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Después de convivir (y disfrutar) durante meses con la caída de los indicadores de opinión pública del oficialismo, sobre todo de la imagen de Alberto Fernández, los referentes de la oposición también empiezan a verse afectados por un escenario muy complejo. Una nueva encuesta le puso números a ese golpe, que alcanzó a Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri y Patricia Bullrich. En un punto sensible: los tres cayeron en su valoración como líderes opositores.
El estudio que revela este fenómeno y que Clarín adelanta este domingo es de Taquion, una consultora que lleva varios años trabajando para el mundo de la política y los negocios. En mayo, hizo un sondeo nacional de 2.524 casos, con +/- 1,9% de margen de error.
De arranque, el informe presenta un resumen con los datos clave del estudio. Allí se confirma el momento social y económico complicado, que podría explicar también el descreimiento o las fuertes críticas hacia la política.
Tres tips centrales:
– 7 de cada 10 encuestados dicen que están peor que hace un año y también piensan que el futuro será peor que el presente.
– 5 de cada 10 sostienen que el Estado debería dar una mayor ayuda económica a personas en situación de vulnerabilidad.
– 46,9% confiesa que no le creería a nadie si una persona le hablara del futuro.
Los números de la oposición
Este pesimismo (y realismo) impacta también en la oposición. Con otra cifra llamativa: 5 puntos aumentó el porcentaje de argentinos que sostienen que no hay un líder de la oposición.
El dato aparece cuando en Juntos por el Cambio, la pelea por las candidaturas (2021, pero también pensando en el 2023) pasó del ámbito privado al público.
Hace una semana, Clarín contó que Macri ya había elegido a sus postulantes para los cuatro grandes distritos. Las dos Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Y sin embargo, persisten las dudas sobre si podrá imponer a alguno, porque hoy no ejerce el monopolio del liderazgo opositor.
En ese contexto de pelea política y electoral, ex presidente se vio afectado. Pero también Larreta y Bullrich, según los números de Taquion.
“¿Quién es en este momento el líder de la oposición al gobierno de Alberto Fernández?”, preguntó la consultora en mayo, como viene haciendo mensualmente.
La última foto lo mantiene a Larreta arriba, con el 21,7%. Lo siguen Bullrich (15,4%), Macri (12%), Javier Milei (5,2%)y María Eugenia Vidal (4,2%).
El resto se reparte entre los “otros/ns-nc” (8,4%), los que creen que “no hay oposición” (11,6%) y los que consideran que “no hay un líder de la oposición” (21,5%).
Si los dos últimos números configuran de por sí un alerta (llegan al 33,1% entre ambos), la preocupación crece cuando se ve la evolución de las cifras. Porque crecieron respecto a abril, en detrimento de los referentes con nombre y apellido: Larreta bajó 3,9 puntos, Bullrich 2,3, Macri 2 y Milei 0,6.
En la discriminación por edad, los más escépticos sobre los liderazgos opositores son los “baby boomers” (56 años y más): el 36,9% oscila entre que “no hay oposición” y “no hay un líder de la oposición”.
El análisis de un especialista
Clarín consultó a Sergio Doval, director de Taquion, sobre los porqués de la caída de los liderazgos opositores. Y el analista lo resumió así:
– “Hay una parte de hartazgo con la política en general, pero la interna de Juntos por el Cambio no ayuda para nada. Cuando uno escuchaba el fin de semana las declaraciones de Jorge Macri (cuestionando una eventual candidatura bonaerense de Diego Santilli), parecen de un partido tradicional. Son discusiones de poder y el tema del consenso, de trabajar juntos por el cambio, queda relegado. “.
– “Creo que acá se revela la interna de un partido, que antes tenía un solo liderazgo y hoy tiene muchos. Y ese es un aprendizaje real de un órgano que empiece a equilibrar el poder. También en el marco de la grieta, un Larreta muy duro un mes plantándose en la Corte contra el Gobierno sube como líder opositor, pero si al otro mes acepta las restricciones como si nada, baja”.
– “Y en paralelo tenés a un 50% de gente que está buscando una nueva opción (por fuera de la grieta) y no la encuentra. Entonces, la escena empieza a mostrarse desde ese lugar”.
Fuente Clarin
