Satisfecho por el momento por la resolución del conflicto por las clases presenciales, Horacio Rodríguez Larreta reunió a sus funcionarios para unificar el discurso con el eje en la consigna de las decisiones “basadas en la evidencia” como contracara al Gobierno nacional. En una reunión virtual de gabinete ampliado, el jefe de Gobierno porteño pidió contener el “triunfalismo” y no responder a las “provocaciones”. A su criterio la diferenciación ya estaba hecha y con los resultados a su favor.
La disputa con Alberto Fernández y Axel Kicillof por el cierre de las escuelas ante el nuevo pico de contagios de coronavirus aplacó las internas en Juntos por el Cambio. Por unos días quedaron en suspenso las discusiones sobre el posicionamiento frente al Gobierno y también la respuesta al Frente de Todos sobre la postergación por un mes de las PASO y las generales. En la previa los integrantes de la mesa nacional de la coalición opositora no habían conseguido unificar una postura.
“Que nadie se enganche con las provocaciones. No contestemos los agravios, es un momento de temple y no tenemos que caer en falsos triunfalismos. Todavía falta la definición de la Corte”, bajó línea Rodríguez Larreta a ministros, secretarios y otros funcionarios en el encuentro virtual.
El alcalde buscó transmitir la “convicción” por las decisiones basadas en los datos de contagios en las escuelas -“en contraposición con la improvisación del Gobierno”, tradujo luego un alto funcionario- y les pasó la palabra a Fernán Quirós y a Soledad Acuña para que dieran detalles y así reforzar los argumentos del resto para la discusión pública. También hablaron Diego Santilli y Felipe Miguel.
La apelación de Rodríguez Larreta a la mesura, con metaforas futboleras (en un momento remitió al “no hemos ganamos nada” de José Luis Chilavert), estaba dirigido a contener la euforia de algunos dirigentes. Una encuesta que llegó a la sede de Uspallata colaboró para exaltar los ánimos: un 73% de los consultados apoyaba la posición de la Ciudad en el conflicto por las clases presenciales.
“Hay preocupación por la evolución de la pandemia, pero en este momento no hay condiciones para cerrar. No quita que unos días la haya, pero hay que usar bien esa decisión, como una bala de plata”, confió un integrante de la mesa chica del jefe de Gobierno porteño, a la expectativa de la decisión del Máximo Tribunal: “Si primara el sentido común debería salir a favor, pero hay que esperar”.
La saga puso en pausa el debate interno con el sector más intransigente del PRO, liderado por Mauricio Macri y Patricia Bullrich. El ex presidente volvió a respaldar a Rodríguez Larreta en las redes sociales. Aun así hubo algún matiz desde ese lado: “Podría haber dicho que las escuelas siguen abiertas sin un fallo”. La posición del alcalde será acatar las resoluciones judiciales.
La pelea con Alberto Fernández a su vez potenció los interrogantes sobre la respuesta de Juntos por el Cambio por la postergación de las primarias. “Se comprometieron a no eliminar las PASO, pero esto volvió a exhibirlos como gente en la que no se puede confiar”, coincidieron duros y moderados. Hasta el decreto con las nuevas restricciones la mayoría se encaminaba a aceptar retrasarlas un mes, aunque no hubo acuerdo. El tiempo corre para el oficialismo: el 10 de mayo aparece como una fecha límite para reformar la ley, para cumplir con el cronograma electoral. “Dicen que con los aliados tienen los números, entonces que muevan ellos”, desafiaron los diputados de la coalición opositora.
Fuente Clarin