Tras el duro cruce que protagonizaron el presidente Alberto Fernández con su par de Uruguay, Luis Lacalle Pou, el gobierno nacional advirtió que ese país busca una apertura comercial “ingenua e irrestricta” del Mercosur y vinculó esas gestiones con el “lobby del sector agroexportador”.
“Una apertura ingenua e irrestricta, como es la ambición de los sectores productivos de Uruguay, a Argentina no le conviene porque vamos a salir a competir, por ejemplo, con Corea del Sur que es la segunda economía más agresiva comercialmente del planeta”, dijo el embajador argentino ante el bloque regional, Mariano Kestelboim.
Kestelboim así lo manifestó al ser consultado sobre el momento de tensión que se vivió este viernes en la cumbre virtual para conmemorar los 30 años del bloque y que incluyó un entredicho entre Fernández y Lacalle Pou.
“Uruguay, a través de su presidente, expresó la tensión interna que viven. Hay un sector agroexportador muy fuerte que hace lobby para tratar de conseguir más mercados, y la posición en la Argentina es distinta, hay sectores productivos que generen empleo de calidad, sectores industriales que generan empleo”, se diferenció el representante permanente de la Argentina durante una entrevista con la TV Pública.
Mariano Kestelboim, embajador del gobierno de Alberto Fernández en el Mercosur.
Kestelboim consideró que en ese contexto se produjo el cruce entre Lacalle Pou, quien reclamó que el “Mercosur no sea un lastre” y que se avance con acuerdos con otros bloques comerciales.
Incluso, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, también aprovechó el evento virtual para pedir mayor apertura comercial, a pesar de las condiciones que planteó la Argentina.
Y en respuesta, Fernández le dijo a sus socios: “No queremos ser un lastre de nadie. Si somos un lastre, que tomen otro barco“.
“Hay que tener cuidado, hay que hacer una apertura inteligente en función de las necesidades de desarrollo productivo, de la distribución del ingreso y de la generación de puestos de trabajo”, apeló Kestelboim.
Reiteró que “abrirse de forma ingenua para el gobierno nacional no es lo mejor”, pero consideró que “en las otras economías, especialmente en Brasil, también hay posiciones contrapuestas”.
“Hay un sector agroexportador que se desentiende de las necesidades de desarrollo productivo industria”, dijo sobre el país que preside Bolsonaro.
Además, Kestelboim rechazó la posibilidad de avanzar con ese tipo de apertura en el “contexto de pandemia, donde las capacidades productivas, se ha notado que son muy importantes, fundamentales, para el desarrollo de los pueblos”. Y agregó: “Abandonarlas no nos parece el mejor criterio”.
Por último, se mostró confiado en superar las diferencias porque, recordó, “siempre el Mercosur primó la unión y no hay diferencias que puedan ser irresolubles”.
LM
Fuente Clarin