A 40 días de acudir a las urnas para elegir un nuevo presidente, tras el escándalo político de noviembre pasado que terminó con la destitución de Martín Vizcarra, los peruanos se muestran indiferentes a la campaña electoral, abrumados por la elevada cifra de contagios de coronavirus y a la difícil situación económica.
Sin favoritos, diecisiete personas aspiran a suceder al mandatario interino Francisco Sagasti y están en campaña para los comicios del 11 de abril, cuando también se renovará el Congreso, de 130 bancas.
Aunque las calles de Lima y otras ciudades están cubiertas de propaganda electoral, y la televisión transmite diariamente los avisos de los candidatos, el entusiasmo preelectoral usual no es palpable.
La cuestionada Keiko Fujimori se presenta nuevamente en estas elecciones, pero apenas llega al 8% de intención de votos. Foto AFP
“Estas elecciones son diferentes, no como las normales, porque dada la pandemia y la situación en la que estamos viviendo, entonces en este momento acá en el Perú no tenemos mucha información” de los candidatos, dice William Terroner, trabajador independiente de 42 años.
Cuando arrancó la campaña el 11 de febrero, la mitad de los peruanos no sabía por quién sufragar. Si bien la cifra de indecisos se redujo al 29% (según sondeo de Ipsos de hace dos semanas), ninguno de los candidatos acapara más del 11% de la intención de voto.
“No coincido con la mayoría de los postulantes que están ahorita para la presidencia”, señala Mónica Villanueva, una estudiante de 21 años.
El gobierno interino en Perú inició una campaña de vacunación, pero aún va muy lenta. Foto DPA
Sin posibilidad de hacer mítines por la pandemia, y mientras 24 provincias, entre ellas Lima, recién salen de una cuarentena de un mes destinada a contener los contagios de la segunda ola, las redes sociales han tomado un papel protagónico en la campaña.
“Los candidatos no se están desenvolviendo como se desenvolvían antes en tiempo normal (sin cuarentena)”, agrega Terroner.
El año pasado una cuarentena nacional de más de 100 días dejó a la economía peruana en cuidados intensivos: el PBI cayó 11,12% en 2020, se perdieron tres millones de empleos y la informalidad laboral subió de 70% a al menos 75%, según el gobierno.
La segunda ola de la pandemia ha asestado un duro golpe al país, al matar a 5.648 peruanos en febrero, con un promedio de 6.842 contagios al día, cuatro veces más que en diciembre.
Largas filas en las afuera de Lima para recibir comida ante la debacle económica y social que soporta Perú a raíz de la pandemia. Foto AFP
Si bien los contagios cayeron a 6.310 diarios la última semana, los decesos, 200 cada día en promedio, no bajan.
A la cabeza de las encuestas figuran el exfutbolista George Forsyth (11%) y el exlegislador y abogado Yonhy Lescano (10%).
Ambos son de centroderecha, pero en Perú suele importar menos la ideología y más la personalidad del candidato.
Les siguen muy cerca, con el 8% cada una, dos mujeres en extremos opuestos del espectro político: la dos veces candidata presidencial Keiko Fujimori (derecha populista) y Verónika Mendoza (izquierda), excongresista y también excandidata presidencial.
Otros seis aspirantes tienen entre 7% y 3% de apoyo, incluido el líder del centrista partido Morado del presidente Sagasti, el economista Julio Guzmán (4%).
El Jurado Electoral definirá en una semana qué candidatos cumplen los requisitos para estar en las papeletas de votación el 11 de abril, a la que están convocados 25 millones de los 33 millones de peruanos.
Sagasti, de 76 años, quien asumió el poder en noviembre en medio de una crisis política, no aspira a la reelección.
Tampoco corre por la presidencia el popular exmandatario Martín Vizcarra (2018-2020), que aspira en cambio a una banca en el Congreso.
Y aunque está en medio de una tormenta política que involucra a casi 500 personas señaladas de haberse vacunadas irregularmente antes del inicio de la campaña oficial de inoculación, ha descartado abandonar la campaña.
“En verdad están muy complicadas las elecciones personalmente y hasta personas que yo conozco a veces hasta piensan en querer no votar”, dice Villanueva.
Los candidatos, reconoce, “no son digamos lo mejor que podíamos esperar”.
Fuente: AFP
Fuente Clarin