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Se había barajado la posibilidad de pasar por Alemania para visitar a Ángela Merkel. Pero las restricciones impuestas por ese país obligaron a suspender la escala: Berlín pedía un aislamiento de varios días por el avance feroz de la pandemia. La semana próxima, Alberto Fernández y la canciller hablarán por videoconferencia.
Lo mismo ocurrió con Moscú, otro destino que se analizó aunque con muchas menos probabilidades que la capital alemana. Pero la agenda de Vladimir Putin, acotada, como Merkel, por el COVID, desecharon rápido su inclusión en el itinerario.
La primera gira de Alberto Fernández por Europa en tiempos de coronavirus dejó, al menos en términos sanitarios, un resultado satisfactorio: cuatro hisopados por cada integrante de la comitiva, incluido el propio Presidente, que fueron negativos.
No tuvieron el mismo éxito en México, en febrero pasado, en la visita de Fernández a Andrés Manuel López Obrador, accidentada desde la previa: 48 horas antes, el mandatario mandó a pedirle la renuncia a Ginés González García por el escándalo del vacunatorio VIP, revelado por este diario, y bajó del avión al senador Jorge Taiana y al diputado Eduardo Valdés, inmunizados en la antesala del despacho del ex ministro en el edificio de Salud.
Apenas aterrizó en el DF, un par de días antes de la gira, como parte de la avanzada, uno de los jefes de la custodia presidencial, de la Policía Federal, dio positivo de COVID. Tuvo que ser aislado durante diez días, y ser apartado de la comitiva.
Esta vez fueron, en total, cuatro hisopados para Alberto Fernández y los funcionarios de mayor jerarquía de la comitiva: el ministro Martín Guzmán, el canciller Felipe Solá y los secretarios Julio Vitobello, Guillermo Oliveri y Juan Pablo Biondi. Los seis están vacunados. El secretario de Culto fue el último en inmunizarse, hace unos quince días. Gustavo Béliz se sumó recién el miércoles, en Italia.
El primero fue en Buenos Aires, antes de volar a Europa. Luego en Madrid, en la residencia de la embajada, en el barrio Salamanca. Y dos más en Roma: uno rápido, el jueves por la mañana en la habitación del hotel, antes de la audiencia con el Papa Francisco, y un test PCR por la tarde, en un salón reservado de la planta baja.
El resto de la delegación -colaboradores, el médico del mandatario, personal de custodia de la Policía Federal y Casa Militar, y de protocolo, unos treinta en total, también se hisopó en cuatro oportunidades: en Buenos Aires, Lisboa, Madrid y Roma.
Es la primera vez que la Casa Rosada despliega una comitiva numerosa fuera de la Argentina desde que el coronavirus sorprendió al planeta. Parte de la comitiva vivió en carne propia las diferentes restricciones sanitarias de las principales capitales europeas.
París, la tercera escala, de menos de 24 horas, fue la ciudad más restrictiva: en un proceso de desconfinamiento gradual -el 19 se reabren terrazas, cines y museos-, la capital francesa mantiene hasta ese día un toque de queda desde las 7 de la tarde. A partir de la semana próxima, será a partir de las 9 de la noche.
Los colaboradores presidenciales casi que no pudieron recorrer la ciudad. Los restaurantes por ahora solo atienden en modalidad delivery, y el hotel que hospedó a la delegación ni siquiera tenía en el bar servicio de cafetería. Solo una breve caminata de Biondi y Vitobello, el que más aprovechó el tiempo: salió a correr por el Parque del Retiro de Madrid, y sí se despachó en Roma, como el resto, que sí tiene restricción de circulación a partir de las 10 de la noche, pero con escaso control.
Guzmán se entregó a la madrugada de lunes de Madrid, que el fin de semana pasado celebró con una fiesta callejera el fin del desconfinamiento, para caminar. Salió con sus tres colaboradores a dar unas vueltas por el Paseo de la Castellana, que parte al medio la capital española.
Madrid estaba completamente vacía de madrugada. El ministro, el más activo de la gira, hizo unas cuantas cuadras y volvió a la residencia del embajador, que alojó a toda la delegación. Un rato de esparcimiento en medio de las complejas negociaciones con el Fondo Monetario. Lejos, al menos por unos días, de las internas de Buenos Aires que lo tienen en el centro de la tormenta.
Fuente Clarin
