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Caños congelados, electricidad cortada, calefacción anulada, agua contaminada. Millones de personas en Texaspermanecían este jueves en estado de emergencia, sin luz, gas ni agua por una feroz tormenta de nieve en ese estado sureño que no está acostumbrado a tan bajas temperaturas y cuya infraestructura había colapsado. Las fuertes nevadas golpeaban el centro del país y también avanzaban hacia la Coste Este: ya comenzó a nevar en Washington, Filadelfia y Baltimore, y se espera que la tormenta sea potente en Nueva York. Hasta ahora se han registrado al menos 38 muertos en todo Estados Unidos, la mayoría en Texas.
Las temperaturas bajaron drásticamente en ese estado que es el enclave energético por excelencia del país y que no está acostumbrado a sufrir nevadas tan intensas ni ver el termómetro bajar a menos de cero grados. Las tormentas comenzaron el martes y millones continuaban este jueves sin electricidad y con una crisis de agua potable porque las tormentas invernales causaron estragos en la red eléctrica y plantas potabilizadoras.
Las autoridades texanas ordenaron a siete millones de personas –25% de los habitantes del segundo estado más grande del país– que hiervan agua de la canilla antes de beberla, luego de días de históricas temperaturas bajas que causaron daños en la infraestructura y congelaron tuberías. El agua se agotaba en los supermercados, donde había cuadras de colas, y por los medios circulaban recetas de como derretir la nieve en cacerolas con leña u optimizando el uso del gas.
En Austin, incluso algunos hospitales sufrían una presión baja del agua potable y otras secuelas del frío y llegaron a facilitar baños químicos para paliar el problema. El plan de vacunación por coronavirus se suspendió.
Las familias que no podían soportar el frío en sus viviendas fueron a dormir a sus automóviles. La mayoría de las víctimas fatales se registraron por intoxicación con monóxido de carbono de gente que encendió el auto en lugares cerrados o con el caño de escape tapado con nieve.
Times Square , en Nueva York, cubierta de nieve. Foto AFP
Además, la tormenta en Texas provocó además otros daños colaterales. Ante el colapso de energía, el gobernador texano Greg Abbott tomó la decisión de suspender la exportación de gas a México y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tuvo que llamar a racionar el suministro en medio de la ola de frío que afecta también a su país.
El cierre de las exportaciones de gas natural de Texas a México, que representan el 70% del consumo de este país y el 50% de la generación total de electricidad, constituye un golpe brutal también para la industria, sobre todo del sector automotor, que depende ampliamente de ese suministro.
La tormenta provocó también un escándalo político mayúsculo porque el senador texano Ted Cruz se fue de vacaciones a Cancún cuando miles de sus compatriotas vivían dramáticas situaciones. Cruz, un ultraconservador aliado trumpista que es un posible aspirante a la Casa Blanca en 2024, reconoció que había viajado a la ciudad balnearia mexicana solo después de que se difundiera una fotografía de él (con jeans y gorra de beisbol) y su familia arriba del avión tomada por un pasajero.
En un comunicado, explicó luego que acompañó a su familia después de que sus hijas pidieron ir de viaje con amigos porque las clases estaban suspendidas por el resto de la semana. “Quise ser un buen papá, volé con ellas anoche y vuelo de regreso esta tarde”, dijo Cruz cuando el escándalo ya había escalado.
“Mi personal y yo estamos en contacto permanente con autoridades estatales y locales para investigar hasta el fondo lo que sucedió en Texas”, dijo Cruz . “Queremos que nos devuelvan nuestra electricidad, nuestra agua, la calefacción de nuestras casas”, agregó.
En Weehawken New Jersey, una histórica nevada. Foto AFP
Pero muchos ya lo habían defenestrado. Los demócratas le pidieron la renuncia incluso sus colegas republicanos le exigen explicaciones. Al presidente del Partido Republicano estatal, Allen West, se le preguntó si era apropiado que Cruz se fuera de viaje en ese momento. “Deberá responder esa pregunta a sus votantes”, dijo. “Yo estoy acá tratando de cuidar a mi familia y ocuparme de mis amigos y otros que todavía no tienen electricidad”, dijo West.
En el este del país, la tormenta comenzaba a sentirse. Ya caía nieve y lluvias de hielo en Washington DC, Maryland, Virginia, New Jersey, Pennsylvania, Delaware, Connecticut y Nueva York.
Las máquinas avanzaban despejando las carreteras y tirando toneladas de sal para prevenir congelamiento y accidentes. En la Gran Manzana se esperaban hasta 15 centímetros de nieve, pero sin vientos fuertes. Aunque la ciudad estaba cerrando algunos restaurantes al aire libre debido a la tormenta, otros servicios, como los lugares de vacunación contra coronavirus de la ciudad, permanecerían abiertos, dijo el alcalde Bill De Blasio. Pero los problemas climáticos en todo el país continuaron retrasando los envíos de nuevas dosis.
PB
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