¿Cómo empezó el conflicto en Gaza y qué puede pasar? En diálogo con Clarín, el periodista argentino Marcelo Kisilevski, residente en Israel, describió un escenario en el que no se descarta una nueva guerra como la de 2014. “Todo está abierto”, dice. Y explica que las razones que llevaron a esta situación no se resumen a un sola sino a un grupo de factores.
El conflicto “empieza porque se juntan un montón de cosas”, reconstruye.
El Ramadán de los musulmanes, el Día de Jerusalén de los judíos, enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas, choques entre palestinos y la policía israelí, un fallo de la Corte Suprema de Israel contra inquilinos palestinos, la interna palestina… la lista es larga. Y cada elemento sumó su cuota para llegar a una situación que desembocó en una lluvia de cohetes de Hamas y la consiguiente respuesta israelí.
Un palestino observa los destrozos en una vivienda después de un ataque aéreo israelí. Foto: EFE
La conjunción del Ramadan, el mes del ayuno musulmán, y el Día de Jerusalén, la semana pasada, en el que los israelíes celebran la reunificación de la ciudad en 1967 en la ultrasensible explanada de las mezquitas fue uno de los detonantes.
“Por un lado estamos en Ramadán, por otro lado, en el medio cae el Día de Jerusalén, donde se hace una procesión muy grande con banderas israelíes y toda la juventud celebra alrededor y dentro en la ciudad vieja de Jerusalén, rememorando la reunificación de Jerusalén en el 67, en la Guerra de los Seis Días”, enumera Kisilevski.
Las celebraciones de Ramadán y del Día de Jerusalén en el corazón más sensible del conflicto palestino-israelí encendió la llama. Pero hay más. La propia interna palestina.
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, movido por el gobierno de Estados Unidos, decidió llamar a elecciones parlamentarias para el 22 de mayo, mientras que las presidenciales y las elecciones al Consejo Nacional Palestino tendrían lugar el 31 de julio y el 31 de agosto, respectivamente.
Los pronósticos indicaban que en Cisjordania Abbas perdería con seguridad en manos de Hamas. El 29 de abril, Abbas suspendió las elecciones alegando la negativa israelí a permitir las elecciones palestinas en Jerusalén Este.
La suspensión desató la furia de Hamas que amenazó entonces con “un infierno” en Oriente Medio.
“La interna palestina se pone en rojo”, dice Kisilevski. A esto se suma otro agravante: un fallo de la Corte Suprema israelí que avala el derecho de propiedad de judíos en el barrio Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este, donde hay inquilinos palestinos.
“Este fallo cae justo en medio Ramadán y en la interna palestina. Ahí se caliente el terreno en Jerusalén. Empiezan a haber disturbios en la puerta de Damasco de la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde se juntan los jóvenes palestinos en las noches de Ramadan cuando se rompe el ayuno”, dice el periodista.
Y sigue: “Comienzan a haber enfrentamientos con los ultrarreligiosos judíos, choques que se suben en video a tik tok, en una historia que mezcla todo con todo. La policía no tiene mejor idea que bloquear la explanada de la puerta de Damasco para que no haya disturbios y eso empeora las cosas porque ahora los disturbios son con la policía todas las noches y siguen hasta este momento.”
Hamas
La andada de misiles que llegan desde la Franja de Gaza es “alucinante”. Foto: AFP
Allí entra en juego Hamas, cuya ala más dura lanza la primera andanada de cohetes el 10 de mayo contra la zona de Jerusalén, abriendo las puertas del averno.
“Hamas hace una operación simbólica de unir Gaza con Jerusalén, Gaza es el escudo de Jerusalén. Todo entra en caos. Y Hamas se monta en este caos”, señala Kisilevski.
Para el periodista, el grupo radical palestino “hace la ecuación de amenazar a Israel con ‘si ustedes tiran a las casas, nosotros también vamos a tirar a las casas’, y eso lo están cumpliendo. Israel no se puede quedar atrás, porque estaría acatando amenazas del terrorismo”.
Desde hace cuatro noches, que desde Gaza salen cohetes e Israel bombardea el territorio palestino, dejando un saldo hasta ahora de 7 muertos en Israel y 67 en la Franja, incluidos 16 niños. Pero las cifras cambian con las horas.
La mediación de Egipto cayó en un saco roto. E Israel ordenó este jueves la movilización de 3.000 reservistas para enfrentar todo tipo de escenario. El primer Netanyahu, con sus propios problemas internos, procesado por corrupción e incapaz de formar de gobierno, no descartó este jueves una incursión terrestre en Gaza.
“No se sabe si va a ser una guerra como la de 2014. Está todo abierto”, admite Kisilevski a Clarín. “Entrar ahora por tierra para Israel sería mucho más costoso en vidas humanas, también para los palestinos.”
Si Israel entra por tierra a Gaza “eso cambiaría totalmente la dinámica. Israel va a hacer todo lo posible para que eso no pase. Egipto está tratando de mediar pero en este momento dejó de intentarlo porque no recibe respuestas. Ni Hamas ni Israel están abiertos a la conciliación”, reconoce.
Al conflicto en Gaza se suma otro fenómeno grave: la violencia en las ciudades mixtas en Israel. Donde hasta hace poco convivían pacíficamente árabes y judíos, ahora hay linchamientos, autos incendiados y mezquitas atacadas.
ap
Fuente Clarin