Samuel Llanos (40), el fisicoculturista detenido por el femicidio de Analía Maldonado, recibió una golpiza en la comisaría que estaba alojado desde su arresto.
Según informó Crónica TV, el acusado por femicidio terminó con el tabique fracturado y fuertes politraumatismos.
Tras el ataque, Llanos fue trasladado a la Unidad Penal N° 49 de Junín, una alcaidía que aloja presos de forma transitoria hasta que son derivados a otros penales.
Samuel Llanos fue detenido en Luján, tras pasar más de 48 horas prófugo.
A raíz de la agresión, la defensa de Llanos pedirá que el imputado quede alojado en un pabellón en el que se lo proteja de futuras golpizas.
El fisicoculturista está detenido desde la semana pasada. Fue arrestado en Luján, horas después de que el cuerpo de Analía Maldonado fuera hallado en un camino rural, calcinado.
La principal hipótesis de los investigadores es que Llanos golpeó a su pareja y después la asfixió hasta matarla. Para ocultar lo que había hecho descartó el cuerpo.
Analía Maldonado (40) y su pareja, Samuel Llanos (40), acusado por el femicidio.
Para escapar, se llevó el auto de Analía y también el dinero que tenía la víctima tenía en su casa: según los investigadores, robó 200 mil pesos y 1.500 dólares.
El femicidio de Analía conmovió a Los Toldos, una ciudad de 13 mil habitantes en el que tenía un salón de belleza.
Su familia denunció su desaparición el domingo 18 de abril. El cuerpo fue hallado dos días más tarde. Para ese momento el acusado ya se había fugado.
Llanos, padre de tres hijos, tenía siete denuncias por violencia de género en la Justicia de Junín.
La causas fueron por violencia de género, violencia familiar, lesiones leves y graves, y abuso sexual. Todas se iniciaron entre 2009 y 2020. Por ninguna fue condenado ni llevado a juicio.
Una relación corta, con final trágico
La relación con Analía había comenzado hace menos de un año. Rápidamente se fueron a vivir juntos.
Vecinos de la casa en la que convivían aportaron un dato clave en el inicio de la investigación: entre la noche del sábado 17 y el domingo 18 se escucharon gritos en esa vivienda.
José fue uno de los que aportó su testimonio. “Desgraciadamente fui el que escuchó el último grito de ella. El único grito de Analía fue ‘No, no, no’. Esperé que dijera ‘no me pegues’, pero no se sintió ninguna otra palabra”, señaló el vecino en diálogo con Crónica TV.
José dijo que fue su esposa quien comenzó a escuchar ruidos cerca de las 2.40 del domingo en la casa donde convivían Analía y Llanos. “Después de escucharla gritar me levanté pero ya era tarde. Los gritos duraron un segundo y me parece que fue el final de ella”, remarcó.
Tras ello, señaló que sintió “como que arrastraban a alguien” por el patio, ya que escuchó ruidos de hojas.
“Supongo que algo pasó. Después sentí una moto y pensé que Analía pudo escapar porque no escuché más nada. Más tarde escuché los gritos de él (por Llanos) pero no le presté atención”, indicó, y agregó que “gritaba como Tarzán, eran como alaridos”.
LM
Fuente Clarin