Los restos del cohete chino Long March-5B Y2 que giraban fuera de control en la atmósfera se desintegraron en la madrugada de este domingo sobre el Océano Índico, al norte de las Islas Maldivas.
Así lo informó la televisión estatal citando a la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China, tras varios días de especulaciones sobre dónde caería el objeto de 18 toneladas.
“Después del monitoreo y análisis, a las 10:24 del 9 de mayo de 2021, los restos de la última etapa del vehículo de lanzamiento Long March 5B Yao-2 han vuelto a entrar en la atmósfera“, señaló la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China en un comunicado, proporcionando coordenadas para un punto en el Océano Índico, cerca de las Maldivas.
Agregó que la mayor parte del segmento se desintegró y fue destruido durante el reingreso.
El servicio de monitoreo Space-Track, que utiliza datos militares de Estados Unidos, también confirmó el reingreso. “Todos los demás que sigan el reingreso de #LongMarch5B pueden relajarse. El cohete ha caído”, tuiteó.
“Creemos que el cohete cayó en el Océano Índico, pero estamos esperando los datos oficiales de @ 18SPCS”, agregó en un mensaje separado, refiriéndose a un escuadrón de la Fuerza Espacial de Estados Unidos. Luego, finalmente confirmó la información.
El cohete chino quedó fuera de control desde este jueves, luego de ser lanzado desde la estación espacial de Pekín.
“La probabilidad de causar daños es extremadamente baja”, había dicho el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, al señalar que “la mayoría de los componentes se destruirán” al entrar en la atmósfera.
El cohete Gran Marcha-5B Y2, que llevaba el módulo Tianhe, al despegar desde el Sitio de Lanzamiento de Naves Espaciales de Wenchang en la provincia de Hainan. (Xinhua)
Expertos militares estadounidenses habían señalado en las últimas horas que el cohete Long March 5B podía caer en la superficie entre el sábado 8 y el domingo 9 de mayo.
China lanzó el jueves el primero de los tres elementos de su estación espacial, la CSS, que fue propulsado por un cohete Long March 5B. Y es el cuerpo de este cohete el que cayó este sábado.
Tras la separación del módulo espacial, el lanzador comenzó a orbitar el planeta en una trayectoria irregular, perdiendo altura lentamente, haciendo casi imposible cualquier predicción sobre su punto de entrada a la atmósfera, y por tanto de su punto de caída.
China había asegurado que el cohete se desintegraría y no causaría daños. (Xinhua)
China invirtió miles de millones de dólares en su programa de exploración espacial, con el objetivo de reflejar su creciente perfil global y poderío tecnológico, siguiendo los pasos de Estados Unidos, Rusia y Europa.
De esta manera, el espacio se convirtió en el más reciente escenario de enfrentamiento entre China y Estados Unidos.
China también anunció en marzo planes de construir, junto con Rusia, una estación lunar separada.
La conquista del espacio es la última gran apuesta del gigante asiático. (Foto AFP)
Esa instalación, planeada para la superficie o la órbita de la Luna, estará equipada para realizar investigaciones experimentales y será el mayor proyecto de cooperación espacial de China hasta la fecha.
El cohete Long March 5B no es el primero en el que China pierde control de un componente espacial que regresa a la Tierra.
Su laboratorio espacial Tiangong-1 se desintegró al reingresar a la atmósfera en 2018, dos años después de que dejó de funcionar, aunque las autoridades chinas negaron haber perdido control de la nave.
Con información de agencias.