Candidaturas: los intendentes del PJ anticipan una difícil disputa ante Máximo Kirchner

Por Javier Fuego Simondet

El jefe de La Cámpora tendrá influencia decisiva en las candidaturas bonaerenses y busca asentarse en la tercera sección; los jefes comunales tratarán de hacer valer su peso territorial

Las habituales tensiones y las negociaciones al filo de los plazos en el peronismo bonaerense tendrán este año más factores que complicarán las definiciones de las candidaturas legislativas. Con las PASO encaminadas a realizarse el 12 de septiembre, el almanaque reserva cada vez menos días para una negociación en la que se verá en acción a Máximo Kirchner, quien tendrá en sus manos la “lapicera” para definir casilleros, a pesar de no haber asumido de manera adelantada la presidencia del PJ bonaerense para evitar ser impugnado.

Separados en tribus y sin unidad en regiones claves como la tercera sección electoral, los intendentes intentarán hacerse valer y ganar lugares. Algunos, esperanzados en que el poder del líder de La Cámpora se vea afectado por no haber podido tomar la conducción partidaria; otros, ilusionados con que el presidente Alberto Fernández juegue un rol definitivo en la elección de postulantes en la provincia de Buenos Aires.

Las negociaciones que llevaron al adelantamiento electoral en la interna del PJ provincial no derivaron en acuerdos por candidaturas, aunque Máximo Kirchner tendrá influencia decisiva, coinciden distintos intendentes. “Va a haber una ‘lapicera’”, admite a LA NACION un intendente que, no obstante, asevera que los jefes comunales harán valer su peso. “En mi distrito hay camporistas que trabajan conmigo y que van a intentar disputar”, afirma, y señala que ese escenario será generalizado.

Otro intendente del peronismo provincial opina que “se van a potenciar las tensiones y los cierres de listas van a estar disputados de acá hasta 2023”. Según este mandatario municipal, la “lapicera” del hijo de Cristina Kirchner “va a ser el tema” en la pelea. “Hay una sobrerrepresentación de La Cámpora y una subrepresentación del territorio”, señala dispuesto a defender la territorialidad de los intendentes. Asegura que “el cierre va a ser con mucha tensión” y que el tiempo que falta para la definición “no es nada”. Según la ley electoral, las listas deben presentarse ante las juntas partidarias 50 días antes de las PASO (plazo que expira en aproximadamente dos meses).

“Máximo es el dueño de la ‘lapicera’, con más fuerza en la tercera y primera sección electoral, pero también en la quinta y la segunda. No hay cierres sin tensión”, sintetiza un intendente del conurbano que cree que “es un buen momento para poner algún intendente” al tope de la lista para diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires. Otros piden ubicar en ese lugar a un integrante del gabinete nacional, como Santiago Cafiero (jefe de gabinete) o Gabriel Katopodis (ministro de Obras Públicas).

Para definir las listas, un jefe comunal al tanto de los movimientos del justicialismo espera que se involucre directamente el Presidente. “Más allá de las ‘lapiceras’ habituales en la provincia, se va a sumar la ‘lapicera’ de Alberto. Creo que va a participar activamente del armado. Los intendentes van a tener su espacio; de lo contrario, serían inviables las listas de medio término”, diagnostica, y prevé “elecciones muy cerradas”.

Otro jefe comunal del Gran Buenos Aires confía en que el conflicto por la conducción del PJ haya disminuido el poder del jefe del bloque oficialista en la Cámara de Diputados. “Hay que ver si su ‘lapicera’ tiene tinta después de todo este lío”, advierte, al tiempo que reconoce que tendrá una pelea dura en su distrito.

En su camino tortuoso hacia la presidencia del PJ bonaerense, Máximo Kirchner tejió una alianza privilegiada con el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. Lomas es un distrito clave de la tercera sección electoral, y entre los intendentes se puntualiza que esa región (la más importante de la provincia en cantidad de electores, junto a la primera sección, el otro bastión decisivo) será la base del hijo de Cristina.

“Máximo va a ser el jefe de la tercera. En la primera hay otra tribu. Martín [por Insaurralde] no convenció a todos los intendentes [con su apuesta por Máximo Kirchner]”, describió a LA NACION un intendente que cree que va a ser un cierre de listas “lindo”, por lo disputado. “La tercera tiene tribus. Por un lado, está Martín; por otro, Fernando Espinoza [La Matanza] solo; también Juan José Mussi [Berazategui]”, agrega el intendente. En esa sección talla Fernando Gray, el intendente que sostiene en la Justicia su oposición al desembarco en el partido del jefe de La Cámpora. “La primera está más ordenada, quizás con Ariel Sujarchuk [Escobar] un poco más cerca de Máximo”, completa la fuente consultada.

La dupla Máximo-Insaurralde se analiza como un punto clave entre los intendentes. Y en las especulaciones aparece el futuro de Lomas de Zamora. “Ellos tienen acordado el municipio de Lomas, que se sumaría así a Quilmes para La Cámpora [en Quilmes gobierna la camporista Mayra Mendoza], con lo que tendrían dos municipios importantes de la tercera sección. [La diputada nacional Daniela] Vilar es la candidata para manejar Lomas y Martín iría a presidir la Legislatura bonaerense [por la Cámara de Diputados provincial]”, desliza un jefe de un distrito del conurbano.

En La Cámpora no hay intenciones de hablar sobre las listas. “De eso no hay nada, por ahora”, comentó una fuente de trato permanente con Máximo Kirchner ante la consulta de La Nación

La influencia camporista quedó, para varios intendentes consultados, plasmada en el comunicado que el PJ bonaerense emitió el 12 de mayo para oponerse a los aumentos de tarifas, cuando todavía vibraba el conflicto en el Gobierno por la salida fallida del camporista Federico Basualdo (subsecretario de Energía) a pedido del ministro de Economía, Martín Guzmán. El documento tuvo amplia difusión y se interpretó como un mensaje contra Guzmán. Incluso, hubo intendentes del conurbano que propiciaron hacer algún gesto de apoyo para el ministro, iniciativa que no avanzó.

Fuente La Nación