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Lo que las consultoras empezaron a advertir hace un par de semana ya se convirtió en un dato oficial: por el alza de los contagios y las mayores restricciones ante la segunda ola de Covid, el efecto de la pandemia ya se siente sobre la industria. A tal punto que la producción del sector cayo 2,9% en abril con relación a marzo.
El dato surge del Centro de Estudios de la Producción (CEP), que depende del ministerio de Desarrollo Productivo. El CEP elabora un índice adelantado de actividad industrial con base en CAMMESA, la compañía que administra el mercado mayorista eléctrico. En base al consumo de energía puede verse que la actividad industrial se contrajo 2,9% en abril en términos desestacionalizados.
Al igual que el resto de la actividad, la industria venía repuntando en los meses previos. En marzo la producción manufacturera creció 10,7% frente al mismo mes de 2019 y 32,8% interanual respecto del primer mes de cuarentena. En la medición sin estacionalidad aumentó 0,7% y el nivel se posicionó 3,9% por encima del prepandemia
“Los datos adelantados de abril dan cuenta de cierto impacto de la segunda ola de COVID-19 en la actividad industrial”, apunta el CEP. Con relación al mismo mes de 2020, cuando todos el país estaba en fase 1, la industria creció 58,9% y se ubica 6% por encima de los niveles pre pandemia.
Más ausentismo
Hasta el momento, para el CEP el impacto de la segunda ola de Covid es “relativamente acotado” en la actividad productiva. De 16 sectores industriales relevados, 13 registraron caídas respecto a marzo. Los tres que siguieron creciendo son químicos, alimentos (excluida molienda) y otros sectores industriales.
Entre los que cayeron, la baja más profunda se dio en el sector automotriz, con un retroceso de 9,3%. “Si bien la industria no tuvo restricciones para operar, las bajas reportadas se deben mayormente a la mayor cantidad de contagios entre el personal (que obligó a suspender turnos en ramas como la siderurgia y la automotriz) y la falta de insumos”, consigna el CEP.
En cuanto a los insumos mencionan la menor disponibilidad de oxígeno, material importante en ramas como la siderurgia.
Otros factores que incidieron en la menor producción de abril no estuvieron directamente vinculados con la pandemia, como conflictos en el sector portuario (que provocaron falta de insumos en diversas fábricas) y paradas técnicas por mantenimiento en sectores como el automotriz (Ford) y la siderurgia.
También desde FIEL, que sigue de cerca lo que ocurre con las manufacturas, dan cuenta de que “la propia evolución de la pandemia ha determinado una merma en la actividad en varias ramas, producto de la reducción de los planteles de mano de obra”.
“En abril se han encendido alertas, entre ellas la reducción del ritmo de producción por contagios detectados en algunas plantas”, plantea FIEL
Además mencionan el efecto del bloqueo del Puerto de Buenos Aires que detuvo la cadena de suministro de autopartes a varias terminales locales. Y lo mismo ocurrió con “los bloqueos en la zona de Vaca Muerta que han paralizado la perforación de pozos de gas, sumando preocupación respecto al abastecimiento para la industria en los meses venideros de invierno”.
AQ
Fuente Clarin
