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Por Lucía Salinas
Depreciados en su valor, sin ningún tipo de utilidad, resguardados en el Aeropuerto de San Fernando, nadie quiere comprar los aviones de Lázaro Báez. Fueron rematados en más de tres ocasiones: hoy su valor es entre un 4 y 10% de lo que fueron tasados en 2016 cuando el empresario K quedó detenido por lavado de dinero. Además, dos propiedades de Daniel Muñoz -ex secretario privado de Néstor Kirchner- valuadas en más de un millón y medio de dólares, se remataron en tres oportunidades y tampoco lograron venderse.
Los precios se reacomodan en cada llamado público de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y todo vale menos, así y todo los bienes de la corrupción no lograron venderse en los remates online de dos aviones, un coqueto departamento de Puerto Madero y un edificio en el barrio porteño de Palermo, con 30 cocheras y oficinas.
Los aviones de Lázaro Báez
Entre sus más de 1.400 bienes valuados en 205 millones de dólares, el ex socio comercial de Cristina Kirchner cuenta con una flota de aviones a través de su empresa Top Air. Las aeronaves son un Rockwell Commnader modelo 690 B, en la que llegó a Buenos Aires el 5 de abril de 2016, cuando quedó detenido por orden del juez Sebastián Casanello. Y un Learjet.
Ambas valían 720.000 dólares. Hoy se rematan a valores sustancialmente inferiores: poco más de 50.000 dólares entre las dos.
Uno de los aviones de Lázaro Báez, se subastó tres veces.
El Rockwell Commnader ya fue rematado tres veces y pese a la devaluación de su valor los oferentes no aparecen. Además, quien la adquiera deberá hacer frente a las deudas que fue acumulando en estos años.
En 2016 está aeronave había sido tasada en 211.300 dólares, pero en sucesivas subastas su valor fue disminuyendo: se remató primero en 110.000 dólares en 2019, en octubre de ese mismo año se bajó a 55.800 dólares y ahora el gobierno de Alberto Fernández la subasta -sin éxito- a 2.684.700 pesos, que a tipo de cambio oficial equivale a unos 19.290 dólares. Muy por debajo del valor adjudicado cinco años atrás.
El pliego de su remate sostiene que algunos de sus equipamientos se encuentran listos “para ser montados en el depósito: indicador de selección de altura, indicador de ILS, unidad de control del sistema Garmin, entre otros”. Asimismo, “la hélice derecha se encuentra desmontada en el hangar de AASSA, con sus accesorios”.
Otros datos: el motor derecho también se encuentra “desmontado, y en los talleres de la empresa CG Turbines S.R.L. por encargo de la firma AASSA, en razón de una inspección de caja de engranajes”.
La segunda nave cuyo remate online convocado por la AABE no prosperó por la falta de interesados es el Learjet LV BPL, que al tasarse por orden de la justicia federal se le otorgó un valor oficial de 517.000 dólares. Su operatividad requiere de una importante inversión. Detenida durante dos años, estuvo un tiempo bajo la guarda judicial del Ministerio de Seguridad de la anterior gestión.
Su mantenimiento y arreglo eran muy costosos, entonces fue devuelto a la justicia y sólo quedó el ploteo con la consigna “bienes recuperados de la corrupción”. Fue cuando la AABE incluyó el avión en el listado de subastas.
El pliego del remate sostiene que el avión -que se encuentra a la intemperie en el interior del aeropuerto de San Fernando- cuenta con un estado “regular de mantenimiento, observando la pintura deteriorada sobre una punta del tanque de combustible izquierdo”:
Las autoridades de la AABE indicaron que no pudieron acceder al interior, pero se “observó la cabina de vuelo para dos personas y los tableros de control. Las turbinas se encontraban cubiertas con lonas y presentaba aspecto de llevar tiempo detenido en el lugar”.
Estos aviones fueron comprados, según la justicia, con dinero de origen ilícito producto de las y de lavado de dinero que realizó Lázaro Báez. El Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4) que ordenó que la AABE realice los remates, condenó al empresario K a doce años por maniobras de blanqueo.
Los edificios de Daniel Muñoz
El Estado tampoco logra encontrar comprador para dos propiedades que pertenecieron a Daniel Muñoz, el ex secretario de Néstor Kirchner. La investigación es un desprendimiento de la causa conocida como los Cuadernos de las Coimas. El fallecido juez Claudio Bonadio decomisó bienes por unos 20 millones de dólares. La orden se libró sobre 38 propiedades, de las cuales 27 ya están firmes.
Un coqueto departamento en Puerto Madero, dos cocheras en el barrio de Palermo, y ahora un edificio con tres departamentos, 30 cocheras y dos oficinas, son parte del listado de propiedades decomisadas; que tienen un valor conjunto de 3.489.000 dólares.
El juez Bonadio dijo que parte de los departamentos, cocheras, terrenos adquiridos por el entorno de Daniel Muñoz, fueron resultado de “una porción de los fondos ilegales que se recaudaron en el marco de la asociación ilícita que comandó Cristina Kirchner“.
Por ello se ordenó el decomiso de bienes, y durante la gestión macrista la AABE requirió a la justicia la llave de los inmuebles para comenzar a recorrerlos y tasarlos.
Dos de ellos fueron rematados en tres ocasiones cada uno, aseguraron fuentes oficiales, sin éxito.
El baño de la oficina de Muñoz que tenía una puerta blindada. allanamiento propiedades de daniel muñoz ruta del dinero K
Uno de los inmuebles se encuentra en la calle Pedro Ignacio Rivera 5763/67. Se trata de un edificio con tres departamentos, 30 cocheras y 2 oficinas que figuran a nombre de Daniel Muñoz y Víctor Manzanares, ex contador de Cristina Kirchner. Tiene una tasación privada de 963.000 dólares.
En ese edificio hay tres departamentos: el “B” se encuentra desocupado, mientras que el “A” y “C” están alquilados en la actualidad. Los inquilinos del “A” se encuentran allí hace más de 4 años. En el “C” no se pudo corroborar quién lo está ocupando.
A este inmueble se suma el departamento de Sergio Todisco, señalado como testaferro de Muñoz. Luminoso, amplio en sus ambientes, con una cotización por encima de los 620.000 dólares y ubicado en un coqueto edificio de Puerto Madero, fue uno de los primeros en rematarse como parte de un programa de recupero de bienes de la corrupción. Pero no hubo quien oferte.
Con una superficie de 99,8 metros cuadrados y ubicado en un tercer piso, se encuentra completamente vacío. Tiene una habitación amplia, cocina, dos baños, dos balcones y un living. El departamento no conserva ni refleja el lujo de la torre donde se encuentra.
Fuente Clarin
