“Se trata de uno de los peores desastres que sufrió Israel“. Así lo resumió Dov Maisel, director de operaciones de United Hatzalah, uno de los principales servicios de emergencia conformado por voluntarios, al describir la trágica escena que dejó la estampida en el Monte Merón, donde decenas de personas murieron y cientos resultaron heridas.
Horas de tensión y angustia se vivieron en el emblemático Monte Merón, donde miles de personas se habían congregado para conmemorar la festividad judía de Lag Baomer sin pensar que todo iba a terminar de la peor manera.
“Acabamos de ver uno de los peores desastres de Israel. Un terrible desastre de personas que vinieron a celebrar Lag Baomer y, lamentablemente, fueron literalmente aplastadas hasta la muerte ”, expresó Maisel, en declaraciones que consignó el portal de noticias Arutz Sheva.
Dov Maisel, jefe de una de los grupos de rescatistas israelíes. Foto: captura de pantalla de Arutz Sheva
Maisel confirmó que “muchas personas resultaron heridas y muertas aquí”.
“Los voluntarios detrás de nosotros se están reuniendo para una consulta inmediata con la unidad de psicotrauma debido al hecho de que estuvieron expuestos a visiones muy difíciles que no hemos visto aquí desde los peores días, de las oleadas terroristas a principios de la década de 2000”, expresó Maisel quebrado por la tragedia.
David, uno de los sobrevivientes de la tragedia, relató que cuando estaba a punto de entrar salió como una ola humana. “Nuestros cuerpos fueron arrastrados por sí mismos. La gente fue arrojada al aire, otros fueron aplastados en el suelo”, describió el joven al sitio de noticias Ynet.
“Había un niño allí que seguía pellizcándome la pierna, luchando por su vida. Esperamos ser rescatados entre 15 y 20 minutos y fue terrible. Un policía me sacó”, contó Meir, quien resultó levemente herido en la tragedia.
El sobreviviente agregó que “se sintió como una eternidad, los muertos estaban a nuestro alrededor”.
Eli Beer, también de la organización de servicios de rescate de Hatzalah, contó que había varios niños entre las víctimas. “Para mi pesar, encontramos niños pequeños que habían sido aplastados, tratamos de resucitarlos y en algunos casos logramos salvarlos”, relató.
Gil Alon, un joven de 47 años de Haifa que resultó levemente herido en el incidente y fue trasladado al Hospital Rambam en Haifa, dijo que esta era la primera celebración en la que participaba. “Había mucha gente. El incidente ocurrió al final del encendido de la hoguera principal. La gente comenzó a salir afuera y subimos las escaleras que se suponía tenían capacidad para 50 personas, pero había más de 500. Así comenzó la tragedia”, explicó.
Alon continuó con su relato sobre cómo logró escapar. “Nos aseguramos de mantener nuestras vías respiratorias abiertas, el peso era pesado y más personas caían todo el tiempo. En algún momento abrieron una puerta lateral y logró aflojarse un poco. La gente trataba de ayudarse entre sí”, indicó.
Moshe Yosef Levi, quien también resultó heridos y fue llevado al Hospital Ziv en Safed, también cuestionó la importante cantidad de gente que asistió al evento. “La salida era muy estrecha y alguien resbaló por la presión. Se cayó y más y más gente comenzó a caer sobre él. Alguien estaba debajo de mí, me caí hacia adelante y comencé a orar allí. Me mantuve alerta, Traté de gritar pero mis piernas estaban atrapadas”, resumió.
“Hubo momentos en los que sentí que iba a morir“, dijo Ibrahim Nibin, de 21 años, de Jerusalén. “Había personas debajo de mí que no respiraban, niños y adultos. Solo estaba pensando en mi bebé de tres meses. No quería que quedara huérfano”, agregó.
GRB
Fuente Clarin