Al menos en la naturaleza, suele cumplirse aquello que no hay bien que por mal no venga. Cuando una planta es atacada por una langosta, por citar un caso, ese cultivo genera una respuesta celular que activa el crecimiento de sus hojas y raíces para compensar el daño. Ese pool de proteínas que activa el crecimiento vegetal es uno de los desarrollos de Terragene una firma fundada por científicos que eran del Conicet y que desde su natal Rosario crearon lo que es hoy una multi biotecnológica. Exporta el 97% de su producción por el equivalente a US$ 30 millones. La novedad estos días es una alianza global con la alemana Helm para el desarrollo de microorganismos y bio moléculas inteligentes para la protección de cultivos. Se trata de productos biológicos contra plagas que apuntalan el crecimiento de cultivos sin agredir al suelo.
En otras de sus investigaciones tomaron secuencias de hongos e insectos que afectan a los cultivos y los pusieron en contacto con las plantas para activar su respuesta defensiva. Como sucede con las vacunas. Lo hacen en base a bio moléculas inteligentes sin aplicación de químicos y es una manera de devolverles vida a los cultivos con mayores rindes. “Identificamos proteínas de hongos o insectos y las recombinamos de manera de poder emplearlas para fumigar distintos cultivos o de ponerlas en contacto con semillas”, señalan al completar que se estimula el sistema inmune de la planta. “Se genera una respuesta natural; se defiende mucho mejor y el rinde es más alto aun cuando la enfermedad llega”. Terragene, creadora de la marca Protergium, invertirá U$D 6 millones para impulsar estas innovaciones.
Helm, a su vez, cuenta con 120 años de trayectoria y tecnología alemana. El nombre reconoce a la familia fundadora, aún en el control. También se dedica a productos para la protección de cultivos, tiene filiales en 35 países, 1.600 empleados y ventas por 5.000 millones de euros.
Terragene nació en 2006 por iniciativa de dos científicos rosarinos formados en el Conicet. Uno de ellos, el genetista Esteban Lombardía. El otro, Adrián Rovetto, especializado en biotecnología. Elaboran unos 150 productos en su planta en Alvear, sobre la ruta 9 y a 10 kilómetros de Rosario. Desde allí exportan a más de 60 países y emplean a 315 personas. Unos 30 productos que componen su línea de Esterilización y Control de Infecciones cuentan con aprobación de la exigente FDA de EE.UU. Con sus productos de control de infecciones y compiten con gigantes internacionales de la talla de 3M. Contabiliza nueve patentes, una sede en Houston y otra en China. Acaban de llegar a México. El equipo son científicos sub 45 son egresados de universidades públicas, que también pasaron por el Conicet. El 5% de la facturación anual se destina a investigación.
Desarrollaron 30 productos para el agro de los cuales hay varios con aprobación del INTA para después ser certificados por el Senasa y ya comenzaron los procesos de certificación en Brasil y Estados Unidos. Seguirán por Australia.
Fuente Clarin