y la misma Unión Europea, donde Salvini y Meloni representan a los nacionalistas que en sus grupos del Parlamento Europeo tienen por compañeros a partidos de extrema derecha.
La única variante que presenta la oposición la plantea Berlusconi, quien es favorable a un gobierno de unidad nacional como única alternativa a las elecciones generales anticipadas.
Roma, corresponsal
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