Del sobre en el baño de Felisa Miceli al escándalo de la tv pública: el pasado de la secretaria de rosario Lufrano

Por Luis Gasulla

Los millonarios sueldos de la gestión de Lufrano y los bolsos para el programa sobre Manuel Belgrano.

El 18 de julio del 2007, Felisa Miceli abandonó el ministerio de Economía de la Nación tras el hallazgo de una bolsa con dinero en su baño personal. Su secretaria privada era Mariela Pía Santarelli Goñi. Durante una inspección de rutina de bomberos, habían encontrado en su despacho una bolsa con 100 mil pesos y 31 mil dólares. La ex ministra, que había llegado al gobierno de la mano del, por ese entonces, jefe de Gabinete, Alberto Fernández, justificó el dinero por un préstamo que se utilizaría para una operación inmobiliaria para su hermano. La justicia nunca probó sus dichos. El fiscal Guillermo Marijuan y Fernando Arrigo, no le creyeron.

Todo había ocurrido unos días atrás, el 5 de julio de ese mes. El escándalo lo destapó el periodista Jorge Lanata y el gobierno de Néstor Kirchner quiso echarle la culpa a los medios concentrados. Fernández apoyó su victimización. La opinión pública condenó el hecho y Miceli se tuvo que ir del gobierno.

Miceli arrastró a sus empleados a dar explicaciones en la justicia. Fueron Lucía Ferreyro, María Teresa Barco, Mariela Pía Santarelli Goñi y Hernán Batinic. Hasta el mayordomo Miguel Ángel Lezcano tuvo que declarar.

Santarelli sabía los movimientos de su jefa política y la justicia comprobó el encubrimiento. La ex ministra terminó en Sueños Compartidos con Hebe de Bonafini y enfrentada con Sergio Schoklender por la millonaria caja de 1294 millones de pesos.

Santarelli siguió su camino. Habría estado cumpliendo funciones con Juan Martín Mena antes de desembarcar en el Ministerio de Justicia de la Nación y recaló en la Televisión Pública de la mano de Rosario Lufrano. Tal como sucedió con Miceli, Santarelli sabe qué pasó exactamente con los 4 millones de pesos que un Gerente de Producción de los medios públicos extrajo de la sucursal del Banco Itaú que funciona dentro de las instalaciones del primer canal de la historia de la televisión.

«Todo sucedió por un capricho del Director Ejecutivo del Canal, Eliseo Álvarez, que quería comenzar a producir una serie sobre Belgrano. Lufrano fue parte del operativo y ahora quieren echarle la culpa a un tesorero» explicaron desde el canal público. Aquí aparece una feroz interna gremial. La información se filtró por una interna entre el Sindicato Argentino de Televisión -el más populoso dentro del canal- y SIPREBA con el ascendente poderío de Agustín Lecchi. El padre del combativo gremialista, al menos en los tiempos macristas, es el director de la serie sobre Belgrano. Alberto Lecchi fue promocionado entre las autoridades del canal por su hijo sindicalista. Históricamente, los gremios están en contra de las producciones realizadas fuera del canal. En esta ocasión, el sindicalista en cuestión, no estuvo en desacuerdo. El apuro terminó en un escándalo. En los pasillos del canal hablan de 12 millones, en vez de 4, los que pasaron por los bolsos de la gente de Lufrano.

Para sorpresa de muchos, no fue Lufrano, quien denunció lo sucedido. A esta altura dirigentes de Juntos por el Cambio, entre ellos la agrupación Banquemos, realizaron la denuncia penal correspondiente por malversación de fondos públicos.

Santarelli Goñi, casual protagonista de los bolsos de Miceli y los de Lufrano, según datos oficiales, cobró en enero un sueldo de 240.492 pesos bruto (176.528,82 en mano). El sindicalista Lecchi, en cambio, tiene un sueldo de 160.385 pesos de bolsillo mientras que el gerente que habría retirado los fondos, por sus 20 años de antiguedad, cobró en enero más de 300 mil pesos.

Finalmente, el director de cine, Eliseo Álvarez, recibió 315.125 pesos el mes de enero por su trabajo en los medios públicos, En cambio, Rosario Lufrano, quien salió en Radio Rivadavia a dar insólitas explicaciones con Eduardo Feinmann cobró el mes pasado 293.117 pesos a pesar de tener un sueldo bruto superior a los 427 mil pesos.

Demasiado dinero para una gestión no exenta de escándalos y bolsos millonarios que deambulan por los pasillos del canal.

Fuente Periodismo y Punto