La pandemia de coronavirus disparó un lucrativo negocio de contrabando de cigarrillos entre las localidades de Río Turbio (Santa Cruz) y Puerto Natales (Chile), ubicadas a 30 kilómetros una de otra, que movería alrededor de 1.200.000 atados por un valor de US$ 5 millones anuales.
Las transacciones involucrarían a funcionarios y particulares chilenos y a miembros de Gendarmería Nacional Argentina. Una fuente cercana a la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, deslizó que se iniciará una investigación en la fuerza apostada en Río Turbio.
En últimos días, Aduanas de Chile y la Policía de Investigaciones (PDI) desarrollaron un importante operativo en Puerto Natales.
Uno de los dos comercios allanados fue el de Uberlinda Mansilla (80), madre del propio alcalde de Puerto Natales, Fernando Paredes Mansilla (57), confirmó el director regional de Aduanas, Rodolfo Valenzuela, en conferencia de prensa.
El alcalde de Puerto Natales (Chile), Fernando Paredes Mansilla.
Como resultado se habrían encontraron cerca de 15 mil atados valuados en unos 70 mil dólares, trascendió de fuentes de la investigación.
Esta sería la punta de un negocio mucho más amplio. Comerciantes que han participado de esta actividad en el pasado reconocen a Clarín que por mes atraviesan la frontera desde la Argentina entre 80 mil y 100 mil atados que son consumidos en esta parte de la XII Región, conocida como Última Esperanza.
Mientras tanto en la fiscalía Regional de Punta Arenas, que investiga el caso, existe un fuerte escepticismo a creer que el alcalde Paredes Mansilla ignoraba que su anciana madre estaba dedicada al contrabando en escala mayor.
Las verdaderas sospechas recaen hoy en la máxima autoridad del pueblo turístico, ubicado muy cerca de Torres del Paine. Paredes Mansilla podría ser llamado a declarar en el marco de la investigación judicial por su vínculo innegable con uno de los imputados.
El negocio del contrabando escaló a las nubes con el cierre de las fronteras que decretó el presidente Sebastián Piñera de 16 de marzo de 2020.
En Chile el precio del tabaco está gravado con un 60% de impuestos. Un paquete puede llegar a costar 6 dólares, dependiendo de la marca. Un atado de Lucky Strike Click, por ejemplo, se consigue a 4.400 pesos chilenos, casi 600 pesos argentinos. En la Argentina el mismo cigarrillo se vende al precio sugerido de 200 pesos.
En un año con fronteras abiertas los natalinos acostumbran a viajar a la Argentina en sus vehículos para comprar los dos cartones permitidos por cabeza por la Aduana chilena.
Contrabando hormiga
El “contrabando hormiga” es una costumbre en la localidad, pero el negocio ilegal descubierto por las autoridades trasandinas se sostenía en el tránsito de pequeñas cantidades bajo los asientos de los autos.
El 15 de abril agentes de la PDI y Aduana allanaron diversos comercios de Puerto Natales y alrededores, entre ellos el de Mansilla, después de que un informante les reveló los lugares claves dentro del complejo sistema de contrabando en la zona.
Se trata de la mayor incautación de cigarrillos en cinco años en la región de Magallanes, donde viven unas 250 mil personas.
En junio de 2017, también en un sector fronterizo de Puerto Natales, secuestraron 9.000 atados. Los contrabandistas quedaron identificados por las autoridades en sus partes de prensa. Cosa que no ocurrió en esta oportunidad, porque la causa aún se mantiene en reserva y bajo el anonimato a sus implicados.
El nombre de la madre del alcalde sí trascendió puesto que sus vecinos fueron testigos del operativo. Hasta el momento, Paredes Mansilla no hizo ninguna declaración al respecto.
El alcalde de la derecha es una figura muy destacada en la realidad política trasandina. Además de intendente, figura como presidente Regional de la UDI en Magallanes y presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades.
Magallanes es la región de mayor crecimiento en Chile después de Santiago y tiene el más alto ingreso per cápita. El presupuesto sumado de sus principales municipios, Punta Arenas y Puerto Natales, ronda los US$ 150 millones.
“La misma persona que me vendía a mí le vendía a ella (por la mamá de Paredes Mansilla), acá es sabido cómo es la movida, hay por lo menos cinco empresas de éstas”, explica a Clarín un ex vendedor de cigarrillos de contrabando que pidió reserva de identidad.
Los comercios “compran” a los contrabandistas argentinos volúmenes que van desde los 3.000 a 15.000 atados por partida y esto ocurre varias veces por mes. Apenas una fracción termina confiscada.
Gendarmes involucrados
“Los que hacen esto no se arriesgan por menos”, indica la fuente. “Hay gendarmes metidos, eso también se conoce acá, porque los que revenden se contactan con ellos”, asegura.
“Es probable que esto ocurra”, señala un importante figura política de Río Turbio de donde es intendente el kirchnerista Darío Menna.
En Puerto Natales y sus alrededores, que componen una población de unos 35 mil habitantes, se mueven entre 80 mil y 100 mil paquetes de cigarrillos de contrabando por mes por un valor total que ronda anualmente los US$ 5 millones, calcula un “comerciante” y lo confirman otras voces del pueblo.
El número es mesurado si se toma en cuenta que un fumador puede consumir entre 1 y 2 atados por día. Basta que en una población de 25.000 personas se encuentren 1000 fumadores de estas características para que hagan humo entre 30 mil y 60 mil atados en un mes.
Los cargamentos llegan desde Río Grande y Río Turbio y luego se dirigen en camionetas o incluso a lomo de caballo por “picadas” hasta la frontera.
El ministerio de Seguridad de la Nación ya se encuentra al tanto de la venta ilegal que afectaría a miembros de la fuerza e iniciará un sumario investigativo, adelantó un allegado a la ministra Frederic.
EMJ
Fuente Clarin