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La Cancillería que conduce Felipe Solá emitió este martes un comunicado en el que dejó asentada la posición del Gobierno respecto del conflicto bélico de la Franja de Gaza, condenando a Israel por el “uso desproporcionado de la fuerza” contra los palestinos, pese a que fue el grupo terrorista Hamas el que inició una ofensiva contra tierra israelí con misiles.
Y aunque también criticó “el lanzamiento” de cohetes y misiles desde el lado palestino evitó condenar al grupo terrorista de Hamas.
Esta posición cayó mal en sectores de la colectividad judía en Argentina. Y hubo respuesta de la Embajada de Israel.
“Este comunicado lo vemos con preocupación y no expresa la buena relación que existe entre nuestros países”, dijo la embajadora israelí en Argentina, Galit Ronen, en declaraciones a A24.
Se trata de una primera manifestación de malestar de la diplomacia israelí por la posición argentina.
“La República Argentina expresa su honda preocupación por el dramático agravamiento de la situación en Israel y Palestina , el uso desproporcionado de la fuerza por parte de unidades de seguridad israelíes ante protestas por posibles desalojos de familias palestinas de sus hogares en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan”, dice el comunicado oficial.
La posición del gobierno argentino contrastó, por ejemplo, con la de la administración del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou quien directamente condenó los ataques de Hamas contra ciudades israelíes.
“Uruguay expresa su firme condena ante la realización de actos terroristas y el recrudecimiento de los ataques perpetrados desde Gaza contra territorio israelí”, aseguró la Cancillería del país vecino.
En forma paralela, este martes también circuló en las redes sociales un comunicado del Instituto Patria que pregona la “solidaridad con el pueblo palestino”. Es de julio de 2020, pero generó sensibilidades porque se trata de la institución que maneja Cristina Kirchner y cuyo brazo ejecutor es La Cámpora.
La postura del Instituto Patria está en consonancia con la del gobierno de la Republicana Bolivariana de Venezuela, liderada por Nicolás Maduro, que denunció a Israel pero se abstuvo de condenar la violencia de Hamas.
Maduro es el más férreo aliado de Irán en América Latina. Y Teherán es uno de los soportes financieros e ideológicos de Hamas. En esta línea también salieron Cuba, Nicaragua y México.
Luego de condenar a las fuerzas israelíes, la Cancillería argentina señaló, en otro tono, “la respuesta a través del lanzamiento de misiles y artefactos incendiarios desde la Franja de Gaza.
“Todo ello condujo a una escalada de la violencia, que condenamos, que causó numerosas víctimas fatales, cientos de heridos y trajo mayor sufrimiento a la región y sus habitantes”, comenzó diciendo el comunicado emitido en Buenos Aires aunque el canciller Felipe Solá se encuentra con el presidente Alberto Fernández en su gira por Europa.
“La Argentina insta a todos los actores a respetar plenamente sus obligaciones de conformidad con el derecho internacional, evitar acciones y declaraciones que escalen aún más la situación, y a proteger y respetar los derechos de las poblaciones civiles afectadas como consecuencia de estos enfrentamientos”, indicó.
Además, el texto “exhorta a apoyar todos los esfuerzos internacionales para establecer un cese del fuego inmediato y duradero, como primer paso para la búsqueda de una convivencia pacífica para todos a través del diálogo en la mesa de negociaciones.” Y luego se sumó a la línea pacifista del papa Francisco.
La escalada militar entre Israel y Hamás dejó, hasta ahora. más de 30 muertos y se intensificó este martes con una lluvia de cohetes lanzados por ese grupo islamista contra Tel Aviv y la represalia israelí.
Por su parte, la Organización Sionista Argentina (OSA) también cuestionó el comunicado de la Cancillería argentina e instó al Gobierno a “evitar frases de ocasión y apelaciones a lugares comunes” como así también “condenar sin eufemismos al terrorismo que apunta sus misiles contra las poblaciones civiles israelíes”.
Para la OSA, la Argentina emitió ese documento “desconociendo que uno de los actores del conflicto es la organización terrorista Hamás, a la que nada le importa el derecho internacional ni la vida de civiles propios o israelíes”.
Asimismo, la entidad acusó de “ingenuo” el documento del Gobierno por “pensar que el terrorismo necesita de algún tipo de excusas para atacar a cuchillazos a transeúntes que circulan por las calles de Jerusalén”.
DS
Fuente Clarin
