Ante un brote de contagios con 17 casos de coronavirus registrados en un solo día, el gobierno de Gildo Insfrán decidió decretar el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio como medida de emergencia en la ciudad de Formosa. Por tercera vez la estrategia oficial recurrió a la Fase 1 para suspender los permisos de circulación de las personas (con excepción de los esenciales), retroceder en la etapa de flexibilizaciones de actividades y postergar la recuperación económica de sectores privados que no pudieron trabajar con continuidad en el año de pandemia.
La nueva disposición sanitaria de contención epidemiológica en la capital formoseña, a pocas horas de su anuncio, generó una reacción automática de personas que ante el agotamiento y el fastidio por las restricciones, salieron a las calles a manifestar desaprobación y reclamar frente a Casa de Gobierno por las libertades individuales, con cacerolas, pancartas y huevazos, en un hecho sin precedentes para la provincia.
La convocatoria que comenzó por las redes sociales concentró a vecinos de la ciudad, dirigentes políticos de la oposición, comerciantes, gastronómicos y jóvenes de la agrupación “Formosa Libre”, que nació y creció como movimiento de resistencia en contra de la política anti-pandemia del Gobernador y su Consejo de Atención Integral a la Emergencia del Covid-19.
En este clima, y ante el asombro de propios y extraños, por primera vez en 26 años de poder Gildo Insfrán experimentó de cerca un levantamiento popular que dejó como saldo más de 50 heridos y al menos 93 detenidos (incluso menores de edad) en un mediodía de viernes que quedará en la historia.
El alzamiento del pueblo en rechazo a la Fase 1 como única (y repetida) medida de contención contra el avance del coronavirus, en un escenario epidemiológico nacional e internacional que adoptó estrategias de responsabilidad civil para convivir con el virus en una nueva normalidad, tomó de sorpresa al gobierno de Insfrán: primero porque se confió de la pasividad de su pueblo y segundo porque entendió que con el regreso al encierro alcanzaba para mitigar el miedo de la propagación.
Los manifestantes chocaron con los policías que rodeaban la sede de gobierno provincial. Foto Diario La Mañana
En el mismo día que estalló la manifestación de repudio al bloqueo sanitario en Formosa, Insfrán desde un acto de inauguración de un edificio de Tribunales en la localidad de Las Lomitas, afirmó en su discurso que ninguna presión de la oposición política ni de los medios nacionales lo hará tercer en su estrategia sanitaria, y reafirmó su voluntad de “cuidar a los formoseños” sin importar el impacto electoral.
En este mismo sentido, a principio de semana, cuando anunció un aumento salarial escalonado del 42% para los estatales de la provincia (a pagarse en marzo, julio y septiembre) mencionó que todas las expectativas sanitarias en el marco de la pandemia estaban depositas en la vacuna contra el covid-19 y la inmunización de rebaño, pese a las partidas en cuentagotas que llegan a la provincia para el personal de salud, seguridad, adultos mayores y docentes de un sistema educativo público que amagó hasta dos días antes del inicio del Ciclo Lectivo 2021 con la presencialidad.
Marcelo Ferreyra. Especial para Clarín.
LM
Fuente Clarin