Fue un golpe planificado. Los ladrones ingresaron al local de madrugada, accedieron a la caja fuerte y encontraron $ 11 millones. Cuando se preparaban para escapar, se toparon con un policía que había sido alertado por un guardia de seguridad que los vio saliendo del comercio.
Al verse acorralados, hicieron un último intentó para evitar la cárcel: buscaron sobornar al policía con el jugoso botín. “Mi respuesta fue que no, que nací honesto. Le dije que mirara mis borceguíes, que los gastaba todas las noches en el trabajo. Les dije que iba a morir como nací”, contó este jueves el agente Marcos Arce.
El robo ocurrió el domingo 4 de abril en la tienda Los Ángeles, un tradicional negocio de la capital cordobesa, ubicado en Rivera Indarte al 100.
Los fajos de dinero que rechazó el policía.
La banda que ingresó al comercio estaba liderada por Mauro Gabriel Carballo, un ladrón que -según fuentes citadas por el diario La Voz- fue investigado por otros “escruches” millonarios en los que no se utilizaron armas. En este golpe estaba acompañado por tres cómplices.
Según informó La Voz, los ladrones ingresaron al local a través de un ventiluz y desconectaron la alarma antes de que se activara. Aunque llevaban una amoladora, no necesitaron usarla. Llamativamente encontraron la llave de la caja fuerte, en la que había 52 mil dólares, 1.750 euros y 2.880.000 pesos.
Tras meter el dinero en una mochila que habían llevado y en una bolsa que tuvieron que agarrar dentro del local porque ya no cabían más billetes, emprendieron la fuga. Cuando salían fueron vistos por un sereno que trabaja en la zona y, al escuchar ruidos extraños, se acercó a ver qué pasaba.
Así comenzó la persecución que terminó con los cuatro acusados detenidos. “Cuando emprenden la huida, fuimos recorriendo piso por piso hasta que dimos con los delincuentes junto con mi chofer, el sargento Calderón”, relató Arce a El Doce Tv.
En ese momento, relató el policía, el jefe de la banda intentó sobornarlo. “Como ellos sabían que yo era el jefe de la zona, habló conmigo el delincuente de mayor edad. Me dijo que si yo me quedaba con la totalidad del dinero no había problema, que los dejara dormir ahí y me retirara sin haberlos visto“, explicó.
Según relató el agente, el asaltante no se resistió. “Me dijo ‘muy profesional, no tenemos nada más que hablar’. Fue un diálogo de adultos, no hubo que ejercer violencia de ningún tipo, fue una charla en la que tal vez ellos dudaron de la honestidad del personal hasta que desistieron”, explicó.
LM
Fuente Clarin