El número de menores víctimas de abusos sexuales en la Iglesia católica en Francia desde 1950 puede llegar “al menos a 10.000”, según un cálculo provisional anunciado este martes por el presidente de la comisión independiente encargada de la investigación.
Sauvé afirmó este martes a la AFP que “es posible que esta cifra se eleve al menos a 10.000”.
“10.000 ya es mucho, pero es un nivel bajo y todavía estamos lejos de la verdad”, dijo a la AFP Jean-Pierre Sautreau, presidente de una asociación de víctimas.
“A menudo los hechos se remontan a los años 50 y desde entonces la gente ha muerto o, con 80 años, ya no está de humor para hablar”, añadió.
Pero “la gran pregunta que surge es: ¿a qué porcentaje de víctimas hemos llegado? ¿Al 25%, al 10%, al 5%?, ¿o a menos?”, se preguntó Sauvé.
El presidente de esta comisión afirmó en junio que la cifra de agresores podría evaluarse en 1.500, pero esta vez no avanzó nuevas cifras.
“En algunas congregaciones católicas y comunidades religiosas se instauró un auténtico sistema de abusos (…) Pero se trata de una minoría”, declaró.
Esta comisión de investigación independiente, creada en 2018 por la Conferencia Episcopal francesa y las congregaciones religiosas tras numerosos escándalos de abusos, entregará sus conclusiones a finales de septiembre.
Sauvé subrayó que su informe hará “un diagnóstico global” y responderá a la pregunta “¿cómo hemos llegado a este punto, más allá de los graves fallos (y) faltas individuales de sacerdotes y religiosos?”
El informe también se pronunciará sobre cómo “la institución en su conjunto ha incumplido con sus responsabilidades” y evaluará “su actuación, la oportunidad o la pertinencia de sus respuestas”.
Porque, dijo, “los abusos adquirieron una dimensión institucional”.
La iglesia católica en todo el mundo se ha visto sacudida por una ola de escándalos de abusos de menores, que han dado lugar a la apertura de investigaciones judiciales.
En Francia, uno de los casos más sonados es en del excura Bernard Preynat, que abusó sexualmente de unos 70 niños scouts entre los años 1970 y 1990, y que fue condenado en marzo de 2020 a cinco años de cárcel.
Este caso, revelado en 2015, salpicó a la máxima autoridad de la Iglesia francesa, el cardenal Philippe Barbarin, quien fue acusado, y finalmente absuelto, por no haber denunciado estos actos ocurridos en su diócesis.
Barbarin renunció a su cargo en 2020 para permitir “dar vuelta la página” en este caso muy simbólico sobre la pedofilia y su encubrimiento en el seno de la Iglesia católica francesa.
Fuente ABC