En las vísperas del arranque del debate sobre el proyecto para modificar el impuesto a las ganancias, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, recibió este martes el pedido de los principales dirigentes de la CGT para eximir del pago del tributo a diversos adicionales del sueldo. El oficialismo aceptaría incluir las horas extra, el aguinaldo, el monto destinado a la guardería y los viáticos.
En la reunión participó una quincena de dirigentes de distintos gremios encabezados por Carlos Acuña (Estaciones de servicio), Héctor Daer (Sanidad) y Mario Calegari (UTA).
El oficialismo estuvo representado por Massa y los diputados Carlos Heller y Vanesa Siley, presidentes de las comisiones de Presupuesto y de Legislación del Trabajo, respectivamente. Ambos convocarán al plenario de las comisiones para la semana próxima con una serie de reuniones informativas en la que participarán, entre otros, funcionarios del Ministerio de Economía y de la AFIP.
“En la actualidad, el 25% de los trabajadores asalariados pagan el impuesto a las ganancias; con este impuesto esa proporción bajará al 10%. Es un paso importante y nosotros vamos a apoyar este proyecto”, enfatizó Daer. “Estamos volviendo a los números de 2015 luego de cuatro años de retroceso en materia laboral”, confirmó Siley. Durante la reunión, los dirigentes sindicales llevaron una lista de propuestas para incluir entre las exenciones del impuesto, entre ellas las horas extras, el aguinaldo, el bono por producción, los gastos de guardería, el gasto de educación y la deducción por concubino.
“Son muchos los pedidos, pero los que seguramente incluiremos en el proyecto son las horas extra, los viáticos, el pago por guardería y el aguinaldo”, anticipó una encumbrada fuente oficialista, quien admitió que, con estos cambios, el impacto fiscal de la iniciativa será superior a los $40.000 millones, como se previó originalmente. “Lo tenemos que discutir con Economía”, indican en la Cámara baja.
“Coincidimos en general con los planteos de la CGT; se inscriben dentro del marco de la política de Alberto Fernández”, enfatizó el diputado Heller.
En líneas generales la iniciativa que elaboró Massa, que cuenta con el aval de la Casa Rosada propone subir el piso, a partir de una deducción especial, para eximir del pago del impuesto a las ganancias a quienes tengan un salario bruto mensual de hasta $150.000 ($124.000 netos). Esta cifra se actualizaría cada año según la variación del índice Ripte. Asimismo, la iniciativa prevé otorgarle al Poder Ejecutivo facultades para adecuar las deducciones en el caso de quienes tengan remuneraciones brutas de entre $150.000 y $173.000.
En el caso de los jubilados se sigue el criterio instrumentado en 2017, que dispone que el piso sea móvil y equivalente a una cierta cantidad de veces el haber mínimo. En este proyecto, la referencia se eleva de 6 a 8 jubilaciones mínimas, por lo que en marzo esto arrojará una suma superior a los $160.000. En suma, la ley dispondría en forma directa un beneficio para el grupo de los trabajadores dependientes hoy alcanzados por el impuesto y que tienen un salario inferior a los $124.500 netos. Asimismo, le otorgará facultades al Poder Ejecutivo para que disponga una rebaja del impuesto para las remuneraciones de entre ese monto y $173.000 brutos ($143.590 netos): el objetivo, sostienen en el entorno de Massa, es evitar saltos bruscos y suavizar el peso de la carga fiscal para este sector de asalariados. Para los sueldos superiores a los $173.000, en tanto, no se prevén cambios.
La oposición anticipó su apoyo al proyecto, aunque propondrán modificaciones. El bloque de Juntos por el Cambio presentó un proyecto, elaborado por los diputados Alejandro Cacace, Soledad Carrizo y Federico Zamarbide, en el que incluirán a los autónomos entre los beneficiados por la suba del piso del impuesto. También se establece un nuevo mecanismo de actualización que contempla la inflación para los montos de la deducción especial y los tramos de escalas, en reemplazo del Ripte.