Llevaba 53 tripulantes a bordo.
La Marina de Indonesia encontró el domingo el submarino que había naufragado y desaparecido hace cuatro días frente a las costas de Bali y anunció la muerte de los 53 miembros de su tripulación, al cabo de una intensa y desesperada búsqueda motivada por el fin estimado del suministro de oxígeno.
El submarino, con el que se había perdido contacto el miércoles pasado, fue encontrado seccionado en tres partes en el lecho marino frente a Bali, dijo el jefe del Estado Mayor de la Armada, Yudo Margono, en una conferencia de prensa en Bali.
“Los 53 miembros de la tripulación murieron”, anunció el comandante de las Fuerzas Armadas indonesias, Hadi Tjahjanto, junto a Margono ante la prensa.
El comandante dijo que los equipos de búsqueda recibieron señales desde el lugar a más de 800 metros de profundidad a primera hora de este domingo, cuatro días después de la última comunicación.
Agregó que utilizaron un vehículo de rescate submarino suministrado por Singapur para obtener una confirmación visual de partes del submarino, como el timón vertical trasero, varias anclas y secciones del casco exterior.
El submarino hallado.
Tjahjanto dijo también que más partes de la embarcación fueron descubiertas este domingo, incluyendo un ancla y trajes de seguridad usados por los miembros de la tripulación, informó la agencia de noticias AFP.
Durante la conferencia, el jefe de la Armada mostró un chaleco del submarino hallado por los rescatistas, un material que normalmente está almacenado en una caja de emergencia, por lo que se suponía que alguno de los militares la abrió pero no logró ponerse el equipo.
Aviones, barcos y cientos de militares habían sido movilizados para localizar el KRI Nanggala 402, un sumergible de unos 40 años de construcción alemana, desaparecido durante unos ejercicios.
Las esperanzas de supervivencia de la tripulación se consideraban mínimas, ya que, según estimaciones, las reservas de oxígeno del submarino se habían agotado.
El sábado, tras hallar en el mar restos del navío, algunos procedentes del interior del sumergible, la Marina admitió que había sufrido daños irreparables al naufragar.
Entre los objetos hallados se recuperó la pieza de un sistema de torpedos y una botella de grasa para lubricar periscopios.
También se encontró una alfombra utilizada para rezar, habitual en Indonesia, el país que alberga mayor número de musulmanes en el mundo.
El presidente Joko Widodo había descrito a los marinos desaparecidos como los “mejores patriotas”.
“Todos los indonesios expresan su profunda tristeza por este accidente, especialmente a los familiares de la tripulación del submarino”, agregó el presidente, Joko Widodo, en un mensaje difundido por YouTube.
Hasta esta noche (la tarde en la Argentina) las autoridades no habían dado una explicación oficial del accidente, pero sostenían que el submarino pudo haber sufrido una masiva falla eléctrica que impidió a la tripulación volver a la superficie.
No obstante, Margono no descartó una posible explosión, al estimar más probable que el submarino se descompusiera por la presión del agua a profundidades superiores a 800 metros, por encima de su límite de resistencia.
“Los cascos de los submarinos están presurizados pero cuando se rompen el agua invade el interior” explicó Wisnu Wardhana, un experto marítimo en el Instituto de Tecnología del Sepuluh Nopember de Indonesia.
El submarino, uno de los cinco que tenían las fuerzas armadas de Indonesia, se sumergió temprano el miércoles pasado durante los ejercicios militares previstos en el norte de la isla de Bali. El contacto se perdió poco después.
Según la Marina, el submarino, entregado a Indonesia en 1981, estaba en buenas condiciones para el servicio. Sin embargo, este tipo de submarino está diseñado para soportar una presión de solamente hasta 300 o 400 metros de profundidad.
Según los expertos, un derrame de petróleo detectado en la zona en la que se hundió hacía temer una posible ruptura del depósito, o incluso una fractura del submarino.
Los residentes de la ciudad de Banyuwangi, en Java Oriental, que alberga la base naval desde donde se llevaban a cabo las operaciones de búsqueda y rescate, se unieron a los llamados nacionales para acelerar la modernización de las fuerzas de defensa nacionales.
“Este puede ser un punto de aprendizaje para que el gobierno avance en su tecnología militar y tenga cuidado en cómo usa su tecnología porque está en juego la vida de su gente”, manifestó Hein Ferdy Sentoso, residente de 29 años, citado por el diario The Yakarta Post.
Indonesia tenía cinco submarinos antes del último accidente: dos Tipo 209 construidos en Alemania, incluido el Nanggala 402, y tres buques surcoreanos más nuevos.
Hasta ahora, Indonesia no había tenido incidentes graves relacionados con submarinos, pero otros países sí que fueron escenario de tragedias de este tipo.
Una de las más conocidas ocurrió en 2000, cuando el submarino nuclear ruso Kursk se hundió cuando hacía maniobras en el mar de Barents con 118 tripulantes a bordo.
Uno de los torpedos explotó y provocó la destrucción de todo el depósito de municiones. 23 marinos sobrevivieron a la deflagración pero murieron ya que no fueron socorridos a tiempo.
En 2017, el submarino de la flota argentina San Juan, con 44 tripulantes, se hundió a unos 400 kilómetros de la costa argentina.
Fuente Telam