Era recaudador de una cadena de empanadas. En enero desapareció con 1.300.000 pesos de doce sucursales. Lo buscaron durante tres meses hasta que lo encontraron en Tandil, donde había abierto una pollería.
El detenido es un joven de 23 años, identificado como Agustín Medrano, que estaba prófugo desde el 18 de enero acusado de haberse llevado la recaudación de doce locales de la cadena “Sabores Express”.
La detención de Medrano fue concretada el viernes por detectives de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (sub DDI) de Pilar, con apoyo de la Policía de Tandil, según informaron fuentes judiciales y policiales a Télam.
La causa comenzó con la denuncia del propietario de las casas de empanadas “Sabores Express”, ubicada en la calle Pedro Lagrave entre Rivadavia e Ituzaingó, en el centro de Pilar, a metros de la terminal de ómnibus y a una cuadra de la municipalidad y a dos de la comisaría y las fiscalías.
Detuvieron a un estafador que se llevó 1.300.000 pesos de una cadena de empanadas y se puso una pollería en Tandil.
El comerciante contó que el día anterior, y como era habitual, Medrano había pasado a retirar por el local la recaudación semanal, unos 230.000 pesos que estaban guardados en la caja fuerte, de la que él tenía la clave por ser un empleado administrativo de confianza.
El problema fue que luego descubrió que el dinero no había sido llevado a su destino, las oficinas centrales de la firma, y cuando consultó con los responsables de los otros locales de la misma cadena por donde Medrano también pasaba a juntar el dinero, se dieron cuenta de que el empleado había hecho lo mismo en doce sucursales.
Aparte de Pilar, también había pasado por los locales de San Isidro, Vicente López, San Martín y Lomas de Zamora, entre otras, y en todos los locales “quedó grabado por las cámaras de seguridad, sacando el dinero de las cajas de seguridad”, según dijo uno de los investigadores.
Un botín suculento
En total, ese fin de semana de enero, Medrano retiró 1.300.000 pesos de las recaudaciones y desapareció, según consta en la causa.
El mismo denunciante contó que lo fueron a buscar a su casa y allí el propietario del lugar les contó que Medrano era inquilino y que el día anterior se había mudado y no le dijo cuál era su destino.
A partir de la denuncia, la causa recayó en el fiscal Andrés Quintana, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 2 de Pilar, quien de inmediato convocó a la Sub DDI local para localizar al presunto estafador.
Luego de trabajar casi tres meses sin encontrar ningún rastro del sospechoso, los agentes de la sub DDI siguieron una pista hasta Tandil, donde el viernes primero allanaron la casa de un familiar, ubicada en Mitre al 1500 de esa ciudad, y luego otro en 14 de Julio al 1400, donde lo detuvieron.
Detuvieron a un estafador que se llevó 1.300.000 pesos de una cadena de empanadas y se puso una pollería en Tandil.
En los allanamientos, la Policía le secuestró a Medrano un celular marca Xiaomi, 9.770 pesos y la ropa que llevaba y con la que quedó grabado por cámaras de seguridad el día que se llevó las recaudaciones de las casas de empanadas.
Además, los investigadores determinaron que con el dinero de la estafa, Medrano había abierto en Tandil una pollería.
A pedido del fiscal Quintana y por orden del juez de Garantías Nº 7 de Pilar, Walter Saettone, Medrano quedó detenido imputado de “defraudación por administración fraudulenta“.
Ese delito prevé una pena de un mes a seis años de prisión para quien “tuviera a su cargo el manejo, la administración o el cuidado de bienes o intereses pecuniarios ajenos, y con el fin de procurar para sí o para un tercero un lucro indebido o para causar daño, violando sus deberes perjudicare los intereses confiados u obligare abusivamente al titular de éstos“.
Fuentes judiciales indicaron que Medrano fue indagado el viernes por el fiscal Quintana, pero se negó a declarar y continuaba detenido.
EMJ
Fuente Clarin