Una pelea familiar terminó en una protesta vecinal y en una investigación tras la sospechosa muerte de un jubilado. Claudio Flores (85) falleció este domingo en la clínica Los Cedros, de San Justo, adonde llegó descompensado y con una falla cardíaca. Pero alrededor del caso se destrabó una sospecha, una disputa y un expediente judicial por una presunta usurpación.
El sábado a la madrugada, Flores salió de su casa, pero no lo hizo consciente ni caminando. Se lo llevaron entre cuatro personas y lo subieron, a un auto, en Luis Guillón, según quedó registrado por las cámaras de seguridad.
“Lo fui a ver el domingo a la mañana, como hacía habitualmente, y no me atendió nadie. Mi hermano fue hacer la denuncia a la comisaría pero no se la quisieron tomar, sin darnos ninguna justificación. Como estábamos preocupados, vimos que había una cámara de seguridad enfrente y se la pedimos a la vecina. Ahí se ve perfectamente cómo se lo llevaron“, le cuenta a Clarín Marcos, el sobrino de la víctima.
En las imágenes se observa a un grupo de personas cargando a Flores en la mitad de la noche para subirlo a un vehículo. Nadie avisó a su familia dónde había ido, si estaba descompuesto o necesitaba asistencia médica. Tampoco se registraron llamados al 911 ni se comunicó con sus vecinos más cercanos.
Protesta vecinal en Luis Guillón por la sospechosa muerte de un jubilado. Foto: Luciano Thieberger.
Hugo vive justo al lado de la casa de Marxer 1678, en Luis Guillón (partido de Esteban Echeverría) y también sospechó de estas personas: “Él no tenía teléfono, ¿por qué no me pidió ayuda a mí en vez de llamar a alguien que estoy justo al lado?”, se indignó.
Es que tanto este vecino como sus sobrinos, detectaron situaciones sospechosas alrededor de una persona del barrio y de un supuesto abogado.
“Lo llevé a sacar plata y a la farmacia. Me dijo que cobraba 20 mil pesos de jubilación pero él tenía la pensión de la esposa y no podía ser, le faltaba plata. Decía que el abogado le daba de a poco, no se entendía. Hoy -por este lunes- lo iba a llevar a ANsES a ver qué estaba pasando porque no cerraban los números”, contó Hugo en la puerta de la casa de Flores, que se convirtió en el epicentro de los reclamos de los vecinos.
“Hace tiempo que estas personas empezaron a acercarse a mi tío para hacerle algo. Él ya no nos dejaba entrar a la casa por temor al coronavirus y nosotros lo visitábamos igual hasta la puerta para ver cómo estaba. Cuando vimos el video, cómo se lo llevaban, todo lo que debe hacer sufrido, una persona que uno ha querido tanto, no lo podíamos creer”, afirmó Marcos González a Clarín.
Protesta vecinal
La viralización de esas imágenes en redes sociales terminó con los vecinos manifestándose en la calle y compartiendo el video en grupos de WhatsApp y redes sociales.
Recién el domingo por la noche, con el video y el relato de los sobrinos, lograron radicar la denuncia que derivó en una investigación de la Fiscalía N° 2 de Esteban Echeverría.
La causa quedó caratulada como “averiguación de ilícito” y, según los primeros datos de la investigación, Flores había enviudado hace unos cinco años.
Desde la muerte de Nélida González, su esposa, la familia de la mujer habría comenzado a reclamar su parte de la propiedad, lo que desató un conflicto intrafamiliar.
La casa, según advirtieron, estaba en venta y por eso hubo discusiones y reclamos. A Flores lo trasladó a la clínica los Cedros un abogado que dice ser el dueño de esa casa, que declaró haberla comprado pero permitiéndole vivir allí “por la pandemia”.
Protesta vecinal en Luis Guillón por la sospechosa muerte de un jubilado. Foto: Luciano Thieberger.
La familia del jubilado fallecido niega esa versión y dice que “fue todo una estafa, que lo fueron llevando para que no tuviera contacto con la familia y quedarse con sus cosas”, se quejó Marcos.
Al mismo tiempo, pidió ayuda para saber qué pasó entre el sábado a la madrugada, cuando se lo llevaron a mitad de la noche, y este domingo, cuando otras personas desconocidas ocuparon la vivienda.
“Empezaron de a poco, acercándose a él. Yo, te soy sincero, pensé que le robaban los muebles, no que lo iban a matar de esta manera, porque para mí lo mataron. Lo que nosotros queremos es que se investigue a estas personas, que un fiscal venga acá y nos diga qué fue lo que pasó con mi tío. Explicame por qué si venís a ayudar a una persona, no le avisás a la familia; por qué ponés a alguien a cuidar la casa, con qué interés”.
La fiscal María Paula Sagade Sánchez no tomó ninguna medida contra este presunto abogado, tampoco contra la vecina ni los sobrinos, que aún no fueron a declarar a la fiscalía.
Mientras tanto, un grupo de vecinos prendió fuego troncos y gomas en la puerta de la casa de esa vecina de la que todos sospechan. Un cordón policial protegió su vivienda por temor a un linchamiento.
EMJ
Fuente Clarin