Cambia de mano el negocio de las empanadas: se vendió El Noble

El Noble, la marca que nació como una emblema de empanadas y luego se extendió a otros alimentos, cambió nuevamente de dueños. Gabriel Badaloni -director de Andesmar- es el flamante propietario, junto con un socio al que no identificó. Tampoco informó el monto de la operación, aunque hay versiones que la empresa estaba muy endeudada.

“Comenzamos a gestionar desde hoy la compañía”, explicó Badaloni. Aunque su familia forma parte de Andesmar, esta adquisición es por su cuenta junto a su socio. Ya tienen experiencia en otros emprendimientos gastronómicos.

La marca denominada El Noble se llamaba originalmente El Noble Repulgue, como sinónimo de las empanadas. Nació de una Pyme, donde logró cierta popularidad, aunque su propietario casi va a la quiebra en un momento, como parte de las sucesivas crisis macroeconómicas locales. 

Se trata, al menos, del cuarto dueño de El Noble en menos de dos décadas. La marca, que está desperdigada en casi un centenar de franquicias, arrastra algunas deudas con sus proveedores. De las empanadas originales se fue transformando hacia congelados y hasta llegó a vender helados.

La primera etapa de despegue de El Noble Repulgue vino de la mano de Cepas. Fue en La familia que comercializaba marcas como Gancia, Pronto, Cinzano desarrolló un negocio exitoso de bebidas y también comida.

Antes de ese ingreso de Cepas, la marca fue ofrecida a decenas de inversores minoristas. Algunos lo hicieron y salieron a tiempo, y con una buena diferencia.

Tras Cepas, la siguiente etapa de desarrollo fue a través de Gabriel Nazar.

Nazar, que tuvo uno de los éxitos textiles post convertibilidad, con “Cardón” compró “El Noble Repulgue” en 2009, por cuatro millones de dólares. Una de sus primeras decisiones fue re-nombrarla como “El Noble”, para quitarle el componente exclusivo de empanadas y lanzar congelados, incluso a través de exportaciones.

Pero Nazar también cumplió su ciclo en 2017 y le cedió las acciones al management de la compañía. De esa forma, la tomaron Mariano Castagnaro, Walter Montagner y Daniel Cavazzani (padre de Maxi, fundador del juego Preguntados) . El Noble tenía una capacidad de producción de 8,5 millones de empanadas mensuales, ubicándose en la mayor del mundo.

Con  tartas, pizzas, chipás, panes rellenos, sandwiches, esa gestión tuvo 80 productos diferentes que incluyen 28 sabores de empanadas y 10 de tartas, El Noble prometía otro renacimiento. Pero, en 2020, esos dueños y ex management también comenzaron a explorar una salida.

La compañía tiene su planta ubicada en el parque industrial de Garin, a 35 kilómetros de Buenos Aires: por fuera la fábrica de El Noble que ocupa 7.000 metros dedicados a la producción en un terreno de 15.000 metros no se distingue en su apariencia externa de sus vecinas.

Badaloni avisó hoy de su adquisición. En un grupo de directores de comunicaciones corporativas (un espacio que comparte con pares) estaba como representante de Andesmar y allí mismo dijo que lo esperaba un nuevo destino como empresario de su propio proyecto.

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Fuente Clarin