La Cámara de Diputados comenzó a debatir anoche, pasadas las 23.30, el proyecto de reforma del impuesto a las ganancias, que contempla la posibilidad de que más de un millón de trabajadores queden exentos del pago de ese tributo.
El tratamiento se inició tras casi 12 horas de sesión en las que la Cámara debatió otras iniciativas y dio sanción al proyecto de reforma del régimen de Monotributo y a la Ley de Educación Ambiental, además de la jura de nuevos diputados y pedidos de cuestiones de privilegio de diferentes legisladores.
De acuerdo con las proyecciones realizadas por las autoridades y atendiendo a la cantidad de oradores que se anotaron para intervenir en el debate, se estima que el proyecto sea votado después de las siete de la mañana.
Durante la madrugada, avanzaba el debate, con el objetivo de beneficiar a más de un millón de trabajadores y jubilados. A más de tres horas de comenzar el tratamiento de esta iniciativa la mayoría de los legisladores manifestaba su voluntad de acompañar el proyecto que exime de pagar el tributo a todo asalariado que cobre hasta un sueldo de 150 mil pesos brutos.
El diputado de Juntos por el Cambio Facundo Suárez Lastra, fue uno de los pocos que expresó críticas a la iniciativa y anticipó que se abstendrá en la votación porque considera que pierde progresividad. ”El impuesto a los ingresos personales es el mejor tributo que existe en el sistema tributario. No es motivo de orgullo decir que cada vez menos trabajadores lo paguen” agrego el diputado radical.
Suarez Lastra expuso que “se debería ampliar la base, bajar los mínimos de arranque y modificar las escalas para que cada uno contribuya de acuerdo a sus posibilidades. Así sucede en la mayoría de los países”.
Por el contrario, el sindicalista y diputado del Frente de Todos, Carlos Cisneros, señaló que aquellos que se preocupan porque el Estado va a dejar de recaudar 40 mil millones de pesos “deberían preocuparse por los jueces que no pagan impuestos a las ganancias”. Y agregó: ”No es la mejor ley pero si es la posible y por eso tenemos que trabajar para que haya una reforma tributaria”.
En tanto, el vicepresidente segundo de la Cámara, José Luis Gioja, afirmó: “Acá se dijo muchas veces que la verdad es la realidad: la verdad es que hoy 1 de cada 4 trabajadores está pagando el impuesto a las ganancias, la verdad es que ahora solo el 7% de los trabajadores son los que van a pagar?”
El diputado del Frente de Izquierda, Juan Carlos Giordano, señaló que “el salario y las jubilaciones no son ninguna ganancia: las ganancias son de los capitalistas, de los bancos, de las multinacionales, de los grandes empresarios, los agronegocios, los usureros de la deuda”.
En el inicio del tratamiento, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda y miembro informante de la iniciativa, Carlos Heller (Frente de Todos), dijo que “con este proyecto se volvería a la situación histórica donde solo el 7% de los trabajadores quedarían alcanzados con el impuesto a las ganancias”. Y agregó: “Estamos hablando de 1.267.000 trabajadores, trabajadoras, jubilados y jubiladas que dejarían de pagarlo”.
Otro legislador del oficialismo Facundo Moyano manifestó: “Somos conscientes de las dificultades que atraviesan las administraciones de todos los países del mundo por la pandemia. Por eso, es doblemente elogiable que se pueda materializar este beneficio en este contexto”.
Por el lado de la oposición, el diputado Luciano Laspina, de Juntos por el Cambio, sostuvo que “Ganancias es un impuesto que se aplica en todo el mundo” y que “es el más progresivo que se conoce” porque “parece que fue un impuesto ideado para los gerentes de las multinacionales y no es así, está hecho para que paguen más los que más pueden pagar”. El legislador del PRO sostuvo: “Recordemos que en marzo de 2016 se subió el mínimo no imponible y que, en diciembre de 2016, un proyecto de Sergio Massa lo llevaba a las nubes con el apoyo del kirchnerismo”.
El proyecto -que se centra en el artículo 30 de la Ley- incrementa la deducción especial a partir de la cual se calcula el impuesto a las ganancias, con el fin de que no paguen ese gravamen los trabajadores que cobren hasta 150 mil pesos brutos.
El costo fiscal de la reforma al impuesto a las ganancias será de unos $48.000 millones, y se financiará con un aumento del consumo y otro gravamen a las empresas, que se comenzará a discutir en las próximas semanas.
En base a los números informados por el oficialismo, este cambio beneficiará a alrededor de 1.267.000 personas, entre trabajadores y jubilados, con lo cual quedarán exentos del pago de este tributo el 93% de los trabajadores.
LA NACION