La exdiputada Elisa Carrió compartió este jueves su duro diagnóstico sobre el futuro de la Argentina, porque consideró que el país está “sin conducción”, al borde de una crisis similar a la de “Rodrigazo” de 1975, y del retorno de las protestas para reclamar “que se vayan todos” los dirigentes políticos, tal como sucedió en el estallido social de 2001.
La fundadora de la Coalición Cívica que tuvo un rol clave en la constitución de Juntos por el Cambio, planteó el dramático escenario sin vacilar y por ello pidió que la clase política recurra a “la serenidad y la templanza” para transitar la “tragedia que estamos viviendo”.
También opinó que, “desde el punto de vista político, no se entiende cómo el Presidente disuelve su poder día a día”.
“Alberto Fernández es alguien que se ataca a sí mismo“, definió sin matices.
Y se refirió puntualmente al conflicto entre el gobierno nacional y el porteño, que conduce Horacio Rodríguez Larreta, en torno a la continuidad de las clases presenciales.
“Hay que tener serenidad y no embarrarse en el barro de la política, porque estamos en una Nación sin conducción y sin racionalidad“, apuntó.
Carrió expresó su expectativa porque la Corte Suprema de Justicia se pronuncie respecto al amparo que le elevó la administración de Rodríguez Larreta para “pacificar” la situación.
La ex diputada nacional apeló a que el máximo tribunal de Justicia “ponga aguas pacíficas sobre una cuestión que nunca debió llegar a la Justicia”.
“¿Por qué entra en conflicto Larreta, que es un pacifista, que siempre estuvo en el diálogo? Porque le cerraron el diálogo y atropellaron la autonomía, entonces lo dejaron sin salida“, se preguntó y justificó.
“Sigo apoyando a Rodríguez Larreta porque si no seguimos en la racionalidad nos perdemos. Ser funcionarios y enojarnos con los irracionales no tiene sentido, hay otros lugares donde se impone la irracionalidad”, defendió al jefe de Gobierno porteño.
Sin embargo, la referente de JxC no dejó de cuestionar al gobernador bonaerense Axel Kicillof, a quien puso de ejemplo como uno de los mandatarios “estresados y miedosos, que al estar superados entran en la irracionalidad”.
Seguido, advirtió sobre el creciente malhumor social. Carrió llegó a considerar que estamos “cerca del que se vayan todos” y por eso insistió con su llamado para que la dirigencia política tenga “respeto por la sociedad,”.
“Transmitir serenidad a la población, cuidado y respeto es lo mejor que podemos hacer. Si no, se van a llevar puesta a toda la clase política. Yo misma estoy harta de la clase política, de la incompetencia de los que asesoran jurídicamente a los gobiernos, sea el nacional o el de la Ciudad”, alertó.
“En una casa donde no hay para comer y ves discusiones triviales de dos políticos que se pelean”, lamentó.
Apoyo a la postergación de las elecciones
Carrió aseguró que ella fue una de las que promovió las gestiones para que Juntos por el Cambio acompañe la iniciativa del gobierno nacional para suspender, por un mes, las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y los comicios legislativos a nivel nacional para minimizar los riesgos de contagio ante la segunda ola de Covid-19.
Elisa Carrió, en su casa de Exaltación de la Cruz. Foto Fernando de la Orden
“El Congreso puede actuar racionalmente en el tema de la postergación de las PASO. Ir a septiembre porque no viene sólo esta ola (del coronavirus) sino la de julio y la de agosto”, convocó.
Amplió su llamado al señalar que “hay que poner la calma, suspender las PASO para no empezar con una maquinaria electoral que no va a conseguir ni a un presidente de mesa, salvo los chicos de La Cámpora que están vacunados“.
“Es inmoral que la política esté peleando cargos en medio de la tragedia colectiva”, declamó.
Su candidatura, como “última garantía”
Carrió también reiteró que no descarta la posibilidad de ser candidata en el territorio bonaerense, aunque remarcó que ella es “la última garantía” para mantener la unidad opositora en esa jurisdicción, clave para las contiendas electorales.
Explicó que no sólo depende de la decisión de la ex gobernador María Eugenia Vidal, sino del resto de las deliberaciones en la coalición opositora para buscar “los mejores candidatos”.
“Yo espero la decisión de ella. Si la decisión de María Eugenia no es jugar en la provincia de Buenos Aires, tienen que ponerse de acuerdo todos los de Juntos por el Cambio con los mejores candidatos. Y si, de repente, estamos en un clima de demasiada fragmentación y yo puedo unificar, lo seré”.
La definición de María Eugenia Vidal definirá si Elisa Carrió es o no candidata.
Pero a esa decisión le agregó dramatismo: “Para mí hay riesgo de vida”, enfatizó, al ser paciente de riesgo ante la pandemia.
Críticas al juez que procesó a Daniel Santoro
La líder de la CC también se sumó a las voces que repudiaron el reciente procesamiento y embargo del periodista de Clarín Daniel Santoro y apuntó contra el juez que así lo dispuso, Luis Rodríguez, al denunciar que “es un protegido para darle la razón a cualquiera”.
El juez federal Luis Rodríguez, en la mira de Elisa Carrió.
Carrió recordó que impulsó el juicio político contra el magistrado porque “también Rodríguez es un juez que ha encubierto a Daniel Muñoz hace muchos años, porque nosotros denunciamos a Muñoz por tener propiedades en Bariloche y en Miami, el secretario de Cristina Kirchner y después cerró la causa“.
“Este juez, que aparentemente cobró 10 millones de dólares por esto, o 10 millones de pesos, es el mismo que está actuando en las causas”, agregó.
La inflación y el riesgo de otro “Rodrigazo”
Finalmente, cuando se le consultó sobre la marcha de la economía y, sobre todo, sobre la problemática de la inflación, Carrió volvió a plantear un difícil panorama al señalar que existe riesgo de que en la Argentina se produzca una situación similar al “Rodrigazo” y que eso termine con protestas generalizadas contra la clase política.
“El problema del déficit, el macroeconómico, es tan grave”, describió y seguido rechazó los ataques del gobierno nacional contra las empresas productoras de alimentos por el salto de los precios.
Al respecto, reclamó: “No culpen a las alimenticias. Cuando el país está produciendo lo que está, no restrinjan las exportaciones, porque es el único dinero que entra. Lo que hay que hacer es aumentar la oferta, tenemos que salir de los precios máximos“.
Luego, Carrió dijo que en los programas oficiales para controlar los precios rige la lógica de José Ber Gelbard, quien estuvo a cargo de Hacienda entre 1973 y 1974 con las misión de lograr inflación cero mediante programas de congelamiento de precios.
“Esto de los precios controlados es Gelbard y esa política con emisión fiscal llevó al Rodrigazo y no teníamos deuda. En el ’75 el oficialismo peleaba entre dos peronismos, no teníamos deuda externa y, sin embargo, por una política de precios máximos vivimos el Rodrigazo y quedó pobre la mayoría de los argentinos”, rememoró.
Y cuando le repreguntaron si creía que efectivamente la Argentina se encaminaba a otro Rodrigazo, que provocó una histórica crisis inflacionaria, respondió: “Yo creo que si seguimos sin resolver el tema macroeconómico, sí”.
“¿Qué va a pasar cuando la gente vea que la inflación no baja?”, se preguntó y se respondió: “Va a ir al dólar y ahí no van a poder sostenerlo”,
Y concluyó que “el problema es que hay una gran desconfianza de los argentinos hacia su moneda y la conducción económica”.
DS
Fuente Clarin