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El verano feliz de los italianos, con una caída vertical de contagiados, muertos, internados graves (terapia intensiva) y en las salas comunes, enfrenta una amenaza que alarma a los científicos y a las veinte regiones de la península, que constatan la presencia creciente de la nueva y temida variante india, bautizada Delta por la Organizacion Mundial de la Salud. En un mes ha aumentado del 1,8% al 3,4% del total de contagiados.
Los británicos la conocen y la padecen. Con 70 millones de dosis de vacunas propinadas a sus habitantes en una campaña de vacunación a la vanguardia, se aprestaban a dar por concluída dentro de unos días la emergencia que les ha costado más de 128 mil muertos y que los convierten en la nación más castigada de Europa.
Pero el primer ministro Boris Johnson ha avisado que los festejos deben ser postergados debido al nuevo monstruo venido de la india, un virus que este miércoles causó 11.000 contagios, con una capacidad de difusión del 60% más rápida que la variante inglesa imperante al 86%.
En tres semanas la variante india ha arruinado los planes de un verano que debía servir como piedra tumbal a la pandemia. La incidencia del virus ha pasado a 107 por cada millón de habitantes, cuando Italia ha bajado ya a un seguro 28,5 de casos por millón.
El caso británico ha comenzado a helar la sangre de los científicos y especialistas en Italia, donde ya a la variante inglesa del coronavirus le bastó un poco más de un mes para transformarse de recién llegada en dominante.
Ahora el cepo indio puede descalabrar los planes que, a través de una vacunación masiva en 3.400 centros y bajo el comando de un general del Ejército, ha alcanzado hasta un nivel de 600 mil vacunaciones diarias.
El propósito es llegar a setiembre con el 70% de los 60 millones de italianos inmunizados y afrontar en las mejoras condiciones la eventual nueva oleada que llegará con el frío de fin de año. Muchos esperan que se pueda proclamar la derrota de la pandemia.
Restricciones a viajeros
Para afrontar a la indiada de virus que afecta ya a regiones como Lazio (capital Roma), que registra un 3.64% del nuevo cepo, o la meridional Puglia, con varios focos comprobados.
A la Lombardía (Milán), donde desde diciembre se han comprobado 81 casos, las autoridades sanitarias han lanzado restricciones a los movimientos de viajeros, prohibiendo los vuelos desde la India, Bangladesh, Pakistán y otros países vecinos a la zona central del foco pandémico del nuevo cepo.
Colas de turistas en San Marcos. Italia pone restricciones a viajeros llegado de India. Foto: Reuters
Además se han organizado con las regiones acciones para aislar los nuevos focos que se van presentando. En Campania, hay dos con trabajadores agrícolas venidos del Bangladesh.
Con la guardia baja
En Emilia Romagna y Sicilia también se registran brotes de contagios con la variante india. El problema es que en los dos últimos meses, el alivio de la embestida de la pandemia ha aflojado los controles sanitarios. Se cuentan menos hisopados y el seguimiento de test para secuenciar los casos e identificar las fuentes de contagio..
La fundación Gimbe recoge estas insuficiencias y reclama un despertar urgente de los mecanismos del gobierno para combatir la pandemia. Su presidente, el profesor Nino Costabellota advierte “que este no es el momento de bajar la guardia sino de volver a alzarla”.
Se espera la llegada de 55 millones de dosis, especialmente de Pfizer. En la lista entraban las vacunas de Curevac, pero las pruebas de su eficiencia con la variante india no dan una protección superior al 47%, por lo que los italianos ya no cuentan con este preparado.
En cambio Pfizer, Moderna y la controvertida Astrazeneca aseguran protecciones ligeramente más bajas que contra la variante inglesa. Pero solo con la inmunización completa de las dos vacunas. Con la primera Pfizer asegura el 33% y no más.
La campaña de vacunación masiva logró este jueves alcanzar a más de la mitad de la población de 60 millones de habitantes con la suma de las primeras dosis y las monodosis de Johnson & Johnson.
Los inmunizados completos (dos dosis) representan el 25%, unas 15 millones de personas.
Roma, corresponsal
Fuente Clarin
